LA SIRENA DE LA COSTA

#ERIK BROWN

En la sala que me asignaron en el hospital, me sorprendió la mañana, estoy inquieto no podía conciliar el sueño, no podía dejar de pensar en Aria, su sabor lo tenía clavado en la punta de mi lengua. Las horas pasan y solo quiero volver a verla, saber donde está, aunque su padre no acepte nuestra relación, no pienso darme por vencido. Aria tiene una energía única que me atrapa, tiene algo que la diferencia de las demás chicas, su manera dulce, alegre, sincera, inocente y sin olvidar esa belleza que solo encuentras en las revistas. Su padre aseguró que se oponía porque era chica, muy joven.

¿Cuántos años tendrá? me pregunto

"No me importa, esperare si es necesario". Reflexiono.

-Buenos dias señor Brown, los estudios revelaron que no tiene nada. Aparecio el médico anunciando.

-Ya me puedo ir. Dije entusiasmado.

-Solo un poco mas, para ver como evoluciona, por si se nos escapo algo, no deje de avisarnos cualquier cosa que sienta, por mas menor que sea. Me dice el médico.

"Quiero estar con Aria"

" Eso me pasa " quise gritar.

Pero solo asentí a modo de resignación.

Se que me retienen para seguir haciendome estudios y asegurarse que no tengo ni un cuágulo que me lleve a la muerte, mi padre insistio como nunca deseoso de que viva, antes no le importaba si moria o no, y ahora está muy interesado en mi bien estar.

En eso ingresa Luis que se sienta a mi lado, pega un suspiro pesado.

-¿Qué sucede?... Te fuiste a comer y ahora vienes suspirando. Le digo.

-Dime... ¿En verdad quieres a Aria o es despecho? Indaga.

-De nuevo con eso.

-Responde.

-Te dije que si... ¿Por qué preguntas?

-Ella es muy buena, se nota lo dulce que es...

-¿Te gusta?...

-No como crees...

-Nunca te vi asi interesado por una chica...

-Tu la elegiste primero. Dijo incorporándose y se dirige a la puerta.

Veo que ingresa un chico o eso creo tiene un buzo deportivo y un gorrito que le cubre la cabeza, pero al cruzar la entrada, se destapa la cabeza es Aria.

Luis sale cerrando la puerta y nos deja solos.

Ella sin esperar un segundo se me abraza.

-Te echo de menos. Me susurro.

La beso con deseo desenfrenado.

-Yo mas. Le aseguro sonriendo feliz por tenerla conmigo.

No se como Luis consiguió traerla, pero le agradecía por eso.

Me desplazo besando el cuello de Aria y mis manos se aventuran a acariciarla bajo el abrigo.

-Mejor conozcamos. Escucho que me susurra.

-Es lo que quiero hacer. Le digo sin dejar de besarla.

-Ja, ja... Me haces cosquillas... Hablo de que tengamos citas para conocernos y si somos el uno para el otro. Me dice.

Me retiro a mirarla, quien le habrá aconsejado.

-¿Quién te dijo eso? Indagó.

-Mi padre accede a que salgamos... Pero aconsejo que nos conozcamos... Y no tomemos a la ligera. Me dice con una sonrisa.

Asi que de ese modo accedió.

" Es mejor eso que nada" Pienso.

-Me parece bien... Aunque necesito que me apapaches... Asi me sentiré mejor. Le digo suspirando.

Ella sonrio, acaricio mi cabello, tenerla tan cerca me tienta a besarla de nuevo.

-ERIK... ASI QUE ELLA ES TU NOVIA. Ingreso de golpe Federico junto a Linda que mira con odio a Aria.

-Amor, te presento a mi hermano Federico y a su prometida Linda. Le digo a Aria.

-Es un placer conocerlos. Le dijo sin soltarme y yo la abrazo con mas fuerza junto a mi.

-Venía a ver como estabas, pero no hace falta preguntar, nunca te vi con esa sonrisa... Te traje un cambio de ropa y algo para comer. Me dice Federico.

Le hago gestos que quiero estar solo, él asiente con una sonrisa.

-Ya nos vamos. Dice.

Linda tenía el rostro desfigurado de la bronca, no entendía porque se ponía asi si ella eligió a mi hermano.

Aria se mordió el labio y volvió a besarme.

-Falto esto, es el postre que te gusta. Ingreso Linda dejando otro paquete y miro con los ojos teñidos de sangre, al presenciar que con Aria nos besábamos.

