Venciendo El Pasado

Pasado doce (12) meses de clases, después de aquel día de cambio. Doce meses donde las cuatro (4) mosqueteras se habían convertido en hermanas, en una especie de fortaleza impenetrable, debían hacer una exposición grupal para poder ser promovidas al segundo (2) año de la carrera, ante un jurado conformado por el Decano y todos los profesores que, en ese primer año, les habían dado clases.

Todo estaba listo. Tenían la defensa en una exposición donde cada grupo, formado en el aula de clases, debía participar. Fueron pasando a la defensa uno a uno cada grupo.

El jurado estaba atento a cada exposición, pero sus expresiones faciales eran normales, nada novedoso. Ellos hacían las preguntas respectivas y cada grupo, con mucho nerviosismo e inseguridad daban respuestas a medias.

Ya únicamente faltaba el grupo de las cuatro (4) mosqueteras. Y se escuchó la voz del llamado para su defensa.

Inmediatamente, se levantaron las cuatro (4): Maried, María, Pili y Wendy.

Así dió inicio María, haciendo la apertura e introducción de la exposición. El jurado realmente se sorprendió al ver el desenvolvimiento y cambio de María.

Luego fue el turno de Pili, con una exposición impecable y con total dominio de la misma.

En tercer lugar pasó Wendy, caminaba de un extremo a otro sin ningún tipo de nervios.

Por último, le tocó el turno a Maried. Era la encargada de parte del desarrollo y además, del cierre de la exposición. Sencillamente, estuvo brillante como siempre. El tribunal donde estaba el jurado realmente se veía motivado y emocionado. Cuando venía la ronda de preguntas, las cuatro alumnas del primer año se pusieron al frente, una al lado de la otra y María dijo, profesores estamos listas. Ellos, inmediatamente comenzaron a interrogar. A ellas no les importaba a cuál iba dirigida la pregunta que cada uno hacía, ya que todas se habían preparado muy bien y entre ellas, exponían y se interrogaban, para que fuese más fácil enfrentarse al jurado.

Todas realmente lo hicieron muy bien, las cuatro (4) estudiantes de Medicina habían dado una muestra de dedicación, esfuerzo, tesón, unión e inteligencia. Al culminar con la ronda de preguntas, el jurado del tribunal conformado por los profesores de la Facultad de Medicina se pusieron de pie y las aplaudieron. La profesora de Histología se acercó a María y le dijo: "te das cuenta lo necesario que fue la actividad de reconciliación de hace 1 año. Me siento muy feliz y orgullosa porque diste un cambio del cien (100%) por ciento, María muy sonreida la abrazó y le dió las gracias.

El profesor de Embriología tomó la palabra, ante todos los alumnos del aula de clases y expresó: "hoy puedo decir con mucho orgullo que han culminado su primer año de la carrera. A partir de éste momento, se pueden considerar alumnos del segundo año de Medicina. Me hace muy feliz ver el nivel de compromiso y entusiasmo, hacía mucho tiempo no veía un curso tan destacado como este, especialmente le doy mis felicitaciones al grupo conformado por: Maried, María, Pili y Wendy; se destacaron y brillaron entre todos. Las puertas de ésta universidad siempre estarán abiertas para uds. Continúen estudiando con la misma pasión y lograrán llegar a ser unos médicos brillantes y sobresalientes.

En ese momento todos los presentes aplaudieron y gritaron porque desde ese instante, ya habían sido promovidos a otro año de la carrera.

La mejor calificación del año fue para Maried con 19.6 puntos.

Afuera del salón de clases estaban los familiares de todos los alumnos esperando con ansias, a que ellos salieran del aula.

Apenas salieron se escuchó una gran algarabía, pitos sonaban, aplausos, gritos... Todos están gozosos celebrando la promoción de sus seres queridos. Los únicos que estaban vestidos con total sencillez, eran los hermanos y padres de Maried ya que no tenían los recursos, pero su pobreza era insignificante, al lado del orgullo que todos sentían por esa joven tan inteligente.

Tanto los profesores, como el Decano y los alumnos fueron hasta donde ellos estaban para felicitarlos por tener una hija y hermana tan brillante. La mayor sorpresa la dió María, ella se acercó a los familiares de Maried y les dijo: "sencillamente los amo porque son la familia de mi mejor amiga". Los abrazó y besó a cada uno de ellos. Y al ver esa escena los padres de María, se sintieron orgullosos de su hija, al ver el cambio total que había dado gracias a Maried.

Aquella tarde no hubo acepción de personas, ni diferencias de clases sociales, sólo se respiraba amor, fraternidad, compañerismo, felicidad.

Los padres de María organizaron una fiesta de promoción para la cual invitaron a todos los alumnos pero los familiares de Maried no querían ir por vergüenza ya que eran muy pobres, el Decano en persona les dijo que no aceptaría un no por respuesta, y que además ellos eran los invitados especiales.

Lamentablemente, muchas veces nos avergonzamos de nuestra realidad: si somos pobres, gordos, negros, de baja estatura, en fin, no sé si te ha pasado que no estás conforme con algo que tienes; hasta yo lo estaba, hasta que entendí que en la vida todo va y viene. Y el hecho de ser pobre o gorda o negra o de baja estatura no me hará ni mejor ni peor persona. No somos lo que vemos, somos el resultado de una personalidad firme.

Aprendamos a querernos y valorarnos tal cual como somos y así, les aseguro, que seremos más felices.