EL PODER DE LOS OJOS DIVINOS

La historia avanza, una semana después del desafío en la cueva.

Lisa y su madre trabajaban como sirvientas en la casa de Gabriel para que el reino no le hagan daño ni la expulse.

Un día, Lisa irrumpió en la habitación de Gabriel, sorprendiéndolo al despertarlo.

"¿Qué aventura tendremos hoy?" dijo Lisa con entusiasmo, "vamos, levántate, vamos en busca de emociones."

Gabriel se levantó de la cama y juntos bajaron las escaleras. Comieron en la mesa, donde Lila, la madre de Lisa, se mostraba contenta al ver la buena relación entre su hija y Gabriel. Al terminar la comida, salieron de la casa. Lisa corre emocionada, ansiosa por escalar el imponente árbol.

Atravesaron el espeso bosque, mientras el canto de los pájaros llenaba el aire. Finalmente, llegaron a los pies del gran árbol.

"¿Sabes cómo hacer un conjuro de viento?" preguntó Gabriel.

"Los semihumanos no empleamos conjuros elementales", respondió Lisa. "Tenemos otro tipo de hechizos y conjuros, pero los de ataque suelen ser bastante aburridos".

"Ven, súbrete a mi espalda, te ayudaré a subir", propuso Gabriel.

"Deja de ser engreído", replicó Lisa. "Nosotros somos expertos escaladores, me transformaré".

En un instante, Lisa cambió de forma y se convirtió en una hermosa loba de pelaje blanco. Gabriel quedó impresionado y cautivado por la suavidad de su pelaje. Quería tocarlo, pero Lisa le mordió la mano.

"¿Por qué hiciste eso?", preguntó Gabriel con dolor. "Por favor, déjame acariciar tu pelaje, se ve tan suave".

"Solo te permitiré acariciar mi pelaje si logras llegar a la cima antes que yo", dijo Lisa mientras trepaba ágilmente con sus garras. "No te retrases o no te dejaré acercarte a mi pelaje".

Gabriel se sintió emocionado e intentó utilizar el conjuro de viento, pero solo logró llegar a la mitad del árbol.

"¿Por qué solo llegué hasta aquí?" se cuestionó Gabriel. "Con mi poder, debería haber podido alcanzar la cima del árbol".

"Eso fue impresionante", dijo Lisa mientras lo adelantaba rápidamente. "Inténtalo, humano tonto, trata de alcanzarme".

Gabriel no quería quedarse atrás, así que se quitó el parche y canalizó el mana de su ojo izquierdo para aumentar su velocidad. Subiendo por el gran árbol velozmente, logró igualar a Lisa. Sin embargo, en un acto desleal, ella lanzó una onda cortante con sus garras hacia la rama en la que Gabriel iba a sujetarse.

"Eso es trampa", reclamó Gabriel cayendo. "No me rendiré ¡Quiero acariciar tu pelaje!"

Utilizando un conjuro de viento, Gabriel se aferró a una rama y continuó ascendiendo. Estaban muy cerca de alcanzar la cima. Con más maná, finalmente Gabriel llegó a la cumbre y celebró al no ver a Lisa, pero para su sorpresa, ella estaba en la rama superior. Lisa había llegado primero, y Gabriel se desanimó ante su derrota.

"Somos unos expertos en trepar", afirmó Lisa con una sonrisa en el rostro.

"Utilizaste trucos al cortar la rama en la que me iba a agarrar", se quejó Gabriel, visiblemente molesto.

"No seas un mal perdedor", respondió Lisa entre risas. "Está bien, te permitiré acariciar mi pelaje."

Gabriel se emocionó y quiso tocar la cola de Lisa, que lucía muy esponjosa y suave.

"Solamente te permitiré acariciar mi cabeza", señaló Lisa.

Sin objeciones, Gabriel acarició la cabeza y la oreja de Lisa, apreciando lo suave de su pelaje.

"Tu pelaje es increíblemente suave", expresó Gabriel con alegría. "Realmente me encanta".

A Lisa le agradó la caricia y descansó su cabeza en la pierna de Gabriel, mientras él disfrutaba del paisaje y continuaba acariciándola.