-Eres muy amable... ¿Quieres postre? Le pregunte a Aria.

-Puedes ser tu. Me dijo y con esas palabras me elevo la temperatura.

Linda nerviosa hizo un sonido molesta con la boca y salio del cuarto.

-Vamos a tener que ir a un lugar mas privado. Le digo a Aria, cuando me doy cuenta que interrumpen mucho.

-Podemos poner una traba. Me sugiere señalando la puerta.

-No tiene. Le dije.

-Disculpen... Aria tu padre llama. Aparecio Luis que le paso su celular y ella salió a hablar.

-¿Cómo es que estan juntos? Le pregunte con celos.

-Mi madre le consiguió una casa y esta ayudándolo para amueblarla... Me pidió que enseñe la ciudad a Aria. Me comenta.

-Y la trajiste conmigo... Te lo agradezco. Le digo.

-Vi que vino tu hermano con Linda... ¿Cómo estuvo Linda? Me pregunta.

-Ja, ja... Debiste ver su cara. Le comento.

-Creí que no te fijarías en eso. Me dice.

-Tu preguntaste... No me importa lo que piense Linda... Ahora solo me interesa Aria... Ella es frescura... Dulzura... Con ella me siento completo. Le aseguro.

-Espero que digas la verdad. Me dice.

-Tan solo me preocupa cuanto años tiene.

-Dieciocho. Me respondió.

-En serio. Le digo agitado.

" Eso quiere decir que esta grande y no pequeña" me senti aliviado.

"Aunque para su padre sigue siendo una pequeña"

"Debo demostrarle que voy en serio con Aria para que no impida nuestra relación"

"Desde que me sacó del mar siento una conexión unica con ella, tiene algo que me impulsa a querer estar con ella nada más"

"De seguro me atrajo su manera fresca e inocente"

"Saber que seré el primero, él único y no como Linda que parecía la carretera principal al haber tenido tantos a su paso y como un tonto me creí un ganador porque me eligio"

Reflexiono por vez primera.

-Sigue siendo joven, no lo arruines. Escucho que me advierte.

-Dime la verdad Luis... Ella te atrae. Le consulto.

-No como crees... Solo siento que debo protegerla... Por alguna extraña razón despierta eso en mi. Me dijo serio

-Siento lo mismo... No te preocupes... La voy a cuidar. Le aseguro.

Luis me lanza una almohada.

-¿Qué te pasa?

-Cumple lo que dices o la próxima no te tiraré una almohada. Me dijo.

 Justo ingresa Aria con una sonrisa que la hace brillar, parece que irradia energia positiva.

-Se van a tardar un poco mas, me vas a tener que llevar a casa. Le dijo a Luis.

-Yo puedo llevarte, ya terminaron conmigo. Le digo.

No pienso quedarme ni un minuto mas, quiero estar con Aria.

-Podemos ir todos juntos. Dijo Luis y lo mire intenso.

Quería estar a solas con Aria y este no lo captaba.

El frunció los labios, suspiro pesado.

-¿Tienes un celular?, asi nos comunicamos. Me dijo al final.

-Si... Me dio uno mi padre. Le respondi, se lo pasé y él se añadió como contacto y luego se auto llama para tener mi número.

-Te puse la ubicación de la nueva casa para que la lleves.

-Me das tu auto.

-La última vez que te lo di lo dejaste en el fondo del mar.

-Te comprare uno nuevo.

-No hace falta, tu padre ya lo hizo.

-No, en serio, no puedo creerlo.

-Lo hizo al sentirse responsable por no creerme desde el principio con lo que te paso.

-Entonces me lo prestas.

El resoplo.

-No te dirijas al mar. Me dice entregándome la llave.

-Es donde acostumbro a estacionar. Bromeo para que se relaje.

Me lanzó una mirada filosa, no le cayó en gracia mi broma.

Me cambie y sali junto a Aria.

-¿Dónde me llevas? Me pregunto Aria, cuando me dirijo a otro lado, se ve que conoce el camino a su casa

-Te haré conocer un parque, es lindo para hacer un camping. Le dije enseñando el paquete que me trajo mi hermano.

Llegamos al parque, elegí un lugar bajo una sombra.

Deje el paquete al pie del árbol y extendi mi abrigo sobre el césped para que nos sentamos juntos bajo la sombra.

-Que tranquilo... Escucha... ¿Qué es ese sonido?

-Son pájaros y grillos.

-Y eso ¿Qué es? Señala.

