La familia Collins .
Cristina Castillo siguio cuidadosamente a Raúl por el pasillo.
Sus ropas nuevas y suaves, su hermosa piel blanca y sus rasgos elegantes parecian desentonar con esta villa sombria.
—Eres estudiante de medicina y deberias saber cémo atender a los pacientes... . — Pero, soy Dermatologa..
argumento llamando la atencion de los ojos de Raul. Su voz se debilitdé y continuó siguiéndole.
Cristina levantó la vista. Delante de ella habia una gran habitación,la puerta estaba abierta de par en par y el interior estaba completamente oscuro en una mujer muy miedosa Así que lo pensó demasiado para poder ingresar.
Al hombre que iba a cuidar era a Edwin Collins el prometido de su hermana, Edwin era un hombre muy guapo inigualable frente a todos los demás Con solo 25 años tenía su propia aerolínea y era el número 1 piloteando.
Sonó la fría voz de Raul
—Hoy es la noche de bodas de usted y el joven amo. Espero que lo cuides bien.
—¿Qué noche de bodas? —pregunte conmocionada.
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Te me adelantaste unas décadas.
Cristina se percató que la sonrisa que hace unos instantes que Edwin tenia ya no existía, su cara estaba todo y baja y se notaba algo deprimido a lo que se acercó a su oído para poderle hablar
—El médico ha dicho que tu pierna se puede
curar.
Al escuchar que ella quería alentar el ánimo de una vez la cuestión o acerca de lo que ella opinaba.
—¿Si no se puede curar? la interrumpió Edwin.
—Si no se puede curar, solo puedo quedarme en una silla de ruedas el resto de mi vida. Cuando todo el mundo se ría de ti por tener un marido discapacitado, ¿qué harás entonces?
en ese momento su mirada Parecía un abismo no sabía que decir pero después de sus labios salió una pequeña risita.
—Edwin eso es no es para tanto. Tú solo has usado una silla de ruedas unas décadas antes que yo. Cuando envejezca, tú también me puedes cuidar.
Edwin la miro fijamente y una sonrisa salió de sus labios esa mujer era maravillosa y lo hacía sentir bien con cada palabra que decía ahora al escuchar la tenía razón todo Tal vez ella Más adelante podría sentir la carga Pero cómo lo decía solo se había adelantado unas décadas a ella en estar en sillas de ruedas.
su corazón se calentó Al escuchar las palabras de la joven por primera vez sentía satisfacción que alguien pensará en el. la acarició suavemente la cabeza y se percató de que no se había equivocado en quedarse con ella.
el Señor Carlos salió de la cocina y se dio cuenta de la interacción que tenía entre ellos.
- me alegra saber que te gusta mi hija.
Edwin no podía creer lo desvergonzado que era el Señor Carlos en el fondo hasta le notaba el doble cara que era y lo mentiroso al hablar, Así que lo cuestionó y le preguntó ¿que si él quería su hija?.
- por supuesto Sí señor Collins no ve que es mi hija menor es un tesoro, Eso está mejor que Mariana...
Cristina sintió que el estómago se le revolvía Al escuchar los falsos elogios de su padre hacia ella, reaccionó cuando Edwin golpeó suavemente la mesa atrayendo la atención de las dos personas que se encontraban ahí.
- ahora me siento avergonzado, porque cuando Cristina llego a la familia Yo aún me encontraba en coma y no le pude dar una boda formal.
- No se preocupe señor a mi hija no le gusta este tipo de cosas.
Cristina comenzó a cuestionar que cuando ella había dicho eso, Además desde pequeña siempre anhelo tener un hombre a su lado conformar una familia en algún momento llegarse a casar si lo querían las dos personas.
- no, ahora que recuerdo cuando se firmó el compromiso con mi familia y su familia quedamos en acuerdo en que vas a entrar en varios proyectos. pero también recuerdo que por parte tuya le dices al 15% de acciones a Mariana por el compromiso siendo ese su dote. ahora Mi pregunta es cómo no me casé con Mariana ¿esas acciones pasarán a nombre de Cristina?.
Mariana se encontraba saliendo de la cocina y el escuchar que sus acciones iban a hacer regaladas a su hermana ilegítima Cintia impotencia y salió corriendo estando en su padre a decirle que eso no podía suceder, qué esas eran sus acciones.
- papi eso no puede, no puedes darles esas acciones a esa Zorra.
- Señorita Mariana, por favor, Callese. Edwin le fastidiaba el escuchar la voz de esa mujer.
- No se preocupe señor Edwin que cuando mi hija se casó contigo Ya estoy planeando un otro tipo de dote para darle.
Edwin no le gustó para nada que no le quisiera dar las acciones a Cristina, tenía claro que Cristina estaba con él porque de cierta manera no quería regresar a esa casa Isi de El dependía la posibilidad de que ella en el futuro no tuviera que depender de nadie lo iba a hacer.
Cristina se quedó en silencio inmutada en lo que estaba sucediendo no podría creer que ese hombre la estaba ayudando para obtener algo de la familia Castillo.
- creo Señor Carlos que si usted no le da el dote que se había acordado inicialmente a mi esposa está faltando el respeto a la familia Collins. ¿ creo que el señor Castillo no puede hacerse cargo de los negocios de forma independiente de la familia Collins?, o estoy equivocado en eso.
