REINA VIUDA

ALONDRA.

Dibujo un mapa con las indicaciones y dejamos la habitación, llegamos al salón principal del palacio, por lo general este lugar solo se usa en fiestas, pero tal parece que lo adecuaron para los invitados. En el salón veo caras conocidas, todos los miembros de la corte están aquí, lo más raro de todo esto es que parecen tranquilos con la presencia del rey de Salamanca.

Junto a Sonia y ocupando el puesto de mi padre se encuentra mi verdugo, es más feo de

lo que pensé, un viejo regordete y calvo, me mira de una forma aterradora, sonríe al verme

y noto que le faltan algunos dientes, debe tener al menos 65 años.

Hago una reverencia y me presento ante él.

Que gusto al fin poder conocerla princesa, es más hermosa de lo que decían.

Digo lo mismo, es usted más desagradable de lo que dicen.

Que te pasa alondra, respeta a tu rey.dijo Sonia mirandome mal.

Déjela, me gustan las mujeres con carácter, pero acércate quiero que hablemos de la boda.

La sonrisa sádica de ese hombre me eriza la piel, pero no puedo demostrar miedo, camino hasta ellos y me siento a su lado, detrás de nosotros están sus guardias, una ves me senté veo al capitán al fondo del salón, gracias a dios sigue vivo, eso me da algo de esperanza.

En qué piensa mi futura reina.

Nada, cuando será la boda.

Mañana mismo, debo volver a mi reino y quiero que llegues como la reina.

Tengo un pedido.

No estás en condiciones, pero estoy dispuesto a considerar tus solicitudes.

Quiero llevarme a mis sirvientes de confianza y dos hombres de mi guardia, no le confío mi seguridad a nadie más.

Está bien, puedes llevar a quien quieras, pero estando en mi reino debes cumplir mis reglas.

Que reglas.

Ya lo sabrás, por ahora come será la última vez que comas en este lugar.

Su sonrisa es horrible, esa mueca que hace para sonreír, tiene los párpados caídos y son escalofriantes, no me provoca comer nada, pero me tomo un poco de vino para poder soportar todo esto.

Mis dos sirvientas están en el salón sirviendo para los invitados, todos parecen festejar mi matrimonio y hasta ofrecen brindis por los novios, me causa risa, cuando escuché a todos gritar bendiciones para el rey Marcos, quise cortarlos a todos en pedasitos, no entiendo la hipocresía de esta gente, como pueden festejar con este hombre que mató a miles incluyrndo a mi padre sin ninguna clase de remordimiento y por poco acaba con este reino, solo por su ambición.

Sonia ofrece un brindis y festeja por mi boda, se le nota lo feliz que está, gracias a este rey podrá quedarse con todo, pero juro que todos lo que están en este salón pagarán con su vida la traición a mi padre, no descansaré hasta vengar su muerte.

La fiesta se extiende hasta la madrugada y muy temprano mis sirvientes llegan, entre estás está mi Nana, la extraño tanto que al verla la abraza fuerte.

Mi niña me alegra tanto que estes bien.

A mí también me alegra verte, como te han tratado esas mujeres.

Bien, no te preocupes.

Nos sentamos en la cama y no deja de mirarme con preocupación, se muy bien lo que está pensando.

Mi niña, segura que te casaras, mira que puedo ayudarte a escapar de nuevo.

No, si lo hago muchos morirán, suficiente con la muerte de mi padre y todos sus soldados, ayúdame a vestir y diles a mis sirvientas que se preparen, después de la boda nos iremos.

Nana suspira y va por mi vestido de novia, un enorme vestido blanco, tiene tantas capas que siento que podría esconderme en él, fueron necesarias 3 personas para ponérmelo y ajustarlo, no sé de dónde diablos saco mi madrastra este adefesio, pero me da lo mismo como me veo hoy, no me siento nada emocionada por esta boda.

 Te ves preciosa, tu madre lloraría si estuviera aquí, dice mi nana llorando

No llores nana, sé que sí, pero no de felicidad, sabes que voy directo a la horca.

Piensa positivo, si logras que ese hombre quede satisfecho podrás tener una buena vida, solo controla tu carácter.

Lo intentare, pero juro que si tengo la oportunidad le voy a cobrar la muerte de mi padre.

No hagas locuras y mantente a salvo.

Me mire en el espejo y a pesar de no gustarme el enorme vestido me quedaba muy bien, con ayuda de los guardias llegue a la capilla del castillo, sería una boda rápida y con pocos invitados., El cardenal realizo la ceremonia y todo fue muy tranquiló, me negué a decir botos y al rey Marcos pareció no importarle, él tampoco los dijo, me dio un beso corto y recibimos la bendición del cardenal, dejamos el lugar y me fui a cambiar pues partiríamos de inmediato.

Como se lo solicite mi nuevo esposo permitió que mis sirvientas nos acompañaran y 3 guardias del castillo, entre estos el capitán pues es el único al que podía confiarle mi seguridad, Sonia fue nombrada reina regente con la condición de que cuando yo enviudara me devolvería el reino y este ahora pasaba a pagar impuestos al reino de Salamanca como consecuencia de perder la guerra.

 Me pareció injusto, pero la cláusula de que ella debe devolverme el reino en cuanto vuelva a ser una mujer libre me dejo más tranquila, solo tengo que esperar que este viejo muera y solo espero que durante ese lapso de tiempo esa mujer y sus hijos no acaben con mi reino.

Le doy una última mirada al castillo antes de subir al carruaje, a lo lejos veo a mi nana tras un pilar llorando y trato de no hacer lo mismo, juro por la memoria de mis padres que regresare a tomar mi lugar, dentro del carruaje va el

capitán y dos de mis 3 sirvientas.

Princesa sabe si el rey la nombrara oficialmente reina de Salamanca, dijo el capitán.

No, como podrá darse cuenta no he tenido la oportunidad de hablar asolas con mi

ahora esposo y la verdad me intriga un poco lo que encontraremos en su reino, conoce historias de ese reino…….