LA PODEROSA EJECUTIVA

—Tal vez mi mamá oculta algo grave, pero no conozco ningún detective que no le trabaje a mamá.

—Darius, si quieres, le pido el favor a mi abuelo Giacomo Greco. Él tiene un amigo detective. Mándame los datos al celular y se los mando a mi abuelo.

—Daiana, gracias por este favor. Dile a tu abuelo que mi madre no se entere, según Andreina va un paso más adelante que yo. Me voy, es tarde. Tengo una reunión con un nuevo cliente mañana temprano.

—Darius, ¿y si tu mamá te mintió sobre Janeth? ¿Qué vas a hacer?

—No lo sé, Darla. Me muero si Janeth es inocente y la juzgué mal. ¿Con qué cara le voy a pedir perdón?

—Quedamos solas, ¿quieres otra copa de vino, Darla?

—Sí.

—¡Loca! ¿Hace cuánto que no usas a tu amiga? Debe tener muchas telarañas, ¿cierto Daiana?

Me imagino que necesitas atención con urgencia, así que te apuesto a que caes en los brazos de tu amor.

—Mala idea, Darla. No voy a caer en los encantos de Dante, y si quiero sexo, lo puedo buscar en otro lado.

—Claro, ya no recuerdo cuándo tuviste acción con alguien en tu cueva. Debes tener sequía.

—Si hablas puras idioteces y locuras —nos reímos.

Que no sea tan activa como tú no quiere decir que no me divierta.

—No hables cosas que no son, sabes que no soy activa. Un juguete que da placer no cuenta, ¿lo sabes Daiana?.

—Verdad, Darla. Lo que se necesita es calor humano, contacto físico con unos buenos músculos que te sostengan y un buen ritmo de cadera en gran profundidad que te haga gritar de puro placer.

—Sí, lo sé. Gracias por hacerme recordar, ya que tengo la tentación más cercana en cualquier momento me lo coma, me deje comer y si te vi, no me acuerdo. Jajajajaja.

Tocará hacer como hizo la abuela Soledad.

—¡Aaaaah! . Eso era lo que quería escuchar. Pero no me hagas trampa, Daiana. Debes dejar que él te busque, te impresione y no tener esa actitud de mujer orgullosa, autosuficiente, independiente y malhumorada. No te digo más.

—Gracias por lo que me toca. ¿De verdad acabas de decir todo eso, Darla?.

—Daiana, para mí, me pareces que fuiste muy dura con Dante. Es que negarle a los niños a él, que es su padre.

—No, no, Darla. Conmigo no vas a usar el discurso del dolor, de que él se equivocó, de su sufrimiento. Él me abandonó, me dejó con la maleta empacada y desapareció. Todo por dudar de mi amor por él, de mi sinceridad hacia nosotros. No lo voy a perdonar tan fácil, Darla. En eso no voy a ceder.

 Quiero que él sienta lo que sentí yo cuando desapareció y se convirtió en un fantasma. No es fácil perdonarlo. Él me rompió el corazón, Darla. Lo que he llevado aquí en mi corazón ha sido tristeza, dolor, no saber en qué fallaste para que te dejara el amor de tu vida.

—Él tenía que hablar conmigo., aclarar las cosas , no salir huyendo como lo hizo.

—Sí, sí, sí, te entiendo Daiana, y eso fue horrible y probablemente te rompió el corazón por su actitud de niño inmaduro.

—Darla, no es solo eso, es que yo era su novia desde la infancia, su primera vez, mi primera vez.

—No llores Daiana —la abrazo—, es que veo la situación y tienes una segunda oportunidad para ser feliz.

Pienso que si yo tuviera esa oportunidad con el hombre que amo, que un día me rechazó después de haber estado juntos, que perdí a mi hijo, que viví ese dolor sola sin el.

Si lo volviera a ver y él me pidiera una oportunidad, yo correría a sus brazos.

Daiana, tienes en tus manos tu felicidad, no lo vayas a perder para toda la vida a Dante.

Solo piensa en ello, no te estoy diciendo perdonarlo de una vez, pero dile la verdad de los niños y que no estás casada con Darius.

Si la exnovia de Darius es inocente de lo que la acusó la mamá de Darius, habrá reconciliación.

—Tienes razón amiga, pero dame tiempo , los niños tienen el derecho de compartir con su padre y él con ellos.

_ Lo bueno es que no tengo que mentirle a los niños, me ganaron. Alejo es más avispado que su propio papá.

—Ese hombre no es tan bruto, Daiana. En cualquier momento puede hacer cuentas y descubrirá que le mentiste. Sabes cómo se pone cuando se le miente.

—Sí, Darla, se pone bravo. No le gusta que le mientan. En eso se parece a Alejo.

Y Valeri es igual de lengua suelta, imprudente y relajada, igualita a Dante.

¿No sé por qué hablamos de el?. Si la estábamos pasando bien, Darla.

—Porque no quiero verte llorar cuando el amor de tu vida no te perdone por mentirle acerca de sus hijos.

Dile la verdad y hazlo sufrir un tiempo. Después sé feliz, te casas con él, forman una familia, están juntos por ese par de pillos que duermen en una de las habitaciones de este apartamento.

—¿Por qué esa cara de boba, Daiana?.

—¿Qué cara? Solo pensaba en lo mucho que se parecen los niños a Dante, nada más, Darla.

¡Ay, mi Dios! —la miró asustada después de ese grito que pega. Está loca. —Lo amas más de lo que te imaginas.

Eso explica por qué no dejas que ningún hombre se acerque a tu amiga, la que tienes en medio de las piernas, "la íntima".

—¿Estás loca? Baja la voz, que me vas a despertar a los niños.

¿Cómo llegaste a esa conclusión?

—Porque te conozco.

Te brillan esos ojos, la expresión de tu rostro, esa sonrisa de boba. Lo amas y no lo puedes negar.

—Sí, lo admito. Acepto que amo a Dante Wesley como una loca.

Ahora vamos a dormir.

Tengo que ir al aeropuerto a recoger a mi hermoso primo. Mi tía Abigail me lo recomendó. Además, creo que viene con su perro. Se imagina, los niños se van a volver locos por Sky.

—¿Sky? Así se llama el perro de mi amor fallido. Vamos a dormir, mañana recogemos esto...

Continuara...