"Ella vuelve a su forma normal.

"Debemos ir a encontrar a Datch y investigar la espada", declaró Lisa.

"Tienes razón, es importante investigar esa espada", dijo Gabriel. "Descendamos juntos para buscar a Datch".

Al intentar bajar, una rama se quebró y Lisa cayó al tronco del gran árbol, atravesándolo. Gabriel, alarmado, corrió hacia ella.

"Lisa, ¿dónde estás? ¿Estás bien?", preguntó preocupado.

"Estoy bien, ven a buscarme, no puedo ver nada en la oscuridad en la que estoy", respondió Lisa desde adentro del tronco.

Gabriel exploró la corteza del árbol con sus manos hasta encontrar una entrada invisible. Decidió entrar y, al hacerlo, cayó por una escalera encima de Lisa. Para iluminar el lugar, Gabriel conjuró fuego, revelando una habitación polvorienta con una cama, un sofá, una mesa de escritura y un horno. Mientras inspeccionaban la habitación, descubrieron una escotilla que al abrir reveló una escalera descendente. Gabriel escaneó la zona con su ojo derecho y no detectó presencia de criaturas, así que descendieron con la luz del fuego guiándolos.

Al bajar, se encontraron en una especie de biblioteca, con tres estantes repletos de libros y una mesa de escritura. Gabriel tomó un libro al azar y notó que estaba escrito en un idioma extraño. Sin embargo, en la mesa de escritura encontró un libro escrito en su idioma. Al abrirlo, las primeras palabras que leyó fueron las siguientes:

Si estás leyendo este libro, significa que has descubierto mi entrada oculta. Espero que no caiga en manos equivocadas. No revelaré mi identidad ni mi origen. Esa información está contenida en el libro verde sobre la mesa, escrito en un antiguo idioma. Confío en que lo uses para el bien y no para el mal. La información guardada en este lugar es invaluable. Para empezar, debes aprender el idioma. Debajo de la cama, encontrarás un libro que te ayudará a dominarlo. Todo lo que necesitas está ahí, espero sinceramente que seas una persona de buen corazón.

Lisa encuentra el libro que estaba debajo de la cama y se lo entrega a Gabriel. Él se emociona al verlo y decide llevárselo para leerlo más tarde. Lisa sale sin problemas, pero cuando Gabriel intenta salir, se encuentra con una barrera que lo detiene. Lisa, sin embargo, puede entrar y salir sin dificultad. Gabriel comienza a sospechar que el libro tiene algo que impide que él salga.

"Este libro debe ser la clave para mantenerme aquí" reflexiona Gabriel. "Tendré que estudiarlo detenidamente. Lisa, ve a buscar a Datch y tráelo aquí. Este lugar se convertirá en nuestro laboratorio de investigaciones".

Lisa saltó del árbol emocionada para ir rápidamente a la casa de Datch. Mientras tanto, Gabriel se quedó para comenzar a estudiar el libro y aprender el idioma, consciente de que no sería una tarea fácil. Después de un tiempo, Lisa regresó acompañada de Datch, quien estaba emocionado por el descubrimiento del nuevo lugar.

"Aquí podemos llevar a cabo nuestras investigaciones de forma tranquila", expresó Datch emocionado. "Lisa me ha contado todo. Debes esforzarte por aprender el idioma para descubrir el contenido de esos libros".

Decidieron dejar la espada en la mesa de escritura para examinarla más tarde.

"Deberíamos traer el cuerpo de ese ángel para estudiarlo también", propuso Datch. "Podría ser el cadáver de Orbes y averiguar quién era en realidad".

"Esa es una excelente idea, vamos a traerlo", exclamó Gabriel emocionado.

Mientras Lisa y Datch salieron a buscar el cadáver, Gabriel se dedicó a limpiar el lugar. Después de un tiempo, regresaron con el cuerpo del ángel.

"¿Cómo lograron quitar la roca que bloqueaba la entrada?", preguntó Gabriel.

"Datch usó la espada para crear un látigo afilado de color rojo y cortar la roca", explicó Lisa.

"Eso es muy extraño, hay mucho por investigar", comentó Gabriel intrigado.

