Se han marchado los invitados y los empleados a sus habitaciones después de ordenar todo.
Un molesto silencio existe entre los cuatro miembros que están en la sala.
-¿Qué, fue eso Héctor?- María Paula rompe el silencio.
-Mamá, a qué te refieres?, si es por la declaración, sabías perfectamente mis intenciones desde antes- La mira con molestia.
-Tú, me prometiste que dejarías que todo siga su curso y por poco obligas a esa niña a decir que si-
-María Paula, estás segura, ¿Qué estás de parte de tu hijo?-
-No me digas tontería, Anderson, sabes perfectamente, que amo y apoyo a mis hijos sin condiciones-
-Ya veo, valiente mamá- Dice un Anderson alterado.
-Me conocen bien, cuando hacen cosas que no deben les llamo la atención-
-Calmémonos, por favor- Eduardo, no tenía ganas de intervenir, pero esto lo sobrepasaba.
-A ver, si no es por mi Padre que dijo algo y me apoyó no sentiría que tengo familia. Como mi mamá y hermano deberían apoyarme y estás para mí.- Su hermano, respiraba para no salir de sus cabales.
-Héctor, te lo dije antes, esto es una locura, ya traspasaste mis límites de sorpresa. Tu papá, lo has orillado a actuar erradamente. Gracias a Dios esa familia no tomó mal, tu actitud- Dice Eduardo caminando de un lado a otro.
-Lo que pasa, es que tú no te pareces a tu hermano, que toma riesgos. Sigue así y serás un fracasado - Lanza las palabras, Anderson, con el fin de herir el orgullo de su hijo.
- No trates así a tu hijo, ¿qué te pasa?. Están enceguesidos. Si es por poder y dinero nuestra familia lo tiene- María Paula, esta a punto de llorar.
-Eso es porque yo he trabajado duro, pero, mis hijos, tiene la obligación de ser más grandes que yo- Vocifera su esposo irritado.
- Esto es una locura, lo vuelvo a decir. Tus palabras no me hieren papá, lucharé solo para salir adelante, sin necesidad de nadie. Les voy comunicando, que me iré a vivir solo en los próximos días- Se levanta y se marcha a su dormitorio sin despedirse.
-No te puedes ir, sin antes comprometerte en ayudar a tu hermano, es tu obligación. Y también anda pensando en una chica ya te dije con anterioridad. Si quieren mi dinero harán lo que les diga y punto. ¡Qué amor! De eso no se vive.- Grita a Eduardo que va subiendo las escaleras.
-Conmigo, tampoco cuenten, les vuelvo a decir una última vez. No pienso hacer a esa chica una víctima de mi familia-
-Te rebelas María Paula, atente a las consecuencias junto a tu hijo. Sigan así y verán como les va!!! Anderson actúa como un energúmeno.
☆☆☆☆
-Qué cansada me siento, quiero bañarme y dormir-Dice Verónica tirándose sobre una butaca - Pero antes quiero comprender ¿ qué pasó hoy?, no entendí casi nada-
-Les pido a todos ... Qué les parece si hablamos del tema mañana, estoy también supercansada- Jessenia se queja, aunque en realidad solo quiere huir del tema que le resulta amargo.
-Está bien hija, tienes razón. Vamos Mauri- Se despiden de sus hijos, dejándolos abajo en sala.
- Jessenia, ¿qué fue eso?-Dice Saíd -Necesitamos una explicación-
-¿De qué hablas? -Jessenia haciéndose la inocente
-Si, hermanita, yo me quedé petrificada cuando tocaron la puerta, es verdad merecemos una explicación- Verónica le dice haciendo ademanes de desmayarse.
-Subamos a mi habitación, no quiero que nadie nos escuche y se entere- dice Jessenia mirando a todos lados.
Ya arriba. Miró a sus hermanos que guardaban silencio por primera vez , con actitudes de adultos preocupados, eso la enternecio.
-A ver ¿qué quieren saber? Pregunten!-
-Todo, somos tus hermanos y siempre has estado ahí para nosotros ahora es nuestro turno de apoyarte- Saíd siempre con su actitud sobre protectora a sus hermanas.
-Así es hermanita, no sé, pero cuando entré a buscarte vi en tus ojos mucha tristeza y dolor. ¿Quiero saber por qué? También con una actitud seria dice Verónica.
-Está bien, primero quiero que me prometan que no que dirán nada a nadie. Será nuestro secreto de tres- Les hace prometer Jessenia.
-Prometido- dicen los gemelos al mismo tiempo alzando la mano derecha.
-Estoy enamorada de Eduardo -
-Quééé???
-Sshhh, bajen la voz, saben que mamá tiene buen oído- Pone su dedo entre sus labios.
- Pero ¿cuándo ocurrió eso? Saíd boquiabierto - Nunca han sido amigos o eso creo.
-¿Por qué no lo dijiste esta noche? - Verónica como siempre al mal de raíz.
-Bueno, Saíd, solo ocurrió y tu Verónica te falta un tornillo. Imagínense en esa casa ajena, en donde éramos invitados. Un hijo declarando su supuesto amor y yo diciéndoles que el que me gusta es su otro hijo, que por cierto no siente nada por mí- Pone una cara de decepción.
-Ay, Jessi, te mereces lo mejor cuenta con nosotros, sabemos que vas a hacer lo correcto y lo que le conviene a tu vida- Dice Verónica mientras los dos la rodean abrazándose los tres.
