El Omega Del Dragón.

Beryl hizo que Frederick le llevará a una isla, una que hace tiempo atrás fue habitada por dragones, pero ahora, nadie ocupaba dicha isla. Beryl sabe que en una cueva de aquella isla estaba oculta la espada capaz de matar a un dragón ya que esta hecha con el núcleo de un antiguo rey dragón. Esa espada es la que el príncipe uso para matar a Frederick, pero esta vez, Beryl se llevará esa espada y evitará que esa pareja de falsos héroes la usen en contra del dragón.

Al llegar a aquella montaña de la isla y bajar, Frederick toma su forma humana, mientras que Beryl lo observa fijamente de arriba hacía abajo y le mira con duda.

— ¿que tanto me ves?, ¿acaso tengo algo extraño?— pregunta confundido.

— si, tienes ropa.— lo señala.

— por supuesto, ¿que esperabas?, ¿que apareciera desnudo?— responde algo enojado.

— creí que la ropa se rompía al transformarse. Que estafa.— infla las mejillas.

Antes de que Frederick responda algo, Beryl le señala la entrada de la cueva y que deben de ir hasta el final de esta, ya que en ese lugar se encuentra lo que él busca.

— ¿al menos puedes decirme que buscas?— pregunta curioso.

Frederick enciendo una pequeña flama en su mano para iluminar el lugar mientras caminan.

— una espada hecha del núcleo de un dragón. Quiero que la guardes o sería un peligro para ti.— explica.

Beryl escucha un gruñido de parte del dragón y cuando voltea, nota que esta estaba molesto. Beryl sabe que el dragón podría desconfiar en él.

— ¿como sabes que esa espada esta aquí?, ¿para que propósito buscas tenerla?—

— ya te dije, para que la guardes. Escuche sobre ella en el palacio del rey, el príncipe heredero la esta buscando...ya te haz de imaginar para qué...— miente.

Frederick guarda silencio, realmente nunca espero que en el reino supieran sobre esa espada, incluso él desconocía su paradero, pero el pequeño omega ahora sabe perfectamente donde está, eso si que es sospechoso, ¿acaso también se entero de su ubicación en el palacio?, será mejor mantenerlo vigilado.

Tras un largo camino, llegaron a una especie de altar, con el techo alto, donde había una pequeña entrada de luz desde arriba. Beryl se acerca a aquel altar, pero estaba todo lleno de moho, tierra y algunas plantas. El omega revisa, encontrando el sello, al tocarlo, este se abre dejando ver un pasillo oscuro. Frederick lo sigue, entrando para alumbrar con la flama de su mano. Les toco caminar un poco más hasta llegar a una especie de sello en medio de aquella sala y ahí estaba, flotando la espada arriba de este sello.

Beryl al verla, se acerca rápidamente y con sumo cuidado pisa dentro del pentagrama, este no se activa, así que toma el mango de la espada y el sello deja de brilla, dejando caer la espada, Beryl la sostiene con fuerza, sintiendo como una gran energía recorre su cuerpo, seguramente es el mana de aquel núcleo. Beryl regresa hacía el dragón para mostrarle dicha espada.

— es mejor que la guardes en un sitio seguro, no puedes dejar que nadie la tenga.— le pide Beryl.

Frederick observa la espada, era hermosa, su color la hacia lucir única y puede sentir que posee una gran cantidad de mana. Frederick sujeta la espada, sintiendo como la energía recorre su cuerpo, justo como Beryl la sintió.

— ¿Estás seguro de dármela?, podría ser un arma útil para ti.— menciona Frederick.

—¿y si me la roban?, recuerda que aun soy débil, mira mis bracitos, no podrían cargar esa espada.— muestra sus brazos.

Frederick apenas aguanta el soltar una carcajada, pero trata de lucir serio ante el omega.

— bien, entonces la guardar...—

Ambos escuchan un par de voces dentro de esa cueva, así que Beryl toma de la mano a Frederick para que se escondan tras las estalagmitas que habían al fondo de esa cueva. Pronto ven que se asoman dos personas, era una joven de cabello castaño y ojos amarillos y un chico de cabello rubio y ojos azules, usando una ropa bastante elegante.

