El Contrato De Los Hermanos

De alguna manera Hans logro conseguir un carruaje.

No sabia como es que Hans tenia recursos, pero me agradaba como se estaba formando las cosas.

El niño me miro de forma cautelosa en lo que llegamos al restaurante y después observo a quienes me presento.

Llegamos al restaurante donde Hans guío como si nada y preparo la zona exclusiva para que Andrade y Federico y yo hablaramos.

Un sacerdote quiso unirse pero fue detenido por Joe.

Quien se unió a una distancia fue el caballero Jacome esperando saber que es lo que quería.

"Asi que vienes a la iglesia de la luz".

Pregunte, mire la terraza que estaba a un lado mio por si pasaba algo y tuviera que usar medidas drásticas.

"Vengo a medir mi poder divino y ver las posibilidades para que sea fuerte cuando crezca".

Andrade dijo sin mas, fue sincero desde el principio.

'Hey, este niño es extraño'.

"¿Acaso no eres un santo?".

Pregunte, es decir los rumores dicen eso.

"No lo se, es posible pero no me interesa unirme totalmente en la iglesia".

"Si no, no podre casarme cuando sea grande".

"..."

Lo mire con incredulidad.

¿Casarse?.

Me quede un poco sorprendido y asentí.

"¿Por que ser fuerte si solo quieres casarte?".

Le pregunte, fue cuando el dijo con una sonrisa tímida.

"Por que es un requisito".

Dijo con una sonrisa cómplice como si recordara algo.

Federico, uno de los chicos que venia a un lado de él suspiro negando con la cabeza.

"¿Por que estamos aquí?".

Federico fue quien pregunto mirando para ir al grano.

Mire y baje la mirada un poco viendo la taza de té.

'Ya que somos directos'.

"Mi madre necesita un tratamiento urgente, las noticias de la iglesia de la luz son importantes para nosotros".

"Mi padre fue a la sede esperando encontrarte, pero a mi se me ocurrió esta idea".

Fui sincero.

Andrade abrió los ojos de sorpresa y a la vez asintió en silencio pensativo.

"Si voy a la sede entonces no podría ver a tu madre ya que la iglesia no me dejara".

Murmuro.

"Como quiero aprender como usar el poder divino, entonces tendría que iniciar como todos recién ingresados en el seminario".

Andrade comento pensativo.

"¿Que tiene tu madre?".

Andrade pregunto, hizo una pequeña mueca al ver que si no aceptaba algo podría salir mal.

"Una enfermedad que esta en la fase final".

"La diagnosticaron desde que era un bebe".

"Quiero tu ayuda para poder hacer que mejore".

Respondí.

Federico suspiro.

"Si nos ayudas, si un día necesitas ayuda puedes contar con Balam".

Un favor, un apoyo.

¿Acaso no es ideal el trato?.

Es lo que mi padre ofrecería.

Eso hizo que el mismo caballero se quedara pensando.

"Un favor de un gran ducado".

"Eso suena interesante, el ducado Balam es famoso en este lugar".

Dijo mirando a los sacerdotes de reojo, valia la pena tener un plan por si algo no les gusta en este lugar y necesitan salir.

Entre los tres se miraron y al final asintieron.

"¿Cómo podemos cerrar ese trato?".

Jacome pregunto, el es quien estaba a cargo de los niños.

"En el ducado podemos firmar un contrato si gustan".

Dije con sorpresa, ¿Por que no toman en cuenta a los sacerdotes?.

Para mi mejor pero la relación entre Andrade y los sacerdotes parecía un poco lejana.

Mire a Andrade que pensaba seriamente y veía a Federico.

"Eso suena muy repentino"

"Los gemelos me dijeron que tuviera cuidado".

"Si hago algo complicado ella se molestara porque fui ingenuo".

Andrade murmuro para si mismo.

"Al menos tienes en cuenta lo que te dijeron, eso es algo".

Federico le dijo.

"Primero, ¿Como garantizas que estemos a salvo?".

"Si vamos a tu territorio no sabemos que puede pasar".

Federico cruzo los brazos y dijo mirándome con sospechas.

Sonreí.

"Garantizo su seguridad, todos en este imperio conoce la reputación de Balam".

Respondí con una sonrisa segura, pero para hacerlo oficial dije.

"Si quieres un trato podemos ir al gremio de comerciantes".

Andrade asintió estando de acuerdo.

"..."

Me sorprendi, pensé que diría que no era necesario aunque no tenia problemas.

Suspire con un poco de alivio por el simple hecho que haya aceptado.

Lo bueno es que tenia información de este mundo mas de lo que me ha dado el ducado.

Pensé en cuando me encuentre con ella podre darle las gracias de haber hablado de este mundo y como funcionaban los negocios.

"Pero, tenemos un problema".

Andrade dijo señalando a los miembros de la iglesia que lo acompañaban.

Mire de reojo a Hans y este empezo a cerrar de forma discreta la cortina, para este momento, los sacerdotes estaban entretenidos con sus platos de comida y un carrito lleno de postres.

Señale de forma discreta la terraza.

Los tres hombres sonrieron.

Deje en la mesa monedas de oro para pagar la comida de todos y después empecé a acercarme a la terraza para dar un salto rápido.

Lo mismo hicieron los demás, teníamos una cortina que hacia que no se viera mucho por dentro de la zona exclusiva.

Joe y Hans nos alcanzaron con el carruaje y empezamos a dirigirnos hacia el gremio de comerciantes.

"¿Cuanto tiempo tardaran en darse cuenta que no estamos?".

"Un rato".

Federico dijo con una sonrisa.

Llegamos al gremio y pedimos que fueran testigos al gremio para un contrato entre Andrade y yo.

Suspire al ver el contrato que nos proporciona el gremio.

El primer contrato que hacia en esta vida.

"Listo".

Firme y Andrade hizo lo mismo.

"Entonces guía el camino".

Andrade dijo guardando la hoja de su contrato con el caballero.

"Vamos".

"Tenemos que ir al portal para llegar al ducado".

Dije señalando el camino, el camino hacia el portal aun seria largo, pero solo es cuestión de llegar.

"¿Portal?".

Andrade pregunto viendo como nos acercábamos a una gran piedra gigante que ayudaba a teletransportarse al norte del país.

"Hay varios en el país es una buena forma de transporte".

"Para la sede de la iglesia tambien usaran el portal pero para el sur".

Dije mirando el portal para tomar camino hacia el ducado y fue cuando pensé sobre el frío que hace en Balam.

"Llegando es mejor que busquemos ropa para que se tapen, el norte hace frío para los que no son de ahi".

Comente y lance una mirada a Joe que sonrió asintiendo, el se encargaría de todo una vez que llegaran.