Shophie simplemente desapareció. No hubo explicaciones y dejó a Aiden con el corazón en mil pedazos. El destino siempre tiene la última palabra y después de cinco años vuelven a verse. ¿Tendrá Sophie una buena explicación para su ausencia?
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Capítulo 10
...Cinco años antes...
Cuando Sophie se fue de Londres, decidió llegar a París. Ahí estuvo una semana, estudio sus opciones y después de mucho analizar tomó un tren rumbo a España.
Ella sabía que moviéndose de esa manera era más difícil que Aiden pudiera rastrearla. Ya en España estuvo investigando sobre las provincias aledañas y eligió un pequeño pueblo cerca de Pamplona para establecerse.
Ahí descubrió que la vida era mucho más barata que en Londres y aunque tenía dinero suficiente para sobrevivir seis meses, sabía que era prioridad buscar un empleo, sobre todo en su estado.
Sí, estaba embarazada. Lo descubrió un par de días antes de la boda de Ava y aunque planeaba darle la noticia a Aiden, las cosas dieron un giro inesperado.
Los primeros días en el Valle de Elorz fueron difíciles, aunque la gente es tremendamente amable, ella desconfiaba de todos.
Evitaba pensar en su relación fallida y cada noche intentaba convencerse de que había tomado la decisión correcta al irse sin dar explicaciones.
Un mes después de su llegada ya había acondicionado la pequeña casa que alquiló y estaba en espera de un trabajo en la pequeña escuela de la ciudad.
Un mañana caminaba por el mercado eligiendo algunas frutas y vegetales cuando por accidente chocó con otra chica.
- Discúlpame, iba distraída.
- No te preocupes, yo también. Mi nombre es Elena, mucho gusto.
Dudó por algunos segundos hasta que decidió presentarse también.
- Yo soy Sophie, mucho gusto Elena.
- Tu acento te delata, no eres de aquí.
- No, vengo de Londres.
- Wow, ¿y qué te hizo cambiar una ciudad como esa por un pueblo como este?
Sophie no sabe qué responder.
- Lo siento, no quise ser entrometida. Mira, esa es mi tienda- señala una pequeña librería al otro lado de la calle- Puedes ir cuando quieras, supongo que es difícil llegar a un lugar nuevo, te ofrezco una amistad sincera.
- Gracias, eres muy amable. Prometo pasar pronto a visitarte, sobre todo si consigo el trabajo para el que me postulé.
- Déjame adivinar, en la escuela. ¿Estoy en lo cierto?
- Sí, ¿cómo supiste?
- Es un lugar pequeño y no tenemos muchos maestros. Los que llegan de fuera se van pronto. No a todos les gusta vivir en un lugar tan tranquilo como este.
- Pues a mí me encanta.
- Estoy segura de que obtendrás el empleo. Debo irme, estoy retrasada. Ha sido un gusto, Sophie.
- Igualmente, Elena.
Sophie consiguió el trabajo en la escuela y un mes después ella y Elena ya eran buenas amigas. Comenzó a sentirse más cómoda y a ser más abierta con la gente del lugar. Seis meses después dio por hecho que Aiden no la encontraría y decidió quedarse a vivir ahí permanentemente.
- Falta poco para el nacimiento de tu bebé, insisto en que debes buscar al papá y decirle.
- No, él no quería una familia.
- Eso no lo sabes, te basas en una conversación que escuchaste por accidente y perdón que te lo diga otra vez, pero creo que tomaste la decisión equivocada.
- ¿Por qué insistes con lo mismo?
- Porque te aprecio, eres mi mejor amiga y estoy obligada a decirte cuando te equivocas. Vas a privar a ese hombre de conocer a su bebé y no me parece justo. Es él quien debe de tomar la decisión de si quiere ser parte de su vida.
- Te he contado una y mil veces como sucedieron las cosas.
- Sí y me queda muy claro que jamás te dijo de frente que no quisiera tener hijos, mucho menos que no te amaba.
- Tampoco me dijo te amo nunca.
- No todos somos tan expresivos, quizá tenía miedo de mostrar sus sentimientos.
- Odio cuando te pones de su lado.
- Es lo único que puedo hacer, no tengo motivos para creer que es un mal hombre.
- No insistas, no voy a buscarlo.
- Después no digas que no te advertí.
Con ayuda de su amiga prepara la habitación para su bebé. No ha querido saber el sexo, por lo tanto, la habitación está pintada de un suave color hueso y toda la decoración hace juego.
En la escuela se ha ganado el respeto de los demás docentes y de los padres de familia. Sus alumnos la adoran, ha continuado con sus estudios en línea y planea graduarse pronto.
Elena y su familia han significado un gran apoyo para ella. En verdad no sabe qué haría sin ellos.
El día del parto llegó, ya llevaba tres semanas de incapacidad y Elena estuvo a su lado en todo momento.
Una hermosa niña llegó al mundo dándole a su madre una enorme felicidad.
- ¡Bienvenida, Aitana!
- ¿Cuándo elegiste el nombre?
- Tenía un nombre por si era niño, pero algo dentro de mí me decía que sería una niña y estaba en lo cierto.
- Es hermosa, amiga. ¡Felicidades!
Los meses posteriores aunque difíciles, le dieron a Sophie una felicidad que hacía mucho no sentía. Su hija se convirtió en su razón para vivir.
Piensa constantemente en Aiden y ha comenzado a creer que se equivocó al marcharse sin antes haber hablado con él.
Cuando por fin acepta su error han pasado tres años y sabe que si él se entera de la existencia de su hija es muy probable que no la perdone y quiera pelear su custodia, por ese motivo decide mantenerse lejos, esperando que sus caminos nunca se crucen.