-Una rana. Le respondo señalando que se siente junto a mi.

Aria se sento sobre mi, me beso en los labios.

-Te siento muy apasionada.

-Me gustan los besos. Respondio.

 Mientras sumergida sus dedos en mi cabello, sostuve su cintura y envolvi su espalda con mis brazos. Nos teníamos ganas, ardíamos de deseo, por suerte no había nadie cerca para decir algo, solo eramos nosotros dos. Se ve que ella no mide esos detalles, pero yo tampoco, disfruto poder tenerla asi.

Con la respiración entrecortada sentía que estaba por estallar, por lo que la recosté con suavidad sobre mi abrigo, mis manos sienten la calides de su piel, su suavidad, no quiero dejar de hacerlo, lo deseo, lo quiero, ella no se resiste, escucho que larga unos sonidos singulares, señal que le gusta lo que le hago, me deslizó por su línea central a saborearla. Mis besos quedan tatuados en su piel.

Su sabor es tan dulce, me encanta, es como una bebida fresca en pleno verano, su aroma único.

Deseo sentirla por completo, me enderezó a mirar su rostro, tiene las mejillas rojas, sus labios entreabiertos, jadeando, con la respiración acelerada, por lo que mi mano actúa primero a acariciarla en su puerta secreta. Ella se estremecio con mi toque atrevido, mientras la miro a los ojos, no quiero perderme ningún gesto, quiero escuchar los sonidos que hace por el placer que le produzco. La siento tan suave, tan calida, antes de usar mi llave maestra, la beso con anhelo, deseo, es tan perfecta, no quiero que esto termine, quiero estar asi con ella siempre.

Vi que cerro los ojos y estrujo mi espalda, mientras nos fundimos en besos, la tengo como tanto quería, la desee asi, la quise asi, y ahora que la sentí, no quiero que esto termine.

En eso mi celular sonó, justo que estaba por concretar con ella.

-Atiende. Me dice en un jadeo.

-No debe ser importante. Le digo al no querer romper este momento mágico.

Pero el que llamaba estaba muy insistente.

-Atiende. Me dice Aria.

Suspiro molesto y atiendo.

📱Hola

📱Erik ¿Dónde estan?

La voz de Luis.

📱Paseando.

📱El señor Delmar me llamo preguntando por que no llegaba, ven con Aria, debo llevarla a su casa.

Me dijo en un tono como si me estuviera reprochando, jamás lo escuche asi.

📱Yo la llevo.

Respondi.

📱No, debo buscar a mi madre, tráela, estoy en la cafetería cerca del centro de salud.

Lo escuche firme.

📱Enseguida vamos.

Le respondi y corte molesto.

-¿Quién era? Me consulta Aria.

Me friego la frente, me gire dándole otro beso.

-Dejaremos el camping para después, debo llevarte, Luis dice que tu padre lo llamó. Le comento.

-Ven conmigo. Me dice con la mirada encendida de pasión.

Sonrio, le acaricio el rostro, le acomodo su ropa.

-Te conseguiré un celular asi estamos comunicados y nos llamamos. Le digo al percatarme que ella no tiene.

-De acuerdo. Me respondio.

Se me abrazo fuerte, me enderece con ella asi, junte las cosas y ella fue prendida por mi, sentía su calido aliento en mi nuca, sus manos bajo mi camisa rodeando mi torso.

Subimos en el auto, ni bien vi donde venden celulares le conseguí uno, le ingrese mi número y le explique lo básico para que lo use.

Cuando bajamos Luis ya estaba atento para subir al vehículo.

-Te tardaste. Me reprocho.

-Hicimos una parada para conseguirle un celular. Le dije señalando a Aria.

-Podemos intercambiar números. Le dijo ella a Luis.

¿Por qué quiere el número de Luis? Me pregunte celoso.

-Claro, deja que lo anote. Le dijo Luis tomando el celular de ella.

-Genial, ya tengo dos contactos. Festejo Aria con un tono alegre.

Mire a Luis haciéndole un gesto de porque le das tu número, él solo elevó los hombros como si no fuera la gran cosa.

-Nos acompañas, quiero que veas la nueva casa. Me dice Aria con su frescura singular.

-ERIK... QUE HACES AQUI... TE BUSCABAMOS. Aparecio mi padre. - BAJA, EL DOCTOR TE ESTABA BUSCANDO. Me hizo bajar del auto.

No pude acompañar a Aria, mi padre me retuvo.