Nuestro Destino

—Violeta: no me siento mal mamá, pues, yo se lo permití, además no estamos casados, vivimos en la misma casa, pero siquiera hablamos y yo lo quise así. (Dijo mientras contenía sus lágrimas)

—Carmen (madre de Violeta): nunca debiste permitir eso, tenías que ser fuerte y hacer que estuviera a tu lado, como es posible que él esté con esa en vez de estar con la chica que casi da a luz a sus bebés en cualquier momento. (Dijo enojada)

—Violeta: mamá tú siempre estás conmigo por eso no te preocupes que no me hace falta su presencia. (Dijo tratando de hacerse la fuerte, pero su madre sabía que era todo lo contrario)

Terminaron de decorar la habitación de los bebés Violeta se comienza a sentir algo mareada y de un momento a otro siento una corre por su entrepierna y comienza a tener dolor, las contracciones comienzan.

—Carmen (madre de Violeta): cariño hay que llevarte al hospital vas a entrar en labor. (Dijo ayudándola a caminar hacia el sofá para ella poder buscar un bulto que tenían preparado para esta ocasión)

—Violeta: ahahaha me duele mucho. (Dijo retorciéndose del dolor de cada contracción porque su dolor aumentó después de la anterior)

—Carmen (madre de Violeta): ya nos vamos cariño, respira. (Dijo tratando de calmarla y caminado hacia el auto)

Entraron al auto y Carmen manejaba a toda prisa para llegar al hospital y los gritos de Violeta eran cada vez más intensos como cada contracción.

¿📲-Carmen (madre de Violeta): dónde estás?

¿📲-Max: tuve que salir pasó algo?

📲-Carmen (madre de Violeta): mi hija estás punto de dar a luz mientras estás con tu amante.

¿📲-Max: dónde están?

📲-Carmen (madre de Violeta): vamos camino al hospital principal, pero si quieres no te molestes en venir después de todo mi hija siempre ha estado conmigo y yo soy quien debe estar, que disfrutes con tu golfa.

📲-Max: voy para allá, espérenme, quiero estar en el parto.

📲-Carmen (madre de Violeta): tú ya perdiste ese derecho, yo solo te llamé por cortesía.

Carmen colgó el celular y siguió manejando a toda prisa hasta que llegaron al hospital y los enfermeros subieron a Violeta en una camilla.

Entraron en la sala de parto en donde tardaron más de 15 horas para la llegada de Vallolet y Maicol después del parto violeta fue trasladada junto a los bebés a una habitación privada la cual estaba bien protegida, pues, esa eran los primogénitos de uno de los mafiosos más temidos después de Alejandro y sus enemigos eran muchos así que la seguridad ante todo para ellas.

—Amanda: es una belleza. (Dijo mientras la tenía en brazos y la veía dormida)

—Violeta: verdad que sí. (Dijo emocionada)

—Max: es idéntica a mí. (Dijo mientras todos se rieron)

—Alejandro: claro, Max son como dos gotas de agua. (Dijo mientras seguían riendo)

Toc toc toc

—¿Max: quién es? (Pregunto con la mirada fija en la puerta)

—Manuel: pues quien más, traje solo lo mejor para los niños consentidos. (Dijo mientras entraba con un enorme regalo y arreglo de globos de niño y niña y les apodaron los consentidos de los mafiosos, el cual también incluía a Liam)

—Violeta: gracias Manuel está todo muy lindo, mis bebés son afortunados de tener tíos como ustedes. (Dijo mientras comenzaba a llorar, pues, el parto la tenía algo sensible)

—¿Amanda: entonces la tía no cuenta? (Pregunto supuestamente enojada y todos comenzaron a reír nuevamente)

—¿Violeta: dónde está mi sobrino? (Pregunto a Amanda mientras tomaba la bebé para amamantarla)

—Amanda: está tomando clases de boxeo cuando salga lo traeré a ver los bebés, después de todo serán como hermanos y deberán cuidarse mutuamente. (Dijo sonriendo y muy feliz)

—Violeta: sí, la verdad ya quiero verlos jugar juntos, aunque creo que ya Liam le lleva ventaja, pero sé que aun así se amaran. (Dijo Violeta mientras miraba a sus bebés)

