Calamidad no creía en fuerzas que manejen su existencia hasta que murió y fue seleccionada para ser la causante de todas las desgracias. En su nueva vida descubre que su muerte no fue un accidente, si no un asesinato planeado por su esposo y su amante hacia su persona. Siente sed de venganza y su nueva misión con sus nuevas habilidades decide que los descendientes de esa familia paguen, sin saber que el destino se cruzara en su caminó, como un simple mortal al igual que ella y las diferentes fuerzas estaran en conflicto por su unión.
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19- Me elevó a la troposfera
(*Calamidad)
Llegué a la casa encontrándome en la entrada con Pablo. Tenía la cara de preocupación y me aproxime a abrazarlo.
Él me beso de manera intensa, me estrecho entre sus brazos besándome el cuello.
Su aroma varonil me envolvió ese aroma mentolado y a brisa de mar que me fascina.
-Tú mano la siento en el sur. Me susurra Pablo.
-Quisiera recorrer todos tus puntos cardinales. Le murmuré sobre los labios mordisqueando.
-¿Qué te puso así?. Me dice abrazándome con más fuerza apretándome contra su cuerpo.
-Tu sola presencia... Tu aroma. Le voy susurrando mientras le beso y mordisqueo su óvulo de la oreja. Él se sacude como si un escalofrío recorriera su cuerpo.
-Debo alejarme de ti... Pero me pierdo en tu laberinto de sensualidad y provocación. Murmura con un gruñido.
-Logre mi objetivo. Le consulto y me alza entre sus brazos empujando la puerta, arrebatandome en besos candentes.
-¿Cuál es tu cuarto?. Me pregunta en un tono grave.
-Arriba... La tercer puerta a la derecha. Le respondo. Él me mantiene entre sus brazos llevándome hacia mi habitación.
-No me podía perder... Dice Cálida. Comenta al leer el cartel en ella.
-Me bajas... Así la abro. Le digo agitada.
-No... Solo dame la llave. Me dice haciendo que sonría.
Al abrir miro sorprendido.
-¿Qué te parece? Le pregunto al ver su expresión.
-Es todo tan azul marino... Una cama, cómoda y una mesa de luz. Me dice describiendo lo que ve.
-Es mi color favorito. Le respondo.
-Crei que me encontraría con algo rosa... Por tu manera de vestir. Me expresa.
-Eso es cosa de las chicas. Le comentó, mientras sus hábiles manos me despojaron de mis prendas revelando mi desnudes ante él.
-Cada vez te ves más hermosa. Me dice cortando la distancia para saborear mi piel.
Su tacto suave en principio y desesperado por sentirme, me elevo a la troposfera, haciendo que me faltará el aire, por lo que me obligaba a tomar bocanadas de aire en cada gemido, de manera acelerada y desesperada. Sentir que se sumerge en mi zona sur con su lengua envío una señal eléctrica a mi cerebro explotando en miles de partículas de placer, disparando dopamina por todo mi sistema.
Lo despoje de sus prendas bajas, deseosa de sentirlo completo, sin perdida de tiempo, me trepe sobre él moviéndome con intensidad, sosteniendo su mirada donde brotaban llamas de deseos.
"OH SI ... NO PARES ... SIGUE... SIGUE", Me pide.
Lo devoro en besos apasionados, mientras sus manos se hunden en mis glúteos y lo siento en lo mas profundo.
El fuego en mi vientre está en lo más alto, me quema por dentro, obligandome a arquear mi espalda hacia atrás, expresando en cada sonido el placer que me hace sentir, mientras pierde mis lomas en su boca succionando y saboreando cada extensión de ellas.
"Pa...BLO" grito dejando que toda la electrizante sensación se libere al tiempo que siento que él se libera al exclamar.
"OH SI", atrayendo mi figura contra la de él besándome lujurioso.
-Me vuelves loco. Me dice exhalando.
-Eres increíble. Le digo besando sus labios.
-Quiero tenerte así todo el tiempo. Me dice sin apartarse de mi. Mantengo mi pose con mis piernas a su alrededor.
-Me gusto esta manera intensa y brusca... No llegamos a la cama. Le comentó y veo que hace una mueca en los labios como si sonriera.
-No me di cuenta. Responde, dándome una palmada en mi gluteo derecho.
-No vuelvas hacer eso. Le digo sería.
-¿Que cosa?. Pregunta palmeandome de nuevo.
-Me estás provocando. Le comentó.
-Logre mi objetivo. Me pregunta sentándose en la cama conmigo encima.
Me empiezo a mover nuevamente y puedo sentir que las ganas le surgieron al sentirlo firme de nuevo.
-¿Quieres más?. Le consulto besándolo.
-Todo. Me responde gruñendo, se tiró hacia atrás apoyándose en la cama, mirándome directo.
-Te gusta lo que ves. Le consulto y sus manos recorren mi torso.
-Me encanta tu figura... Estás hecha a mi medida. Me dice estirandome a darme un beso.
