Incondicionalmente Tuya

...CONTENIDO APTO PARA MAYORES DE 18 AÑOS...

Ryan está embelesado con la belleza de Ava, su cuerpo es perfecto y ese rostro angelical mezclado con esa mirada qué refleja pasión y deseo lo está enloqueciendo.

Da rienda suelta a sus instintos y se lanza sobre ella para devorar sus labios y posteriormente besar cada centímetro de su piel.

Se decide a retirar las dos prendas qué aún cubren su cuerpo, al quitar el delicado sostén de encaje se encuentra con un par de senos redondos, pefectos. Sus montículos están sensibles y listos para él.

Pasea su lengua por ellos con delicadeza, más la pasión es mucha y comienza a succionar y morder. Los sonidos qué salen de los labios femeninos lo alientan a continuar.

Después de darles la atención que merecen, baja por su vientre. Desliza las pequeñas bragas de encaje hasta despojarla de ellas.

Por instinto, Ava cierra sus piernas e intenta cubrirse. Ryan retira con suavidad su mano, quiere observar cada parte de su cuerpo.

Comienza besando sus muslos hasta llegar a la parte interior de los mismos cada vez más cerca de su entrepierna.

Un intenso temblor se apodera del cuerpo de Ava al sentir el aliento caliente de Ryan tan cerca de su intimidad.

En el momento en que él desliza su lengua, su vientre se contrae. Él prosigue con su tarea y ella se estremece con cada roce. Nunca imaginó qué podía sentirse así, es abrumador lo que su cuerpo experimenta.

Se ha olvidado de cualquier tipo de timidez y simplemente se está dejando llevar, quiere más. Su cuerpo lo reclama.

La experiencia de Ryan le indica qué está a punto de llegar a la cima y se enfoca en otorgarle las atenciones necesarias.

El cuerpo de Ava se estremece con violencia, desbordado de placer.

Sin dejar de besarla y acariciarla se acomoda entre sus piernas. Desliza su bóxer y su hombría queda al descubierto.

Siguiendo sus instintos, Ava se presiona contra él. Su intimidad palpita recuperándose aun del intenso orgasmo qué acaba de experimentar.

Ryan no puede seguir esperando y en un único y certero movimiento se introduce en ella, lo que provoca un grito de dolor.

En ese momento se da cuenta de lo que debió suponer desde un principio. Su falta de experiencia lo decía todo.

- Lo siento, perdóname. No sabía- se disculpa por su falta de delicadeza, jamás espero que fuese virgen.

Con besos limpia una lágrima qué resbala por su mejilla.

- Debí decírtelo antes- responde en un susurro, mientras su cuerpo se acopla a la repentina invasión.

- Va a pasar, lo prometo- vuelve a besarla y a acariciarla.

Se mueve lentamente, ayudando a que su cuerpo se adapte a su tamaño, poco a poco ella también comienza a moverse y los sonidos qué salen de su boca dejan de ser de incomodidad.

Resulta por demás excitante para él la manera en como la intimidad de Ava lo acoge, quisiera hacerle el amor la noche entera, pero sabe que por ser su primera vez debe de ser gentil.

Las contracciones en el cuerpo de Ava van en aumento, sin duda está a punto de llegar al clímax y Ryan decide dejarse llevar y alcanzan la cima juntos, depositando en ella su semilla.

Extasiado se tumba a su lado y ella se acomoda entre sus brazos, con la respiración entrecortada y el corazón latiendo a mil por hora.

- ¡Eres maravillosa! ¡La mujer más hermosa que haya visto en mi vida!- confiesa besando su frente- ¿Estás bien?

- Estoy bien, no te preocupes. Debí decirte.

- Yo no debí suponer y pude haber sido más delicado contigo. ¿Te arrepientes?

- No, para nada. No es como que estuviese guardandome para el matrimonio, solo no había llegado el hombre indicado.

- Me halaga qué me consideres así.

- Solo hay un pequeño problema, no nos cuidamos.

- Perdón, ha sido una irresponsabilidad de mi parte. En mi defensa debo decir que perdí la cabeza contigo. Mi raciocinio quedo de lado.

- Mañana comprare la píldora de emergencia, no creo que haya problema.

- Voy a preparar la tina, necesitas relajar tu cuerpo.

- Gracias.

Una mezcla de sentimientos se adueñan de Ryan. Por lo que debe poner distancia. Ingresa al cuarto de baño y abre las llaves del agua. Su mente comienza a analizar lo sucedido.

Nunca antes tuvo sexo sin protección, jamás se dejó llevar de la manera en como lo hizo está noche. No sabe si sentirse culpable o afortunado por haber sido el primer hombre en la vida de Ava.

Analiza su conducta y se da cuenta de que en esta ocasión no tuvo sexo, por vez primera hizo el amor con una mujer.

Ava por su parte, también tiene un remolino de emociones acechando. Ryan la hizo sentir deseada, de una forma única. Recién lo conoce y se ha entregado a él sin reservas.

No consigue explicar su comportamiento, solo sabe que lo que él le provoca es muy fuerte. ¿Amor? ¡No, imposible! El concepto qué tiene del amor requiere de dos personas que se conocen a la perfección y se aceptan con sus virtudes y defectos.

Ellos no se conocen, así que el amor queda fuera de la jugada. Se limita a creer que es una fuerte atracción lo que los une y esta va a terminar cuando cada uno regrese a su vida normal.