Beryl sabe perfectamente quienes son, son Alison y el príncipe heredero, Harris, ambos llegan hacía el sello, pero este, era ahora solo un dibujo en el piso, pues dejo de emitir luz cuando Beryl tomo la espada.

— aquí no hay nada...¿esta seguro que era el lugar correcto?— pregunta Alison.

— el mapa mostraba esta ubicación, no comprendo, la espada debería estar aquí.— Harris parece frustrado.

—¿que haremos?, a este paso el dragón seguirá atormentando a nuestro reino.— habla preocupada.

— no podemos rendirnos, debemos proteger a nuestro reino de ese dragón, no dejaremos que siga pidiendo sacrificios.—

Beryl aprieta los dientes y se esta aguantando para no salir y gritarles que quienes hacen el dragón no es culpable de nada, si no, su odioso templo que piensa que sacrificar doncellas los salva de los demonios. Frederick le sostiene del brazo para que no se mueva.

Aquel par decide irse, ya que en ese sitio no había nada, al ver que ya no estaban a la vista, Frederick y Beryl salen de su escondite.

— hijos de pvta, se creen los salvadores y buenos del cuento, jodanse, ya verán, el primer reino que destruiré será el suyo.— habla molesto.

— tranquilo, al menos no tienen la espada. Vamonos de aquí.—

Frederick carga al omega como costal y hace aparecer un par de alas con plumas rojas, elevandose hacía aquel agujero de la cueva, este era pequeño, así que lanza un ataque que hace explotar el lugar, abriendo más el agujero y las rocas caen, esto no llamará la atención de Alison y Harris porque seguramente creerán que la cueva se derrumbó. Frederick vuela en dirección contraria a la salida de la cueva para evitar que aquel par de invasores les vean. Por su parte Parte, Beryl abraza la espada mientras es cargado como costal.

— bajemos.— menciona Frederick.

El dragón baja y al estar en el bosque, lejos de aquel lugar, se transforma en dragón, dejando que Beryl suba a su lomo de nuevo. Mientras se alejan de aquella isla, Beryl piensa, si aquel par de tontos ya han ido por la espada, significa que Alison ya sabe que Beryl es su hermano y cree que esta muerto, pero como le ganaron la espada, ahora no sabe que es lo hará aquel par. Necesito idear algo para evitar que Alison y Harris quieran matar al dragón, ¿podría ir al pueblo y hacerle ver a Alison que esta vivo?, no, eso hará que vean que el dragón no mata a los sacrificios, lo cual no es conveniente, ¿quizás deberían eliminar al templo?, esa sería una opción, ya que son ellos los que manipulan a los reyes para hacer esos sacrificios. ¿Pero como podría acabar con ellos?, si van y destruyen todo, el rey querrá atacar al dragón.

[Estas muy callado, ¿me pregunto que piensa ahora esa cabeza de tuya?]

— pienso como debería eliminar al templo. Tal vez si vuelas por ahí y con un dragarys, podrías quemar el lugar.— menciona.

[¿Que es eso?, realmente no quemare el templo, eso solo causaría una casería en mi contra. ¿Por qué crees que no lo he hecho?, quise frenar los sacrificios y ellos solo buscaron a otro a quien dedicarle el sacrificio, esos sacerdotes solo buscan una forma de derramar sangre.] Chasquea la lengua.

— cierto, necesitamos un mejor plan. ¿Y si ahora pides 100 sacerdotes como sacrificio?, que los apuñalen en los huevos para que su sangre se derrame en el altar.— ríe.

[Iugh, ni los demonios querrían ese sacrificio.]

— cierto. Que asco.— hace un gesto de desagrado.— pero, debe de haber una forma de acabar con esa horrible tradición de sacrificios.—

Necesita pensar en algo que no dañe la tranquilidad del dragón y de las personas que viven en ese castillo, ya que han sido muy buenos con él.

***