Impura

• secuestro •

Río

Me desperté sintiendo mi cuerpo adolorido abrí mis ojos, una inmensa luz hizo doler mis ojos.

Me di cuenta que no estaba en el refugio, estaba sentada en una silla con las manos amarradas en medio de un cuarto azul sin ventanas solo una puerta y una silla delante de mi.

También que estaba sin mi camuflaje revelando mis garras y unos pequeños cuernos sobre mi cabeza.

Trate de soltarme pero me sentía muy debilitada bufé al mismo tiempo que escuchaba el sonido de la puerta abrirse.

Me sorprendió ver a una humana delante de mi, más ver a la reina de los humanos ante mi.

— Por fin despiertas — Habló con un tono ronco mientras se sentaba en la silla.

— ¿Qué quieres? — pregunte sin dejarme intimidar por su mirada fría.

— Creo que es algo obvio — se acercó más a mí.

Apreté los puños intentando usar mis habilidades pero no funcionaba.

Escuché la risa de aquella humana .

— Es increíble ¿cierto? — se apoyo en la silla cruzando las piernas. — Nos tardamos varios años en conseguir este material —.

— Pero valió la pena — se levantó acercándose a mí, con una de sus manos levantó mi mentón, parecía querer inspeccionar cada parte de mi cara.

— No sabes cuánto he esperado por encontrarme con tus amigos — examinó todo mi rostro — Gracias a ti por fin podré tenerlos en mis manos —.

— ¿Qué quieres decir? — hablé no creo que sea una simple humana.

— Ya lo sabrás, ten paciencia — Miró un objeto en su mano haciendo que su sonrisa se ensanche — creo que no tendrás que esperar mucho tiempo más —.

— Ya es hora — susurro para salir del cuarto

Seguramente espera que los demás vengan a buscarme, pero ¿Qué quiere hacer con todo esto?

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— ¿Piensas que sea buena idea ir? — habló Ciro.

— Obvio que no lo es pero no tenemos otra opción — se levantó Harith de la silla sentándose de nuevo adolorido.

Romy se rió levemente — Lo que es obvio es que si vamos no podrás ir así como estás —.

Harith la miró seriamente y ella solo alzó las manos con una sonrisa burlona en su rostro.

— ¿Podrías tomarte esto enserio? — dijo molesto por su comportamiento.

— Oh, claro que lo hago — cruzó sus piernas y recargo su mano sobre la silla — habló en serio cuando digo que serás un estorbo si vas con nosotros — escupió fríamente hacia el impuro mostrándole una linda sonrisa.

Harith tomó la taza que estaba sobre la mesa y se la aventó pero Romy con facilidad la esquivó haciendo que se estrellara contra la pared y se rompiera en pedazos.

— Dejen de comportarse como niños pequeños — Regañó Narine entrando al lugar con una caja.

— ¿Qué es eso? — preguntó Ciro mirando con curiosidad la caja.

— Son cosas que necesitaremos para ir por Río — abrió la caja sacando varios artículos desconocidos para la mayoría.

— oh, entonces si vamos a ir — susurró Romy para ella misma.

— Lo más seguro es que quieran hacer un intercambio — comentó Ciro mirando a Hazel.

— Pues llevaremos a la humana — Hazel miró a Narine — Se que quieren más que un simple intercambio confía en mí no romperé mi promesa —

— Prepárense salimos en media hora —

La mayoría comenzó a levantarse de sus asientos y fueron tomando las cosas que Narine dejo para cada uno de ellos en la mesa.

Media hora exactamente, fueron saliendo del refugio con la humana con ellos.

Cuando Harith estaba a punto de salir una serpiente se interpuso en su camino.

— Harith es mejor que te quedes aquí, sigues herido — Narine habló detrás de él, la serpiente se arrastró a lado de ella.

— ¡Pero ya estoy mejor puedo hacerlo! —

— Se que te sientes culpable por lo que pasó pero Romy tiene razón estás débil — fue lo último que dijo para salir.

Romy que estaba viendo todo a escondidas sonrió yéndose con los demás.

Usaron el poder de Narine para teletransportarse y llegar más rápido aunque solo pudieron llegar al bosque que los dividía por las tecnologías que los humanos tenían en su poder.

Romy se quedó observando unos arbusto por un momento antes de continuar caminando.

Llevaban puestas capuchas con máscaras para ir con más cuidado, lograron llegar hasta el pueblo humano donde decía la nota que se encontrarían, Hazel llevaba con ella a la humana con los ojos cubiertos y las manos amarradas.

Llegaron a la entrada el grupo volteo a ver a Narine esperando cualquier orden que ella les diera.

— Romy, crea un escudo a nuestro alrededor y lo demás ya lo sabes — miró a la impura a su lado quien asintió.

— Ciro, vigila los movimientos de cada uno de los que estén ahí y cualquier movimiento en falso que veas le avisas a Hazel — el otro impuro asintió.

—Está bien, pero ¿cuál es el otro trabajo que planeaste para Romy? — preguntó confundido por no saber esto.

— Ya lo sabrás — miró a la puerta frente a ellos — Hazel... —

— Lo sé — la interrumpió colocándose a su lado.

Los cuatro observaron la puerta que les daría paso al reino humano.

Una hora después llegaron a un palacio abandonado pero obviamente no iban a entrar por la puerta principal.

Narine, Hazel y Ciro entraron primero dejando a Romy atras, entraron sigilosamente sin que nadie se diera cuenta.

Narine caminaba por delante y atrás de ella Hazel y Ciro siguiéndola.

Llegaron a lo que parecía ser la sala de coronación vieron a un gran grupo de personas reunidas y a una persona sentada en el medio.

— Creo que se tardaron más de lo acordado — habló una voz femenina a lo lejos.

El pequeño grupo se dio cuenta rápidamente que se trataba de la Reina.

No les importo ver un rostro joven y lindo liderando a todos aquellos en ese lugar.

Sabían bien que la persona sentada allí tenia una mente muy poderosa.

— Nunca hemos tenido la desgracia de venir a su mundo hasta esté momento así que claro que nos costó un poco llegar hasta acá — Respondió Narine observando fijamente a la joven sentada, su voz era tan profunda que todos los humanos allí presentes temblaron.

— Cierto disculpen por eso, pero ¿no ustedes eran más? — preguntó mirando a cada uno de ellos con detenimiento — ¿Porqué solo vinieron tres de ustedes? —

— No sé si lo recuerda pero dejo mal herido a uno de mis compañeros y se llevó a la otra — Comentó Hazel ladeando la cabeza.

Más de uno sintió un escalofrío parecido al que sintieron cuando Narine hablo, pero la voz de Hazel era un poco más aguda.

— Tienes una voz muy linda para ser impura —.