Los tres estaban entusiasmados con las posibilidades que se abrían ante ellos.

Mientras tanto, Beatriz se encontraba sentada en una elegante mesa de madera en una de las habitaciones del impresionante castillo del rey de los elfos. La pluma de su mano se deslizaba con gracia sobre el papel, deteniéndose de vez en cuando para reflexionar sobre las palabras adecuadas que expresaran sus sentimientos hacia Gabriel, ya que se acercaba su cumpleaños.

La tenue luz de las velas llenaba la estancia, creando un ambiente cálido y acogedor. El suave susurro de la pluma sobre el papel era la única música en la habitación. De pronto, la voz grave del mensajero del rey de los elfos resonó desde la puerta.

"Beatriz, el rey te requiere en la sala del trono", anunció el mensajero antes de desaparecer por el pasillo.

Sorprendida pero emocionada, Beatriz detuvo su escritura y se puso de pie. Con paso ágil, se encaminó hacia la grandiosa sala del trono, donde el rey la aguardaba con una expresión seria pero amable en su rostro.

"Es un honor verte de nuevo, Beatriz", dijo el rey con un gesto de bienvenida. "Me han informado de tus logros al repeler la fuerza del reino de Trini en la ciudad hada. Quiero expresarte mi agradecimiento por tu valentía y dedicación en la protección de nuestro reino. Eres verdaderamente una heroína."

Las palabras del rey llenaron el corazón de Beatriz de orgullo y gratitud. Se inclinó ante él en un gesto de respeto y agradecimiento, sintiendo una profunda emoción por ser reconocida de esa manera.

Justo cuando Beatriz se disponía a salir de la sala del trono, el rey se puso en pie con una sonrisa en los labios. "Espera un momento, Beatriz", dijo con voz grave pero cálida. "Tengo una sorpresa para ti. Tu amigo de la infancia, Fill, el mejor arquero mágico elfo, ha regresado al castillo y se encuentra aquí mismo, en la sala del trono."

Los ojos de Beatriz se iluminaron con emoción y apenas pudo contener su alegría. Fill, su amado amigo de siempre, había hecho el esfuerzo de visitarla en un momento tan importante. Con el corazón latiendo de anticipación, Beatriz se dio la vuelta y vio a Fill de pie junto a la puerta, una sonrisa amigable en su rostro y los ojos brillantes de alegría al verla.

Sin poder contenerse, Beatriz corrió hacia Fill y lo abrazó con fuerza, sintiendo la calidez y el apoyo de su amistad de toda la vida. Juntos, compartieron risas y recuerdos de su infancia, hablando de sus aventuras y travesuras en los bosques encantados del reino de los elfos. Fill le contó sobre sus últimas hazañas como arquero mágico y Beatriz compartió sus experiencias en la defensa del reino.

La presencia de Fill en la sala del trono revivió el ambiente con una nueva energía y alegría, recordándole a Beatriz la importancia de la amistad y el apoyo mutuo en tiempos difíciles.

Antes de que Fill y Beatriz pudieran dirigirse a los jardines, el rey interrumpió su reunión para encomendarles una misión de suma importancia. Con seriedad en su mirada, les informó sobre la información recibida de un posible ataque en el bosque cercano a la ciudad de Afba, donde se encontraba el enemigo descansando antes de lanzar su ofensiva. El rey solicitó a Fill y Beatriz que investigaran la situación y aseguraran la seguridad del reino, confiando en su valentía y habilidades para proteger al pueblo elfo.

Llenos de determinación, Fill y Beatriz aceptaron la misión de inmediato, conscientes de la urgencia de actuar rápidamente para neutralizar cualquier amenaza. Antes de internarse en el bosque, Beatriz terminó de redactar la carta de Gabriel.

Con paso firme, se adentraron en el denso bosque. Beatriz utilizaba sus habilidades de manipulación de raíces para investigar el terreno antes de alcanzar el lugar, mientras Fill se preparaba para el combate, empuñando sus arcos y flechas mágicas.

De repente, se toparon con David, un miembro formidable del grupo de la 7 pieza de Dios, anunciando con su presencia una batalla inminente y desafiante.

Fin del capítulo