Gabriela

Fuí como todos los sábados a la feria. Llevaba mis verduras y frutas. Y como siempre expuse mis productos. Todo fresco y sin químicos. Don Jaime, como siempre me compró muchas cosas.

Muy correcto él, cómo siempre un caballero. Cuando se iba llendo, se detiene y me dice si sabe que llegó un circo? Le respondo que no. Y me pregunta si lo quiero acompañar...Quedé totalmente sorprendida, no me esperaba ésta invitación.

Le agradecí y le dije que no. Que no me gusta salir.

--Entiendo, igual muchas gracias...

Seguí con mis ventas, hasta que estando hincada arreglando mis verduras. Escuché una voz que se me hacía conocida... Era el abogaducho miserable.

-- Vaya vaya quien iba a pensar que me iba a encontrar por aquí semejante vendedora. Cómo está Señorita.......? Aquí trabaja usted? Así se gana la vida?

Me había conseguido su dirección en la parcela y de ahí cuando pregunté por ella me dijeron que ella vendía en la feria del sábado. Y aquí estoy...casi consiguiendo mi plan.

La miro y la veo más deseable que antes. Es una mujer muy hermosa, no usa maquillaje y eso la hace más natural. Usa jeans y una blusa azul. Si la vistiera con ropa fina, Sería la envidia de todos. Me gusta de verdad.

--Me encantaría que me acompañara a almorzar. Porqué no guarda sus cosas y yo la espero ...? Le dijo de la forma más encantadora.

Creí que aceptaría. Yo no era un hombre desagradable, tenía una buena estatura, no era feo, y se podría decir que era atractivo. Cualquier mujer se sentiría orgullosa de que la llevará de la mano.

Pero me confundió con su respuesta. Quedé anonadado.

--Yo trabajo aquí y no salgo con nadie . Gracias. Se puede retirar. Con su elegancia me espanta la clientela. Me dijo en forma sarcástica.

Era lo más feo y lo más poco diplomático que me habían dicho. Pero no me doblaría la mano una mujer, por la que yo puedo pagar.

Con rabia y mi voz en alto le grito...

--Parece que no se ha dado cuenta quien soy yo. Con un movimiento de mi mano te saco inmediatamente de aquí.

Te daría lo mejor, ropa, joyas, autos. Eso quieres? Estoy acostumbrado a tratar con mujeres como tú, se hacen las interesantes y se venden por menos.He tenido mejores mujeres que tú finas y no feriantes como tú...

Pon tu precio y no le des tantas vueltas.

Comencé a tiritar reviviendo lo de hace quince años atrás. Pero fué momentáneo. Estaba aún hincada. Él me miraba desde arriba.

Me levanté y traté de calmarme.

--Aqui yo no veo ninguna puta.

--Yo no tengo precio.

--Salga de aquí, alejese de mi vista. Quien se cree? usted...

--Usted cree que todo se compra?

--Pues yo no lo tengo.

Caminó y trató de tomarme de los brazos.

Pero cuando creí que me abrazaría. Sentí que me soltaba. Alguien lo había golpeado y cayó al piso. Era don Jaime que lo tomó desde el suelo y le dió otro combo más. Le rompió la nariz. La sangre le escurría por el rostro. Me sentí tan bien. viéndolo en el suelo todo revolcado y sucio.

Don Jaime le dijo:

--Con nuestras mujeres no te metas. Aquí habemos muchos hombres para defenderlas. --Nunca más te queremos ver aquí. Y no vengas a amenazarnos. Vuelve a tu mundo y déjanos en paz. Detrás de él estaba toda la gente de la feria, haciendo presión.

La señora Rosa, se acercó a mí, y me abrazó Tranquila mi niña.... éste ya está pagando.

Me levanté con mi brazo me limpie la sangre de mi cara y salí lo más rápido posible que la dignidad me permitiera.

No podía creer lo que había vivido, esos pobretones estuvieron a punto de lincharme. Se atrevieron a amenazarme. A mí!!!!

Nadie me quitará esa mujer. Ella será mía por las buenas o por las malas.Ya lo Decidí .....