Cerezos De Sangre.

Ricardo.

Es muy difícil aceptar todo esto, camino este difícil proceso y los pasos pesados se vuelven, voy a mi habitación, pensando en el día de mañana, me quito la ropa y solo me quedo en bóxer que es cono suelo dormir, reviso ni teléfono y busco su nombre de la cual tendré que aceptar que en unos días será mi esposa.

La señorita Luna Prioste Adler...

No hay duda que es guapa, si lo es. Tiene muy pocas fotos en su perfil, aquí una que otra amiga, sus padres están junto a ella en un día de playa, bueno y eso es todo, pero que está mujer no hace vida social o se divierte como las demás personas jóvenes, que aburrida será mi vida desde que me case.

Aunque me puedo escapar y renunciar al matrimonio, total de cuentas me están obligando, me fueron imponiendo una esposa y yo no sé quién lo pidió. Vaya que estos meses de abstinencia han sido duros para mí, recuerdo cuando iba a los bares a divertirme y tomar una copa, siempre era seguro que me llevaba a alguna chica a un hotel, pero conforme pasaron los meses y mi padre me pidió trabajar para él pues ya ni tiempo me deja para divertirme con alguna mujer.

Luna...

Despierto de un sobresalto, la preicupacion por el dia de mañana me ha quitado el sueño. Tengo en mis manos los documentos y algunas anotaciones para ir mañana a la empresa, que me esperará y como me irá, quisiera que mi madre o mi tía Graciela, estuvieran conmigo porque las extraño mucho.

Que tal y si no puedo llevar el peso de la empresa y si fallo en algo... Es mucha responsabilidad para mí. No sé si podré lograrlo.

Me pase varias horas revisando los papeles y trate de empaparme del los temas que se van a tratar en la mercadotecnia de la empresa. No quiero que me vean como una inútil que desconoce el trabajo de sus padres aunque sea así pues no los haré quedar mal.

Veo mi teléfono y ya son las tres de la madrugada, vaya que si se me paso volando la hora, mañana o bueno más tarde tengo que prepararme para ir a la oficina. Apago todo y cierro las cortinas, me envuelvo en las sábanas y mis párpados se hacen pesados hasta caer en un sueño profundo.

Parece que he pestañeado unos minutos y ya el cielo está claro, me siento cansada, no debí desvelarse hasta tan tarde. Voy hacia la ducha y me dejó relajar con el agua tibia que cae sobre mi piel, para luego escoger un vestido no muy descarado, me hago un moño alto dejando ver mi cuello libre y tomo los documentos.

Ya la señora Lisa me espera con un desayuno que huele exquisito. El café está increíble y estos panecillos uf una delicia, la fruta me encanta, como muy bien he disfrutado de todo un poco. Subo a cepillarse los dientes, corrijo mi labial y ya estoy lista. Vamos junto a Hugo para que me lleve a la empresa, los nervios van creciendo cada minuto más en mí, cuando veo que ya se va acercando a su destino, disminuye la velocidad y un gran edificio está frente a nosotros.

° Señorita Prioste aquí es la empresa de su familia, me quedaré cerca para esperar hasta que salga.

• O no, no hace falta no sé cuanto voy a demorar es mi primer día aquí y no quiero que estés esperando tanto tiempo. Te llamaré para que me recojas.

... Y que escucho esa voz que me pone nerviosa y de mal humor.

• Hola, si quieres yo te llevo hasta tu casa, total el camino ya me lo sé.

• No hace falta. Permiso.

... Entro de prisa, pero este hombre logra tomarme del brazo se pega muy cerca de mi rostro y empieza a hablarme.

• Tú crees que esto es para mi fácil pues déjame decirte que no lo es. Tenía otros planes y ya no los tengo, si queremos llevarnos en paz es mejor que lo hagamos desde ya.

• ... Y quien dijo que yo me quería llevar bien contigo, además te recuerda que solo serán unos papeles firmados más el matrimonio no se llegará a consumar.

• Eso se verá después por ahora subiremos juntos y tratemos de llevar la situación acorde a nuestros objetivos y compromisos.

• Sí no hay otra opción ... Bueno así tendrá que ser. Pero ahora ya te puedes alejar.

... Subimos juntos al ascensor ante la atenta mirada de los empleados. Nuestro piso es el número 17. El silencio es incómodo y yo solo quiero que esto acabe pronto.

• Llegamos, después de ti Luna.

• Gracias Ricardo.

... Nos reciben dos mujeres muy guapas al parecer modelos, y el otro joven es muy bien parecido.

Pero me sorprendo al oír que una de ellas llama con tanta confianza a Ricardo por su nombre. Y a mi nisiquiera me saluda.

° ¡Vaya pero tú aquí!

• Hola Lorena.

° Buen día, señorita Prioste, soy Mario Paz encargado del area de contabilidad, ya el jefe de área nos informó sobre su llegada y la de su novio a la empresa, permítanos mostrarles su funcionamiento y en una hora se dará inicio a la reunión de presentación como se pidió.

• Muchas gracias y tú vienes conmigo o te quedas.

... Le digo a Ricardo ya que veo que esa mujer se lo come con los ojos.

• No, yo voy contigo.

Ricardo

... Camino junto a ella ya que esta seria y así vamos escuchando al muchacho que nos hace una pequeña guía sobre la empresa.

Atrás se quedan Camila y su amiga no sé cómo se llama, me sorprendió verla aquí, pensé que estaba en otra agencia. Esto será un poco difícil, ya que en el pasado tuve uno que otro encuentro con ella y que encuentros.