Un hombre de personalidad fuerte, fría, arrogante, egocéntrico, déspota y con una autoestima más arriba del cielo mismo, acostumbrado a tratar a todos por debajo de él, así estén por encima, se cruzará por casualidad con una hermosa joven y quedará obsesionado con ella.
Nicholas Elliott Windsor, descendiente de una familiar importante, con un ego inmenso, acostumbrado a obtener cualquier cosa, es el segundo en la cadena de mando de la elite; General de cuatro estrellas, casado y con 32 años, querrá a la hermosa Lia Harrington en su lista de las mujeres que usa y desecha.
Lía Harrington es una joven de 22 años, que aparentemente es una simple profesional, es modelo y una abnegada novia de un teniente coronel, pero que en realidad es una coronel en la organización secreta de la Élite.
Lía no solo es la mejor espía de su tiempo, sino que tiene una personalidad tan fuerte como la de Nicholas y le enseñará a jugar su propio juego.
Podrá Nicholas doblegar a la hermosa Lía.
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Más sorpresas
—Mucho gusto, soy Lía. —Dice estirando su mano, conoce a cada uno de los amigos de André, a la esposa de Nicholas y por último le da la mano a él.
—Mucho gusto, señorita Harrington, es un verdadero placer conocerla. —Sus miradas votan chispas y la esposa de Nicholas lo toma del brazo y habla.
—Eres muy hermosa, tienes mucha suerte Alessandro y cuando será la boda. —Pregunta Verónica.
—No tenemos fecha aún, mi amor tiene mucho trabajo en su carrera de modelaje y yo también quiero dejar todo en orden. —dice y le da un beso en la mejilla.
—Si claro, usted también es muy hermosa señora Harrington… Ahora sí, me disculpan, debo saludar a otra persona. —Sonríe y Alessandro la toma de la cintura y ambos se van, Nicholas está que se rompe los nudillos, ella está hermosa, ese vestido resalta esos maravillosos pechos que no se saca de la cabeza y le molesta siquiera pensar en que tiene novio.
—Yo también me retiro, está por comenzar la reunión y debo hablar con alguien primero. —Se aleja Nicholas y Verónica se le pega atrás, pero cuando están alejados la enfrenta.
—Deja de perseguirme y no me vuelvas a tomar del brazo así o te dejaré mal parada, estás advertida.
—Soy tu esposa y…
—Y qué, no fue mi culpa, sabes que eres mi esposa de papel, así que si no quieres quedar en ridículo no te me acerques.—La deja tirada y se va, una vez está solo va por un trago y se lo toma de una, busca a Lía con la mirada y la ve con tres mujeres, Lugo tres hombres se le acercan y al final toma una llamada y sale al jardín para contestarla.
—Lía está hablando con su informante y le da varias indicaciones, luego de que tiene la información corta y al girarse choca con Nicholas.
—¡Carajo!… Estás loco cómo me asustas así.
—Hermosa… Te encontré al fin. Dice y la pega a su cuerpo.
—Me estabas buscando… Por qué. —Pregunta confundida.
—Porque me tienes loco, eres la prometida de ese cretino, dime qué es mentira. —Ella se suelta y se ríe
—Eres increíble, tu esposa estaba al lado y no es reclamo, es tu vida, no me importa, nos vimos, nos comimos, ya fue tú pusiste las reglas. —Trata de irse y él la acorrala llevándola a un pasillo y la besa, el beso los envuelve y la pasión les recorre el cuerpo.
—Te necesito otra vez, no me importa lo que dije…
—Besas divino y extrañaba tu lengua y no puedo sacar la sensación de tu boa en mi cuerpo —Dice y esta vez ella lo besa y luego se aleja.
—Pero pasó, ya fue, me diste la mejor de las clases, ya sé lo que necesitaba —Se da la vuelta y no aguanta la risa, pero Nicholas la toma del cabello y la gira.