- Gracias, por confiar en nosotros nuestra hermana- mamá. ¿Él lo sabe?
-No. Incluso para mí es nuevo este sentimiento. Ustedes, son los primeros y creo que los últimos en saberlo, nadie más se enterará de esto. Eduardo Sotomayor no será parte de mi vida, nunca.- Se da cuenta, que estar lejos de él, es lo mejor, solo así puede pensar con claridad, sin hacer o decir cosas que ahora las considera tontas.
-Los amo, ya veo para qué Dios me los envió, mis regalos preciosos-
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-Buen día, a todos, familia hermosa-. Siempre cariñosa, Jessenia con su familia y también llegando tarde a la mesa del desayuno como todos los días.
-Buenos días, hija-dice Mauricio, los demás se unen al saludo.
- Ya descansados, quiero retomar el tema de anoche-. María Teresa no perderá la oportunidad de sacar a colación la vida sentimental de su hija.
-Mamá, opino que eso solo le incumbe a mi hermana -Dice Verónica, conociendo ahora su secreto.
-Qué raro en ti, siempre te gusta saber todo lo que nos ocurre. Eras una de las interesadas en la vida amororsa de tu hermana.-Mirando extrañada a su hija.
- Mamá, estoy de acuerdo con Verónica, Jessenia, es mayor y ella tiene que decidir, como una mujer adulta y madura, no estoy de acuerdo como, Héctor Sotomayor, trató de obligarla para que mi hermana lo aceptara.- Muy serio Saíd se enfrenta a su madre.
-No lo veo así de ninguna manera, a mí me pareció romántico, es un buen chico. Me encantaría tener un yerno como él, guapo y con todo lo bueno que tiene a su haber- Si no supieran la verdad, a los gemelos hasta les parecería chistosa la actitud de sí mamá.
-Vaya, parece que a ti te gusta más que a tu hija- Mauricio hace una mueca alzando las cejas.-
-Estoy completamente de acuerdo con los gemelos, Jessenia eres mayor y tú decides, que es lo mejor para tu vida. Si ese joven produce algo en ti, pues adelante, de lo contrario no estás obligada en aceptarlo- Mauricio sigue desayunando como si nada.
-Jessenia, yo no estoy de acuerdo, con tu padre y hermanos. Tienes que darle la oportunidad de lo contrario como lo conocerás de cerca- Todos miran con asombro a María Teresa, ya que ella nunca se ha ido en contra de los deseos de sus hijos.
-No mamá, no lo voy a hacer. Ya soy lo suficientemente grandecita, como para dejarme deslumbrar por una cara y poses bonitas. - María Teresa, se queda atónita, por la afirmación enfática de Jessenia y ve como todos siguen como si nada.
-Ustedes, saben algo, ¿cierto?. Los conozco , me ocultan cosas, no es así. Me siento excluida - dice molesta María Teresa, que tira la servilleta.
-Mamá, ellos no saben nada. No los culpes por mi decisión. De repente me conocen mejor, saben que no cambiaré de idea, porque tengo las propias.-
-Pero, hija, nunca me he ido en contra de tus deseos . Pero me parece absurdo esto. Es como si ya lo hubieses decidido antes, debes darle la oportunidad de conocerlo.-
-Si mami, ya lo había decidido previamente, solo eso diré. Además, que no me gusta, es todo. - Su madre, queda en shock pensando que su hija es ciega, tremendo galán, se imagina que debe tener muchas admiradoras y él solo mira a su hija. Si supiera la realidad.
-Se acabó la charla, se nos hizo tarde- Despidiéndose apresuradamente Mauricio, el especialista en solucionar el impasse familiares.
☆☆☆☆
La mañana transcurría con normalidad en la empresa Mo-Her. Mauricio, en su oficina que quedaba al lado de la de su hija.
Jessenia, que en los últimos días trabajaba el doble. Todo desde que descubrió lo que sentía por Eduardo, más al creer que él no solo no se da cuenta sino que la ignora por completo. Después de tratarse como amigos, siente que lo desconoce por completo. Sí, es cierto que ella dijo que se alejaría de los hermanos Sotomayor, pero, en su interior rogaba a que él la llamara, pero ese milagro, nunca llegó.
Sarita, la secretaria que se dividía entre el Padre y la hija. Por pedido de ella misma, cargada de unos folder se los entrega a Jessenia.
-Jessi, querida siento que te estas sobre esforzando , te vas a enfermar. Me preocupas, no sé, últimamente te siento como ida muy concentrada en los informes. Cuidate, especialmente el corazón- Lo último lo dice esforzando una sonrisa
-No te imagines cosas. No te preocupes, después que termine este proyecto de entregas, he decidido irme a algún lugar.... quizás a la montaña- Dice en forma sombría, siente que se le aguan los ojos.
Así corre la mañana hasta que la asistente, habla por el intercomunicador - Querida, desde recepción comunican que el Señor Héctor Sotomayor, desea que lo recibas en tu oficina-
-Si, Sarita, no hay problema. Dígales que lo dejen pasar-
Al decir esto, suspiró de alivio hoy se desprenderá de él. No iba a permitir que siguiera pensando que podía hacerse ilusiones con ella. No y no, era verdad que Eduardo nunca le había dicho algo, en el fondo le ilusionaba pensar que si Héctor, desistiera de conquistarla podría surgir algo ente ellos. -Si, eso haré. Mi familia apoya mis sentimientos y lo que yo quiera , ellos están ahí para mi, yo soy dueña de mi vida y punto- se dice enfáticamente.
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