Un lobo en piel de cordero

Cain estaba sentado en la fuente de la plaza del reloj. Esperaba ansiosamente la llegada de Callia, su Callia.

Cain era el 5to hermano de la numerosa familia de mercaderes que hacía poco se habían convertido en condes. Si las batallas entre hermanos por destacar ante su padre, eran duras antes, ahora se podría decir que eran sangrientas. Todos querían heredar el condado y luchaban a diario por conseguirlo.

Cain no hera diferente, él quería ganarle a esos cabezas huecas de sus hermanos mayores y deshacerse de cada uno. Eran molestos e innecesarios. Pero él estaba en desventaja, aún era muy pequeño en comparación a esos brutos, por lo que tuvo que idear una estrategia para vivir en las sombras y atacar en el mejor momento.

Decidió convertirse en el pequeño he indefenso hijo del Conde. Modificó su forma de hablar y moverse, hasta transformarse en un tímido y tierno niño. Sus hermanos creían que Cain tenía problemas mentales, así que dejaron de prestarle atención y eso tuvo dos grandes ventajas.

La primera, era que sus hermanos estaban tratando de matarse entre sí y lo dejaron a un lado, después de todo un chico estupido no es una amenaza, incluso podrían casarlo luego con alguna buena familia para hacer conexiones.

La segunda ventaja, era que Cain podía andar a sus anchas sin que nadie se preguntara que estaba haciendo.

Solo debía dejarse golpear en ocasiones y temblar de miedo, para que el estupido ego de esos musculosos sin cerebro se calme.

El conde tenía múltiples amoríos y era muy violento además por lo que ya había matado a golpes a su primera esposa, quien había dado a luz a dos hijos: Raúl y Arthur.

La segunda esposa tuvo una niña llamada Rosa y había desaparecido un día misteriosamente para no volver. La niña, era tan desagradable como los otros idiotas pero era astuta y también estaba jugando en la carrera de sucesión, Después de todo en este imperio las mujeres también podían heredar.

La tercera esposa tuvo gemelos llamados Paul y Pedro, estos eran tan violentos como orangutanes y eran los que más disfrutan golpear a Cain. La tercera esposa es la favorita del conde. Ante el finge ser sumisa, pero participa activamente en el juego de sucesión intentando que uno de sus hijos gane el puesto de heredero.

Y luego estoy yo, el 5to hijo hombre de mi padre. Nací 5 años después que Paul y Pedro, de una de las sirvientas que acosaba el ahora Conde. Mi madre había muerto a golpes también, pero por culpa de la tercera esposa, que se enfureció al descubrir que mi padre la había engañado con ella. El escándalo fue tan grande y durante una fiesta, que a mi padre no le quedó de otra que adoptarme legalmente. Es probable que si no hubiera pasado eso, yo también estaría muerto.

Así que de esta manera conseguí algo de protección de padre, para salvar las apariencias con la gente, de que era un amoroso padre que se preocupaba por su hijo discapacitado y prohibió a mi madrastra que me tocara. Claro que no cumplían esa prohibición ni ella ni mis otros hermanos quienes disfrutaban golpearme o encerrarme en lugares oscuros, pero siempre se detenían antes que fuera grave y nunca golpeaban mi rostro para no dejar marcas.

Así ha sido casi toda mi vida. Pero planeo ser yo quien tome el título y haga desaparecer a todas indeseables personas. A pesar de tener 15 años soy más inteligente que todos ellos juntos, y he comenzado mi propio negocio para ahorrar fondos y estudiaba por mi cuenta tanto la esgrima, la magia y las materias teóricas.

Pero entonces, en la fiesta de la princesa estaba aburrido en una esquina fingiendo ser tonto ante los demás aristócratas, cuando la ví.

Tenía un hermoso cabello color plata, y sus ojos eran como las esmeraldas, pero lo que llamó su atención es como discutía con el príncipe heredero.

A pesar de estar un poco lejos Cain podía escuchar perfectamente la conversación, gracias a su magia de viento. La chica estaba claramente incómoda, como si quisiera salir corriendo de allí, pero el príncipe parecía ignorar esto o no darse cuenta, pues seguía insistiendo.

Pero hubo un giro en la conversación que lo dejó helado y con la boca abierta:

- A donde va con tanta prisa mi señorita, ¿puedo ayudarle en algo?- insistió el príncipe

- No gracias, que amable. Me dirigía a conocer al pequeño Code de Alamand.

"¿ A mí ?" me pregunté extrañado, que asuntos tendría esa niña, que nunca antes había visto, con él.

- Por qué mejor no se queda a conversar con migo. Me gustaría conocer mejor a la señorita de la familia Essel.

- Le agradezco, pero yo creo que el conde es muy interesante. Me disculpo con su alteza

"¿ interesante, yo?" Creía haber intentadoser lo menos interesante que había podido. Quizás ella solo quería escapar de allí. El príncipe siguió insistiendo hasta que la chica hizo una declaración que lo dejó sin palabras:

- ¿Y qué? ¿Que es tan especial de ser hijo del rey?

Cain quería echarse a reír allí mismo. Nunca había conocido a alguien así. Era interesante.

La chica se acercó a el y se presentaron. hablaron un rato e incluso bailaron. Cuando Cain tomó sus pequeñas manos, el aroma a jazmines lo inundó completamente.

Por primera vez en años había sentido paz en su corazón.

Todo parecía un sueño, hasta que el pelirrojo apareció para robarse la de sus manos. Sentimientos desagradables pasaban por sus entrañas, pero no era el momento aún de mostrarse, por lo que solo pudo apretar sus puños mientras la veía ser robada de sus manos.

La tarde transcurrió de manera agradable, tenían tanto en común.. Poco a poco esa niña se metía en sus huesos de maneras que nunca había imaginado. Incluso se habían convertido en amigos ese mismo día y Callia había prometido que lo invitaría a su casa.

Las semanas pasaron y ellos se habían vuelto muy cercanos. Luego de ver los planos de su habitación, confirmó una vez más lo inteligente que era Callia y lo buena pareja que harían en un futuro. El talento de la niña para inventar objetos mágicos era enorme y el planeaba ayudarla a ser todo lo que ella quisiera ser.

Esto era muy beneficioso para Cain, pues con el talento de Callia y su inteligencia para los negocios crearían una compañía mercante inigualable.

Pero primero debía encargarse de algunas molestias.

Mientras pensaba en esas cosas, vio a su ángel corriendo por la plaza del reloj. iba unos minutos tarde, aunque si fuera por él, la esperaría toda la vida. Su traje color gris intentaba disimular su estatus, pero la elegancia que había en ella, se desprendía por cada poro de su piel.

-Ho.. hola- Saludo Cain entrando en personaje-, mientras sonríe como un tierno niño tímido

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