La venganza sería la manifestación de la emoción pura, mientras que el castigo lo sería de la razón pura. Después de la muerte de su padre a manos de un líder terrorista, nuestra fénix como es llamada Cristin en la agencia de seguridad nacional. Busca el castigo para el asesino de su padre, así logra que él atente contra su vida, en ese despiadado acto Cristin pierde a su única hija, llevándola ha perder el camino. Pero al igual que el fénix, resurgirá de las cenizas para buscar justicia por el amor que le fue arrebatado. Zaid era un pequeño que vivía en la calle, adoptado por Yassir el enemigo de Cristin nuestra agente que sigue sus pasos, pero su verdadero nombre era Gael. en cierto momento queda dividido entre proteger al fénix o proteger al que ha sido su salvador y su padre toda su vida. El amor no siempre es sencillo, o leal, o romántico, también sabe ser amargo y doloroso. Podrán Zaid y Cristin sanar sus heridas, para poder tener un futuro distinto al que les fue impuesto.
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Latidos
Capítulo 10
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Zaid se reunió con el líder de la mafia de Milán, en todo ese tiempo no había tenido la fortuna de verlo en persona. Yassir lo admiraba, ya que era muy respetado en la organización y fuera de la misma. Además habían sido amigos de muchos años, pero como siempre todo llega a su fin, excepto la amistad y la lealtad.
—Se bienvenido Zaid, ya me conoces soy Pedro.—saludó el líder
—Es un verdadero honor conocerlo en persona, Aleksei me dio su mensaje. Estoy a sus órdenes.—respondió Zaid
—Este mundo ha sido una carga desde mi nacimiento, cuando me enamoré decidí dejarlo todo. pero por la seguridad de mi esposa, hijos y familia tuve que volver, sobre todo mantenerme al frente. Mi yerno Anatoli se quedará al frente de la mafia rusa, al igual que yo no pudo huir de su destino. En mi caso mis hijos tienen otra vocación, confío en los Abad. Tu padre ha sido leal, hablé con él antes de citarte y coincide en que eres el más indicado para quedarte en mi lugar. Confío en que preservarás la seguridad de todos, sobre todo de mi familia.—decía Pedro
—Había rumores donde señalaban a Daniel como su sucesor.—respondió Zaid
—No confío en los traficantes de personas, no somos mejores que ellos. Sin embargo también debemos tener límites, tu padre coincide conmigo, eres el indicado. Además con Daniel estaríamos en peligro.—agregó Pedro
—Confíe en mí, haré mi mayor esfuerzo. Garantizaré la seguridad de usted y su familia.—se comprometió Zaid
—Confío en ti, por fin tendré un verdadero descanso. Por cierto cuídate de Daniel, no es de confianza. en unos días se hará oficial y te presentaré a mi yerno.—decía Pedro
Había algo que Zaid valoraba mucho, era la confianza. Era joven pero sabía cumplir sus promesas, fueran buenas o malas. No podía esperar a ver la cara de Daniel al ver que él seria el nuevo líder de la organización.
Mientras tanto nuestra Fénix compró una bicicleta para pasear, era realmente una terapia completa dedicarse a ella misma. Recordaba las palabras de su querida tía, mientras haya vida debemos hacer el esfuerzo total de disfrutarla.
Cristin volvía a su departamento al llegar, Zaid ya estaba esperándola ahí, no habían quedado en verse. Pero a él le gustaba dar sorpresas.
—Vaya, ¿es nueva?.—preguntó Zaid
—Si, ¿Qué haces aquí?.—preguntó Cristin
—Moría por verte, ¿me invitas a pasar?.—preguntó Zaid
—Si, por supuesto.—respondió Cristin, amablemente Zaid se ofreció a ayudarla a atar su bicicleta a la reja.
Después subieron al departamento de Cristin, la llegada tan inesperada de Zaid no le dio tiempo de revisar si no había algo que la delatara.
—Vaya es muy acogedor.—expresó Zaid respecto al departamento
—Si, me imagino que es muy pequeño a comparación de tu mansión.—dijo Cristin
—Si, es verdad es muy pequeño pero me agrada. Creo que es por tu adorable presencia, estoy loco por ti.—decía Zaid mientras se acercaba a ella
—Ya no puedo reprimirme, hazme tuya.—exclamó Cristin
Sin esperarlo ella se arrojó a sus brazos, Zaid comenzó a acariciarla sobre su ropa. No había duda que el deseo era mutuo, ella se quitó el vestido dejando su silueta expuesta. Sus senos eran enormes, su cintura era pequeña y su abdomen tenía algunas cicatrices de su embarazo. Zaid se quitó su camisa y pantalón, dejando completamente desnudo su atlético cuerpo.
Ambos se acercaron de nuevo para abrazarse, besarse sin freno, la respiración de ambos era agitada el deseo y el fuego de la pasión eran notables. Mientras Cristin estaba de pie, Zaid se hincó para probar de su centro, lamió y besó su punto más sensible, para arrancar de ella sus gemidos. Después con su lengua recorrió sus entrepiernas hasta llegar a sus tobillos, la piel de Cristin estaba realmente estremecida.
Cristin llevo a Zaid a acostarse sobre la alfombra para que ella pudiera probar su miembro que estaba totalmente erecto, deseaba darle placer. Zaid disfrutaba de ese momento, era glorioso todo lo que estaba sintiendo. Zaid le entregó a Cristin un preservativo, ella se lo colocó y se levantó para poder montarse sobre el, los movimientos de su cadera mientras estaba sobre Zaid hacía que él se sintiera en el paraíso, mientras ella disfrutaba estando sobre el, Zaid le acariciaba sus senos. Cristin tenía el placer que había anhelado todo ese tiempo, por fin estaba ocurriendo de nuevo. Zaid la giró para posarse entre sus piernas para embestirla salvajemente, ese sentido de urgencia lograba que la hicieran suya sin control, las caderas de Cristin también se movían para que la disfrutara enteramente. Aún con su respiración demasiado agitada y al compás de sus gemidos, no se detuvieron hasta llegar al clímax.
Había sido un momento realmente lleno de pasión, Cristin era apasionada y segura de sí misma. Zaid no se imaginaba que sucedería tan pronto y sin pensarlo, pero también Cristin sentía ansiedad de hacerlo con el. No se arrepentía de su decisión, no había garantías de nada solo dos personas que se entregaban a la pasión.
—Fue majestuoso, me encantas.—decía Zaid
—Para ser sincera, fue realmente muy bueno. Me podría acostumbrar a esto, eres tan varonil. Me encantas.—dijo Cristin y lo besó apasionadamente
Zaid sacó otro preservativo para volver a unirse a ella, estaba listo para volver hacerla suya y seguir escuchando sus gemidos. Ella le pertenecía en cuerpo y alma según Zaid, Marina era fuego y no estaría dispuesto a compartirla con nadie, solo la quería para él.
Zaid despertaba en Cristin una pasión que jamás había experimentado, su temor era no poder salir de ella y que nublara su buen juicio. Terminaron una vez más, ambos se quedaron dormidos abrazados no solo era el cansancio por su experiencia previa, había sido tranquilizante escuchar como se sincronizaban sus latidos.
si así está escrita está noveltonn, como será en la vida real, debe ser uff más horrible aún