Fiera

Luis José al escuchar la voz de su prometida se levanta de un salto dejando a la pobre de Teresita aturdida en el suelo, no pensaba ser descubierto tan rápido, lo que más lo enoja fue lo que le costó someter a Teresita para que sea interrumpido de esa manera, se preguntaba porque sus planes nunca salían bien con esa mujer que lo enloquece.

Luis José: cariño, ¿qué haces acá?

Samantha: es por ella que me rechazas ¿cierto? (estaba furiosa, quería acabar con ambos allí mismo)

Luis José: ¿De qué hablas cariño? Las cosas no son como lo imaginas.

Samantha: ¿Ah no? Entonces ¿cómo son? ¿Me vas a negar que querías tener sexo con ella aquí mismo?

Luis José no encontraba que decir, si le decía que sí le iba a formar un problema, pero si lo negaba estaba siendo descarado pues todo estaba claro ante sus ojos.

Samantha: no lo niegas porque es verdad (su respiración se vuelve agitada) tú y está perra ¿cuántas veces se han revolcado desde que llegamos?

Teresita: yo no soy una perra señorita y nunca me acostaría con un hombre comprometido, el patrón quería obligarme.

Samantha: no me hagas reír insulsa campesina, ¿crees que soy idiota? Te le metes por los ojos a tu patrón coqueteando descaradamente y dices que él ¿te quiere obligar?

Teresita: es la verdad (se levanta del suelo desesperada tratando de defenderse)

Samantha: ¡eres una maldita! (le grita y se acerca para darle una cachetada)

Teresita toma su mano y la empuja, no se va a dejar pegar por una mujer creída de la ciudad, eso sí que no, todo eso es culpa de Luis José, él la siguió hasta el establo, hizo que los dejarán solos y luego empezó a perseguirla hasta someterla en el suelo, recordaba claramente que forcejeo con él para que la liberara, sino fuera por la llegada de esa mujer quien sabe que habría sucedido, por una parte, estaba agradecida, pero por otra estaba enojada porque la llamó perra.

Samantha intentó volver a golpearla, pero está vez fue detenida por Luis José quien la tomo de la cintura abrazándola a su cuerpo.

Samantha: suéltame Luis José, le voy a dar su merecido a esta ofrecida.

Luis José: basta Samantha, no te rebajes de esta manera.

Samantha: tú tienes la culpa de esto, suéltame o gritaré fuerte para que todos se enteren de lo que estabas haciendo aquí con ella.

Luis José: no sucedió nada mujer, llegaste a tiempo, así que cálmate.

Samantha: ¿¡Que me calme dices!? No me voy a calmar hasta no ver a esta mujer largarse de este lugar, no la quiero en la Finca Luis José, se va o te juro que la pagarás bien caro, porque haré un escándalo de todo esto.

Luis José: vete Teresita (está se asusta al saber que la echarán de su hogar)

Teresita: ¿A dónde iré? Mi casa está acá (murmura más para sí misma)

Luis José: vete a tu casa, ahora mismo.

Samantha: ¡No! (forcejea nuevamente con su prometido para que la suelte) se va de la Finca, no la quiero ver cerca de tus tierras, que se largue junto con su familia y no me importa a donde sea, solo te quiero lejos de mi hombre, ¿Escuchas bien? Es mío, ¡Luis José es mío!

Teresita: por mi quédeselo, yo no estoy interesada en él.

Samantha: ¡lárgate! (grita haciendo que su vientre le duela) ¡Auch! Duele, Luis José, mi bebé.

Luis José: ¿ves lo que pasa por alterarte de esa manera? Te voy a llevar al médico (la carga sobre sus brazos)

Samantha: por favor, Luis José, que nada le pase a nuestro hijo.

Luis José: no va a pasarle nada mujer.

Samantha: ella tiene que irse.

Luis José: si, ya lo dijiste (menciona frustrado alejándose)

Teresita está aturdida, la acaban de correr junto a su familia, no sabe cómo darle la cara a sus padres ahora, así que en vez de ir a su casa, se va en busca de la persona que puede ayudarla.

Unas horas después Luis José estaba acompañando a su prometida en la habitación, después que el médico le dijera que solo fue un susto, que debía mantener la calma y descansar, está no quiso que esté se fuera, no le daría la oportunidad de volver a ir tras esa campesina.

Por otra parte, Teresita se encontraba entre lágrimas contándole todo lo sucedido a Pedro Emilio, este no cabía de la rabia, se sentía impotente al no haber estado allí para protegerla, ese Luis José lo tenía cansado de su insolencia, como se atreve a querer forzar a la mujer que ama, no le bastó lo del río también hizo que la echarán de lo único que ella podía llamar hogar.

Pedro Emilio: Teresita, sé que no es el momento adecuado, pero te lo he dicho muchas veces, haré lo que sea por ti... Déjame proponerte algo.

Teresita: ¿Qué es? (limpia sus lágrimas atenta a lo que le dirá)

Pedro Emilio: Cásese conmigo Teresita.

Teresita: Pedro Emilio eso es absurdo, yo lo veo como un amigo, sé que tiene sus sentimientos hacia mí, pero se lo he dejado en claro (él se entristece lo que hace que Teresita se sienta mal)

Pedro Emilio: Lo sé Teresita, pero sería una forma de mantener a Luis José lejos de ti.

Teresita: me han echado de la Finca, no creo que vuelva a buscarme.

Pedro Emilio: parece que lo que hizo aún no te deja claro lo despiadado que es, ¿crees que te dejará en paz así te hayas ido? Yo no lo creo.

Teresita: yo... ¿qué hago Pedro Emilio?

Pedro Emilio: por lo pronto, ven a vivir a mi casa junto con tus padres, mis padres se irán a la ciudad en unos días por negocios, yo me quedaré a cargo de los negocios acá, así no estaré solo.

Teresita: me da mucha pena con tus padres.

Pedro Emilio: ellos te adoran, además no me voy a dar por vencido contigo Teresita, sabes que te adoro y quisiera que pudieras darme el sí pronto.

Teresita: lo voy a pensar.

Pedro Emilio la abraza y deja un casto beso en su frente, al menos le dijo que lo pensará, eso para él era un avance, la convencerá cada día con sus acciones, de eso estaba seguro.