—No me digas esa mierda, qué carajo te sucede, ese hijo de perra no te va a tocar. —La carga y la lleva jardín adentro no hay nadie en ese lugar, solo las pocas luces de afuera le dan una iluminación tenue a ese lugar.
—Estás loco, nos pueden ver. —Dice Lia.
—Temes romperle el corazón al hombre que tanto amas. —Contesta.
—No, temo que termines muerto, si mi familia te ve aquí conmigo, créeme que no te van a identificar después. —Ella va riéndose.
El hombre la lleva al jardín y la acuesta en el césped, sube su vestido y acaricia con su mano las piernas de ella mientras la besa.
—Me importa una mierda, te quiero ahora mismo. —Ella le suelta un manotazo y vuelve a decir.
—No es orden, es petición hermosa. —Ella sonríe y lo besa, el beso sube de tomo y él le besa los pechos, se baja sus pantalones y le quita las bragas a ella y sin más demora se adentra en su hermosa y atrevida lía.
—Maldición. —Exclama ella, extrañaba su calor, el grosor de su boa y las sensaciones que le hace sentir.
Nicholas se va contra ella una y otra vez mientras la besa y amasa sus grandes pechos, ella gime y él gruñen aunque sus bocas atrapan los sonidos.
—Joder Lia, me iba a morir si no lo probaba de nuevo. —Dice él entre embestidas.
—Dame tan fuerte como puedas porque no se volverá a repetir. —Él abre sus ojos y la besa para darle más fuerte, luego la llena de nuevo.
—Lía, carajo. —Dice.
—Nicholas… —Exclama ella.
—Olvídate de eso, que esta no será la última vez —Le coloca las bragas y le arregla el vestido.
—Estás hermosa y me provoca tenerte toda la noche. —Ella sonríe
—Codicioso, yo tengo novio y tu esposa no se pueden hacer cosas como esa.
—Ya te estás arrepintiendo de lo que hicimos —Pregunta y ella lo toma de la barbilla.
—Jamás me arrepiento de nada, son tretas eso de hacer algo y al terminar decir que está mal… —Se acomoda.
—Eso está mal desde un principio y que lo diga no lo va a cambiar y no me importa lo que otros digan, pero ahora debo irme, tengo una reunión. —hace para salir.
— Yo también tengo una, te llamaré después para vernos, ten… —Le entrega un teléfono.
—Y esto que es, te llamaré a este número… —La besa bruscamente y se va, pero luego se regresa y la vuelve a besar.
—Mi diosa. —Se va y ella niega riendo.
—Está demente, pero coge delicioso. —Murmura ella y luego sale como si nada.
El líder se le acerca.
—Lía, ya están todos en el salón, vamos, estás lista. —ella asiente.
Él se adelanta y sus amigas van con ella para acompañarla hasta la puerta.
—Lía, estamos contigo, ahora como lo tomara Alessandro. —Dice sharpei.
—Que lo haga como quiera, no podía decirle, pero ahora lo sabrá.
Lía se acerca y escucha como discuten sobre la disolución de los espías de la élite, hay gente en contra y a favor.
—Yo opino que debemos absorber a los elementos e incorporarlos a la élite, sus métodos poco ortodoxos nos afectan. —habla Nicholas.
—No podemos seguir en esta disputa, nosotros hacemos un excelente trabajo y la coronel del escuadrón imperial es la mejor. —Habla cavallari y Lia entra.
—Buenas noches a todos, soy Lía Harrington la coronel emperatriz y no estoy de acuerdo con la disolución. —Se queda viendo con Nicholas y este está sorprendido, pero no tanto como Alessandro, que tiene la cara roja de rabia y decepción.
—Lía que haces aquí… Que dices. — le pregunta el novio a lía.
—Ahora no. — Contesta y se para frente a los altos mando de la elite y luego gira hacia los presidentes y ministros.
Nicholas está confundido, impactado esta mujer la mando el diablo para cobrarle, no sabe qué.