Bayolett Anderson era la chica a la que todos esperaban saludar por la mañana en la escuela. Era amable, femenina, inteligente y la mejor en todo, literalmente. Todos la conocían como La Duquesa debido a que su familia era una de las más ricas, y por su actitud. Ella misma planeaba su futuro meticulosamente. A pesar de siempre mostrar una imagen perfecta, solo aquellos que realmente la conocían sabían quién era en realidad. Sin embargo, todo cambió cuando sus padres decidieron
intervenir en su destino. ¿Acaso los matrimonios arreglados aún existen en la actualidad? Al parecer sí. Al ser unos padres ausentes, no fue mucha sorpresa para Bayolett, pero sí mucha indignación. Eros Wild era uno de los más destacados de toda la ciudad. Eros seguía su camino hacia lo que quería, mostrando su
dominio y estableciendo las reglas. Por otro lado, Bayolett revelaba poco a poco su verdadera esencia, la cual mantenía oculta ante los demás y que sería su perdición. Eros sería otra de las victorias.
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Capitulo 10
Cruzo el escritorio, aún mirándolo –.No levanto mi cabeza, pero tampoco la bajo –.El tampoco baja la suya, puedo sentir su tensión, de verdad esta enojado. Me detengo en la punta del escritorio, me mira unos segundos mas y luego mira
Unos papeles.
-Quiero que te inclines, y leas este párrafo.
Enseguida frunzo el ceño, ¿inclinarme? –Miro hacia el papel, reconozco mi firma en el. Es el contrato. Genial, me hará
Recordar las reglas. Que nunca leí. Me mira expectante, aprieto mis labios y me acerco al papel, apoyo mis manos en el escritorio, pero no me inclino, tal vez solo fue una manera de decir.
-Dije que te inclines. –No, lo dijo en serio.
Vuelvo a suspirar y lentamente me inclino, bajo mi mirada hacia el papel. –Debí dejarme la sudadera puesta.
-El señor Wild al ser ya ahora el precursor de este contrato, tendrá las siguientes autorizaciones –me detengo al ver que se acerca, trago saliva y sigo – imponer las órdenes principales... jadeo, cuando choca su palma fuertemente en mi trasero
-Maldito hijo de...
-Sigue. –Giro mi cabeza hacia él, me mira con advertencia, dejándome sin ganas de averiguar que pasaría si no lo obedezco. Vuelvo a mirar el papel, suspiro.
-Tener total obediencia... –me detengo cuando vuelve a golpear, aprieto mis labios y cierro los ojos unos segundos. Los abro y sigo –de la señorita Anderson. Y. –otro golpe –castigar de ocurrir lo contrario. –otro golpe, tomo una bocanada de aire –Debe haber completo respeto.. –otro –y sinceridad. –otro. Aprieto mis puños –Si no se obtiene por cualquiera de ambas partes...–vuelvo a jadear cuando
da otro –el otro tendrá el permiso de someter. –Da otro y luego se apoya en la mesa, con sus manos a cada lado de mi
Respira igual de jadeante que yo, observo su rostro de reojo, mientras su respiración roza mi hombro y mi mejilla. Cierro los ojos unos segundos. La sensación si se sintió fuerte, pero me asusta que en su mayoría no se haya sentido, dolorosa. Mis piernas se cierran al sentir su presencia detrás de mí. Miro sus grandes manos al lado de las mías, ninguno hace ningún movimiento por unos segundos. Su dedo roza levemente el mío, pero se aleja.
El frío llega a mí cuando lo hace, despertándome.
-Espero que ahora las cumplas –dice, mientras se coloca de espaldas –Retírate.
Levanto las cejas, espero que me mire pero no lo hace. Muevo mi mandíbula y luego me incorporo, camino rápidamente hacia la puerta y salgo, subo las escaleras. Mi mente aún esta cegada, por el enojo, y por el deseo. Una parte de mi imaginó
que haría eso, pero fue solo eso, una imaginación. dios mío, me casaron con un sádico. Aunque, no me víctimizare. Yo no me aleje cuando lo hizo. Genial, ahora resulta que soy una masoquista. No, no. Tampoco que me gusta que me den con un tubo, solo fueron un par de palmaditas. Tengo que asegurarme de no volver a provocar eso, si lo hace de vuelta tendré el tiempo para averiguar si me gusta, y no quiero.
-Llegas tarde, Bayo.
-Lo se, ¡lo siento!, iré a cambiarme. Paso por ellas y me dirijo al baño. Dejo el bolso a un lado y comienzo a quitarme la
ropa. Quito mi sostén para colocarme la maya, me miro al espejo mientras lo hago. Frunzo lentamente el ceño y me giro. Entre Abro la boca mientras observo mi trasero. Oh por dios.
Me dejo un moretón, el maldito me dejo un moretón gigante. dios, ni siquiera lo sentí tan fuerte. ¿Cómo es eso normal?
