Lo que se comenta en la ciudad

¡Despierte señorita! Debemos comenzar con las preparaciones o no llegaremos a tiempo

- ¿Pero qué dices Lana? Recién está por salir el sol.

Me revolvía entre las sabanas sin saber que estaba pasando, solo quería dormir allí hasta el anochecer. Mi pelo estaba enredado en mi cara y las sabanas me envolvían como si fuera un roll del sushi que tanto amaba en mi vida anterior, mientras que el escritorio al lado de mi cama estaba cubierto de papeles importantes y cartas aún sin abrir.

Los días anteriores habían sido una locura y el reino entero estaba revolucionado por varias noticias que habían caído como bombas una atrás de la otra.

La aparición del hijo perdido del Duque Panemm.

La misteriosa desaparición de su hermana el mismo día.

La hija de los Essel había logrado construir con la ayuda del nuevo sucesor de los Panemm, el sucesor de los Ignis y el 5to hijo del conde Alamand, tres dispositivos que estaban revolucionando varias industrias a la vez, a pesar de haber sido construidos con fines de ayudar en el Marquesado, varios territorios estaban solicitando la compra de estos nuevos artefactos que ya habían sido patentados (para la sorpresa de todos) por los 4 adolescentes. Muchos hablaban de estos jóvenes como los nuevos genios del siglo pues a su corta edad, habían conseguido construir una tecnología que haría crecer la economía del reino de una manera incalculable.

Gracias al descubrimiento se les había invitado a asistir al banquete imperial en honor al príncipe heredero como invitados especiales del rey.

Y por último la noticia de la que más se estaba hablando ahora era sobre un incendio en las tierras del Barón Ritch que había ocurrido a altas horas de la noche mientras se llevaba a cabo una reunión familiar y no había quedado nadie vivo en la mansión como si no hubieran podido escapar. Los nuevos Barones quienes habían tenido que asumir una deuda millonaria por los daños del incendio, tuvieron que retirarse a las tierras que tenían en la frontera del país y poner a la venta las que se habían incendiado pues no podían mantenerla bajo ninguna manera pues, al morir varios de los sucesores en el incendio solo se habían salvado unos primos segundos que vivían muy humildemente en la capital sin ingresos importantes.

El Duque Panemm en honor a la triste historia de su hijo que había crecido en los barrios bajos había comprado las tierras a los nuevos Barones y comenzó la construcción de una escuela pública donde se dedicaría a enseñar a niños de cualquier estatus que quisieran aprender. El ambicioso proyecto dejo a más de un noble desconforme, pero se ganó la popularidad del pueblo. El proyecto tuvo el apoyo de la familia Essel y corrían rumores que la idea de la escuela pública había sido de la hija menor del Marques. Como obra inaugural se hizo una hermosa estatua de un león mirando un roble que había a las afueras de la antigua mansión, se pavimento un suelo alrededor del animal y el árbol y el Duque declaro que allí se construiría la nueva entrada al instituto educativo.

El Duque se había vuelto cada vez más cercano a los Essel y sobre todo a Callia a quien envió regalos todos los días luego de que León y él se encontraran. Siempre le decía que era gracias a ella y su cerebro que pudo reunirse con su hijo, incluso le prometió ayuda financiera para todos los proyectos que se le ocurrieran en un futuro. También venían más seguido a casa que antes, cenábamos juntos o íbamos de paseo por el territorio del duque, por lo que la relación con León se había vuelto tan buena como la que tenía con Drake y Cain que por cierto se acercaban a jugar y hablar con nosotros también.

El tiempo había pasado tan rápido que le asustaba un poco, sobre todo porque muchas cosas de la línea de tiempo original habían cambiado de manera drástica. Pero al menos había evitado la partida de sus padres al territorio por lo que no tendrán que asistir al banquete imperial desde allí y no transitarán caminos peligrosos.

Otro factor que había cambiado es que ella misma asistiría al gran banquete, por lo que no sabía que sentimientos debía tener. Es que acaso sus tíos la necesitaban viva para que se comprometa con el príncipe heredero y quedarse con las tierras y títulos de sus padres sumado a la conexión con la familia imperial o simplemente se querían quedar con todo, y no era importante si ella vivía o no.

Particularmente Callia creía que la necesitaban con vida pues varias veces en el pasado los había visto alardear de que eran los tutores de la futura emperatriz, pero nunca se sabía hasta donde llegaría la intromisión de aquella gente.

Callia giro una vez más cómodamente en su cama dispuesta a dormir un ratito más cuando de pronto lo recordó

- ¡La fiesta de té de la princesa!

Casi se cae de la cama, pues en el apuro por levantarse su ya enredado cuerpo con las sabanas la hizo tropezar al caer.

- ¡Es lo que le estoy diciendo princesa!

Le reprocho Lana quien ya la arrastraba hacia la tina llena de jazmines para empezar con el elaborado proceso de embellecimiento de la aristocracia femenina, la cual constaba en al menos tres baños, 4 masajes, exfoliación completa para la piel, peinado, maquillaje y por último y más tortuoso el corsé y todos los artilugios que acompañaban al vestido. Callia quería llorar, pero debía hacerlo por dentro o sus ojos se hincharían lo que llevaría a repetir los primeros pasos hasta recuperar el tono o sencillamente la muerte.

- Extraño los vestidos modernos- suspiro Callia resignada.

- ¿Qué dijo princesa?

- No es nada Lana, no me prestes atención.

Las horas pasaban y el look iba tomando forma hasta que por fin, y luego de unas 5 horas de tortura, Callia lucia como la joven más bella que nunca antes se halla visto, Lana y su sequito de sirvientas que habían ayudado en el proceso estaban gritando emocionadas y se felicitaban entre ellas por su maravilloso trabajo, la miraban como si fuera su obra de arte más importante.

El pelo plateado de Callia estaba ahora recogido en una elaborada trenza, que ya era marca registrada de ella, la cual estaba adornada con pequeñas cadenas doradas que se entrelazaban con los mechones y caían al final con bellas esmeraldas en las puntas, dándole un aspecto de cuento de hadas. Llevaba además una delicada y muy fina cadena también dorada con esmeraldas en forma de gota ubicadas al centro, sumándole a sus orejas cadenas que colgaban hacia abajo con las esmeraldas en la punta, como las que tenía en el cabello pero más cortas.

El vestido era del mismo verde esmeralda, con decoraciones en oro y los pequeños zapatos eran bajos y dorados también. Lana y las chicas se habían lucido como nunca pues la fiesta de té de la 3ra princesa era un acontecimiento realmente buscado por todas las nobles de la edad de Callia, pero al que solo las jóvenes con el potencial para ser las más influyentes en el futuro eran invitadas.

De hecho, Callia estaba secretamente feliz de asistir a la fiesta pues en su vida anterior nunca la invitaron a asistir, lo que le daba a entender que esta vez se lo había ganado por sus esfuerzos y no por un posible compromiso con el príncipe heredero del cual la princesa ya debía estar informada.

Callia tomo su bolso dorado y se dirigió a la entrada donde sus tres amigos estaban entrando charlando entre ellos como siempre lo hacían pues todos los trataban como en su casa, por lo que ya no eran necesarias las formalidades.

Mientras Callia se dio cuenta que no les había avisado de la fiesta de té de la princesa y que no estaría disponible esa tarde para ir al lago como generalmente hacían, los tres muchachos se detuvieron en seco al verla y al mismo tiempo abrieron la boca pasmados.

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