Mientras todos charlaban Carmen, la madre de Violeta, entró a la habitación acompañada de nada más y nada menos que de Fabián Trejo, el padre de Max y de su esposa Esmerada robles de Trejo

—¿Carmen (madre de Violeta): cariño como te sientes? (Pregunto preocupada al verla algo pálida)

—Violeta: me siento bien mamá y aún más con mis dos bebés en brazos ya. (Dijo mientras los veía)

—¿Esmeralda (madre de Max): cómo estuvo el parto? (Pregunto amablemente, pues la madre de Max no era como ellos, ella era noble y muy amable, además quería mucho a Violeta)

—Fabián (padre de Max): espero que ahora que eres padres te conviertas en todo un hombre, espero que ambos se casen pronto. (Aquella petición dejó a todos con la boca abierta, piel nadie supo qué decir, excepto la madre de Violeta)

—Carmen (madre de Violeta): no creo que su hijo se quiera casar con mi niña, pues él ya tiene esos planes con alguien más. (Dijo mientras miraba a Fabián tranquilamente tomando una taza de café)

—Alejandro: nosotros no iremos y los dejaremos conversar tranquilos. (Dijo saliendo de la habitación con Amanda y Manuel)

—Fabián (padre de Max): entonces sigues con la chica que está Melissa. (Dijo mirándolo)

—¿Max: si papá, y eso qué? (Dijo de manera retadora)

—Esmeralda (madre de Max): Max por favor compórtate. (Dijo tratando de tranquilizarlo)

—Max: saben que no me quiero casar. (Dijo enojado)

—Fabián (padre de Max): sí, como sabíamos que no querías hijos, pero aquí estamos, así que te vas a hacer responsable por completo de Violeta. (Dijo más enojado aún)

—Max: me haré responsable de los niños, pero realmente no creo poder estar atado a una chica que no amo. (Dijo mirando a su padre con enojo)

—Carmen (madre de Violeta): bien en ese caso llevaré a Violeta a mi casa junto a los bebés. (Dijo mientras arreglaba las maletas de Violeta)

—Violeta: si tanto te causó malestar no te molestaré al fin y al cabo me di cuenta de que lo que siento por ti es mejor borrarlo de mi vida, tú no te mereces a alguien como yo, te mereces a alguien igual de dañada que tú. (Dijo mientras las lágrimas corrían por sus mejillas)

—Carmen (madre de Violeta): descuiden, todos tienen el derecho de ver a los bebés, al y al cabo son sus nietos e hijos. (Dijo mirándolos a todos)

—Violeta: quisiera quedarme sola y descansar. (Dijo mirando a Max fijamente y Max a ella)

—Fabián (padre Max): discúlpame querida, pero las cosas pasarán como yo digo y ahora mismo tú y Max se casarán. (Dijo enojado mirando a todos mientras se quedaron el silencio)

—Max: pero papá… (dijo sin más nada que agregar)

—Fabián (padre de Max): aquí está el juez, se casarán aquí mismo y ahora y nosotros seremos los testigos. (Dijo con autoridad mientras que el juez entraba por la puerta)

—Max: me casaré porque me obligas, no porque lo quiero, violeta, quiero que sepas que no viviré contigo ni seremos esposos por completo porque no te quiero a ti. (Dijo mientras la miraba con despecho)

En ese momento Max supo que rompió algo en ella que iba a ser muy difícil de reparar, pues, es notorio cuando una persona se siente muy herida y eso a él comenzó a preocuparlo, todos salieron de la habitación y Violeta se quedó sumergida en sus pensamientos, pues, desde ese día juro que Max se las pagaría y así fue como Max apagó la luz que había en Violeta aun después del matrimonio.

Nota

Queridas lectoras gracias por todo el amor y el cariño brindado quiero que sepan que ustedes son la mejor motivación para escribir y espero que esta novela les esté gustando, desde ahora les quiero decir que esta novela no será tan extensa, pues, los capítulos ya casi están en la recta final así que disfrútenlos.

Las Quiero 🧡