Tendré que colocarme un short arriba. Esto no se quedará así, no le daré nalgadas, pero si me vengare. Miro mi rostro, notándolo sonrojado. Parezco una niña recién regañada. Tal vez yo soy la única de los dos que le está poniendo sentido sexual a esto. No, tiene que tener relación con lo sexual, que me dio nalgadas dios mío. Tendré que vengarme del mismo modo. Porque yo también me enoje con él, y no lo hice pagar.
-Hola, Chris -me asomo a la cocina –gira su cabeza y me sonríe.
-Pequeña Duquesa, ¿dónde estaba?, no la vi merendar.
-Estaba disfrutando de una relajante ducha, la necesitaba -me acerco y me coloco a su lado –¿Qué haces?
-El señor estaba un poco estresado, me decidí a hacerle su plato favorito, pollo al verdeo –asiento lentamente
¿Estresado?, yo fui la que se aguantó quién sabe cuantas nalgadas.
-¿Estresado?, por su cara creí que siempre lo estaba.
-Oh, el señor es alguien muy trabajador, solo eso –la miro, apaga la cocina–. Bien, ya está. En cuanto termine de bañarse serviré la mesa. Lástima que se enfriara un poco. Se aleja, mientras limpia sus manos. Sonrío lentamente y me giro.
-Déjame eso a mí.
Camino fuera de la cocina, subo las escaleras y me giro hacia su habitación. La abro, mientras escucho el sonido de la ducha me acerco a la puerta del baño y empiezo a desatar la bata, mientras la abro. El sonido del agua opaca el sonido de la puerta, me adentro mientras termino de sacármela.
La dejo arriba del lavabo y camino hacia la ducha, abro lentamente la cortina. Levanto levemente las cejas al verlo de espalda, ladeo la cabeza al ver su trasero, me voy a tomar el atrevimiento de mirarlo, el golpeo el mío. Me adentro y gira su cabeza, frunce el ceño pero luego lo suaviza al verme de arriba abajo, sonrío. Se da vuelta por completo y mi mirada baja.
Aprieto mis labios al verlo, no dejaré que me distraiga, no debo hacerlo, no importa. Cuan tentador sea esto. Avanza un paso hacía a mí.
-¿Necesitas algo? –susurra, con intenciones de seguirme el juego subo mi mirada a él, mientras que la de él sigue en mi cuerpo. Me acerco, mientras vuelvo a bajar la mirada.
-Porqué lo miras?,¿quieres tocarlo? –levanto mi cabeza y clavo mi mirada en el. Este hombre ni siquiera tiene vergüenza en sus palabras, es directo, no da vueltas como la mayoría que conozco. Eso me gusta. Levanto mis manos y acaricio su pecho, bajo lentamente una de mis manos y lo
Tomo, levanta su cabeza y noto como lucha para no cerrar los ojos. dios, es grande, y grueso.
Empiezo a imaginar como sería seguir esto, pero no puedo dejarme llevar, no ahora. –me coloco de puntitas mientras muevo mi mano, acariciándolo. Acerco mis labios a los suyos, hasta rosarlos. Entreabre la boca, empezando a respirar jadeante. Ladeo la cabeza y bajo la mirada a sus labios, solo para tentarme.
-La cena esta lista susurro –Me alejo de él, retrocediendo. Sus ojos parpadean, mientras se coloca serio. Sonrío y salgo de la ducha, tomo mi bata mientras salgo del baño.
-¿Puedes creer que me quitaron mi teléfono? –muevo la paleta en mi boca, mientras seguimos caminando. Suspira –¿Ya ti?, ¿el hombre roca te dijo algo? –La miro de reojo.
-Solo me dio un sermón –Asiente.
Suertuda -murmura
Me detengo cuando mi teléfono suena, lo miro mientras quito la paleta de mi boca. –Frunzo el ceño al ver que es de mi padre, pide verme.
¿Qué demonios quiere?
Suspiro y alejo el mensaje, mi mirada viaja al mensaje de la empresa del perfume. Oh, cierto que tenía esto.
-Qué lees? –se coloca a mi lado y mira el teléfono –Oh por dios se aleja y me mira –¿Te escribieron de la empresa de perfumes Gamma? –la miro mientras suspiro –¡Saldrás en la tele!
-Shh –le hago señas para que se calle, cubre su boca –Aún no lo decido. Vuelvo a mirar el mensaje.
-¿Cómo que aún no lo decides?, Bayolett –la miro –¿Porqué no quieres?
— No es que no queira. Simplemente, no lo se –termino murmurando
-¿Acabas de decir, no lo sé? –parpadea, mientras frunce el ceño -. Sabes que, cada vez que digas no lo sé, te golpearé. –Giro mi cabeza, cuando choca su palma con mi mejilla.
-¡Rachel! La miro.
¿Qué demonios te sucede?
