Esposada A Mi Amor.

" Somos una casualidad llena de intensión"

^^^Mario Benedetti^^^

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Después de la exitosa misión, el equipo SWAT decidió que era el momento perfecto para relajarse y celebrar. Con tres días libres por delante, todos estaban de acuerdo en que la bienvenida oficial de Samantha debería ser memorable. Eligieron un bar animado, con música en vivo y ambiente festivo.

El lugar estaba lleno de energía. Samantha se sentía cómoda con sus nuevos compañeros, disfrutando del ambiente relajado y camaradería. Se unió a las conversaciones, riendo y sintiéndose aceptada en el grupo.

Mientras la noche avanzaba, James, que desde hacía tiempo mostraba interés en ella, se acercó con una sonrisa y le extendió la mano.

- ¿Te gustaría bailar?

Samantha, sintiéndose animada por el bien, acepto con una sonrisa. Mientras se movían al ritmo de la música, disfrutaba del momento, sin pensar demasiado en el significado del gesto.

Desde la mesa, Fernando los observaba. Fingía estar concentrado en su bebida y en la conversación con otro compañero, Pero su mirada se desviaba hacia ellos cada pocos segundos. Sentía una punzada en el pecho, una sensación que no había experimentado antes ¿Celos?.

Fernando sabía que Samantha ya había rechazado a James anteriormente, y que ella tenía claro que no saldría con compañeros de trabajo. Pero eso no aliviaba la inquietud que sentía al verlos bailar tan cerca, riendo y disfrutando del momento. Se preguntaba si había algo más entre ellos, o si él mismo estaba leyendo demasiado la situación.

La música cambiaba de ritmo, y Fernando intentó apartar esos pensamientos. El hecho de que sus emociones estuvieran tan en conflicto le hizo darse cuenta de cuánto se estaba involucrando emocionalmente con ella.

Cuando la canción termino, Samantha regreso a la mesa con una sonrisa y se unió nuevamente a la conversación con el grupo. Fernando notó que su presencia lo calmaba de alguna manera, y aunque los celos persistían, decidió que no valía la pena dejar que esos sentimientos nublaran la noche. Pero dentro del él, algo estaba cambiando, una certeza de que quería más que una simple camaradería con Samantha.

El ambiente seguía animado, con risas y conversaciones cruzando la mesa. James se mantenía cerca de Samantha, siendo especialmente atento y asegurándose de que siempre tuviera una bebida en la mano o alguien con quien hablar. Al principio, Samantha lo agradeció, Pero con el tiempo empezó a sentirse incómoda. Su insistencia era evidente, y aunque sabía que James no tenía malas intenciones, no podía evitar sentir que la atención era demasiado.

Jessica, quien conocía bien a James y también había notado el rechazo previo de Samantha, decidió aprovechar la oportunidad para entender un poco más sobre su nueva compañera. Sabía que Samantha era reservada, era un tema que no había hablado abiertamente, Pero la curiosidad de Jessica la llevo a indagar.

Así que Jessica, en un momento en que la conversación se había dispersado un poco, Jessica mencionó de manera casual

- Sabes, Sam, me intriga el por qué tienes esa regla de no salir con compañeros de trabajo, ¿Hay alguna historia detrás de eso?

Samantha, que estaba tomando un sorbo de su bebida, sintió una punzada en el estómago. La mención de la regla la llevo de vuelta a sus recuerdos de New York, a Richard y a la traición que había sentido. No había hablado de eso con nadie de Los Ángeles, y no tenía intención de hacerlo, Pero sabía que eventualmente alguien haría preguntas.

Con una sonrisa tranquila Pero algo forzada, Samantha respondió

- Es solo algo que aprendí por las malas, Jessi. Las relaciones y el trabajo no siempre se mezclan bien.

Todos notaron la evasiva respuesta, y Jessica decidió no presionar más, Pero su comentario había dejado una atmósfera de curiosidad en la mesa. Los demás compañeros incluyendo a Fernando miraron a Samantha con una nueva consideración, preguntándose que podía haber detrás de esa regla tan estricta.

James, sin captar completamente la sutileza del momento, intento animar el ambiente con un comentario alegre, Pero Samantha ya se sentía incómoda. Fernando, que había estado observando en silencio, notó el cambio en la energía de Samantha. Aunque no conocía la historia completa, su intuición policiaca le decía que había algo más profundo detrás de esa regla.