-Tú, eres una mujer segura –me señala. Nada de dudar, la inseguridad no está en tu sistema –suspiro –. Además, siempre me dijiste que la vida era muy corta, ¿por qué entonces negar esta clase de oportunidades?. La miro unos segundos más. Es verdad, yo siempre digo eso. Estoy perdiendo el toque, tengo que reaccionar.
-Espero que aún me quieran –miro el teléfono, mientras escucho como chilla.
Me cruzo de brazos, mientras camino hacia él.
-¿Cómo estás, hija? –no contesto –. Pasa, el té espera.
-No quiero un maldito té, dime que quieres. Se acerca, lo miro seria.
-Mañana vendrá el dueño de las empresas Linux. Necesito ayuda con eso –suelto una risa seca –Sería un gran contrato si logro que esté satisfecho.
-Eres insaciable. Tienes todo lo necesario, pero sigues buscando más –me mira neutro, es como hablar con una máquina –No volveré a actuar de prostituta. Búscate a una real y déjame en paz –Me giro y camino hacia el auto.
-¿Tengo que volver a amenazarte, hija? –me detengo, aprieto mi mandíbula.
-No puedo hacer eso –me vuelvo a girar –¿Acaso quieres arruinar este matrimonio que tú llevaste a cabo?
-El dueño de la empresa ya está al tanto de que este matrimonio es arreglado. No le sorprendería ver a la mujer irse a los brazos de otro hombre, porque no se encuentra satisfecha –arrugo mis labios. Maldito enfermo.
-No se si leíste el contrato, pero específica claramente que debo obedecer en todo al señor Wild –me acerco. ¿Crees que si le hablo de esto le gustará? –frunzo el ceño. No me interesa obedecerlo, pero digo lo que sea para salir de esta situación.
-Entonces será mejor nos arriesguemos, le dirás que será una cena familiar –suspiro y miro unos segundos hacia otro lado
Las lágrimas de impotencia amenazan por salir. Odio esto, creí que el matrimonio arreglado al menos me sacaría de tener que hacer esto.
-No quiero hacerlo –casi murmuro, mirándolo con piedad
Se mantiene neutro.
-Querrás, si quieres ir a la universidad –mi garganta se cierra
Lo miro unos segundos más y luego me giro, caminando al auto. Me adentro y cierro fuertemente la puerta.
-¿Todo bien, señorita? –pregunta Pablo –Mantengo mi mirada unos segundos en el suelo. Suspiro profundamente y luego
Sonrío, lo miro.
-Si, Pablo. Solo padres autoritarios –le resto importancia, asiente y mira hacia adelante. Parpadeo y borro mi sonrisa, miro hacia la ventana.
-¿Dónde está Chris? –pregunto, saliendo de la cocina y entrando al comedor
-Se sentía mal –responde, aún con la mirada en unos papeles.
No me mira desde lo del baño, parece estar enojado. Pero sabe que se lo merece, por eso no me dirá nada. Y si lo hace, que no sean palabras, porque la escena de la ducha solo abre mas mi imaginación. Sonrío y me giro, detengo mis pasos hacia las escaleras, al recordar la voz de mi padre. Suspiro y bajo la cabeza unos segundos, mientras cierro los ojos. Me giro y lo miro.
-Oye.
-¿Mm?
-Mañana tengo una cena familiar –levanta por primera vez su mirada hacía a mí.
-Creí que estabas enojada con ellos –murmura, intrigado
Lo miro unos segundos más. Una parte de mí quiere gritarle todo, gritarle que no estoy enojada, estoy cansada. Gritarle todo lo que me hicieron pasar y todo lo que siguen haciendo. Pero la otra parte, recuerda que él al igual que ellos, conoce todo el mundo de los ricos, y como funcionan las cosas. Que él organizó un matrimonio falso solo por capricho. Y que fuera de eso, nunca le dije una palabra de eso a nadie.
-Es solo para hablar. –Asiente lentamente, vuelve a pasar la mirada a su computadora.
-Bien. Pablo te acompañará –Lo miro unos segundos más.
El no es diferente, Bayolett. ¿Porqué sigues esperando algo?, siempre sucede cuando conozco a alguien nuevo. Me giro y subo las escaleras. Solo quiero estar sola, de una vez por todas. Pero tengo que ser paciente.
Porqué no ha huido de las garras de sus padres?🤔
Porqué no le dice a Eros las verdaderas condiciones en las que ella ha vivido?🤔
Porqué no busca una salida a todo si es inteligente?🤔
Qué emoción 🤓
Pero no sé hasta dónde Eros comprenda a Bayolet 🤔
Sigo con mis conjeturas hay algo más en ese matrimonio arreglado que no termina de convencerme 🤔
Cómo es posible ésto pero no nos engañemos aún en pleno siglo XXI muchas chicas están expuestas a éste trato por parte de quien debería cuidarlas y protegerlas de todo y de todos 😥😥😥