-Tienes una medida. Le pregunto.
-Eres mi pieza de rompecabezas. Me responde incentivandome a acelerar el ritmo al posar sus manos en mis caderas.
Se endereza haciendo que mis lomas rocen sus pectorales, y sus manos cubren mi espalda baja, me besa intenso, saborea mi lengua, enreda por la de él, explora cada centímetro de mi boca y siento como me llena por completo.
Él exhala mirándome intenso, con la respiración entre cortada, traga grueso.
Estoy agitada, abro la boca como para decir algo pero las palabras no salen, solo nos contemplamos, mientras la sensación de llegar al climax recorre todo mi cuerpo.
El suelta el aire besándome de nuevo.
-Nos bañamos. Me dice mirando hacia la puerta del baño.
-Es pequeño. Le comentó.
-Nos acoplamos bien... O no lo crees. Me comenta apretandome contra su cuerpo.
-Yo te avise. Le digo apartandome de él y caminando hacia el baño.
-Es bonito. Comenta con una mueca en los labios al ingresar atrás de mi.
-Ese aroma... Es de limón. Me consulta.
-Que buen olfato. Le digo estirandolo al interior y cerrando la puerta atrás de él.
-¿Tienes agua caliente?. Me consulta.
-Si. Le respondo.
-Que bueno. Me contesta colándose conmigo para ducharnos juntos.
Fue una experiencia nueva, turnándonos para mojarnos con la lluvia de la ducha, salpicándonos con espuma de jabón y riendo como dos jóvenes enamorados. Nunca había sentido tanta dicha en algo tan común como ducharse.
-Tu jabón es de glicerina. Me observa al terminar de bañarnos.
-Para cuidar la piel. Le digo dándole un beso.
-Si... La siento más suave. Me responde dándome un beso en mi hombro y pasando la lengua haciendo que un cosquilleo me invada.
En ese momento su celular sonó fuerte.
-Me permites. Me dice saliendo del baño para atender.
Observo su amplia espalda y sus glúteos firmes.
"No puedo ser tan golosa, recién tuvimos un momento candente", pienso al despertar de nuevo el deseo de sentirlo.
📱Si... Comprendo... No, no... Estoy con ella. Escucho que responde y corta.
-¿Paso algo?. Le consulto abrazada por él.
-Perdi la noción del tiempo contigo... Y me olvidé del porque vine. Me dice abrazándome a darme otro beso.
-Puedes llevarme contigo... Estoy libre. Le susurro de manera provocativa.
-Tu auto fue hallado al fondo del mar. Me avisa y me retiro mirándolo directo.
-¿Qué?. Le pregunto desconcertada.
-Al parecer le fallaron los frenos... Al que lo tomo... Aún no se encontró ningún cuerpo... Por los que se deduce habrá escapado... Pero están revisando las cámaras de tránsito... En una de esas obtenemos las imágenes del posible ladrón. Me comunica y sigo congelada por la noticia sin poderme mover.
-Yo lo deje próxima al restaurante. Murmuré entre dientes.
-¿Cómo llegaste al edificio del señor Gon?. Me pregunta.
-He. Le digo tratando de reaccionar.
-¿Cómo llegaste al departamento del señor Gon?. Me repite.
-Ah... El padre del señor Gon... Me habló en el restaurante... Y me comento lo del empleo... Cómo abogada en la firma... Me dijo que hable con su hijo... Me llevo en su auto...Y cuando llegue... El señor Gon sufrió el ataque... Fue una locura... ¿Quién robaría mi auto?... No es último modelo... Y le hice la revisión técnica... Estaba todo bien. Expreso nerviosa.
-Tranquila... El seguro se hará cargo. Me dice Pablo.
-No será que quisieron provocarme un accidente a propósito. Le digo mirándolo fijo.
-O solo sufrió un corte en el trayecto... Con la pericia... Se descubrirá a fondo. Me dice Pablo.
-Esto es... No puedo creerlo. Le digo pensativa.
Una lágrima rueda por mi mejilla y él me abraza calmandome.
-Crei que te paso algo... Coincidía el tiempo en que te deje. Me murmuró al oído.
-Por eso tenías esa cara. Le digo.
-Y la preocupación se acento cuando no respondiste al timbre. Me dice.
-Es que fui a hablar con los vecinos de ahí atrás... Tenían la música muy fuerte... Aturdía aca adentro. Le comentó.
-Acompañame a la seccional... Así declaras lo de tu auto... Y queda registrado que te lo robaron. Me aconseja.
Nos vestimos y salimos de mi cuarto.
Al llegar a la puerta veo que Gladys va llegando y se asusto al verme.
-CALIDA... TÚ... ¿ESTAS AQUI?. Dijo nerviosa.
-Si... ¿Dónde más?. Le pregunto.
-No... Claro... ¿Dónde más?. Repite nerviosa.
-¿Dónde estuvo entre las 17 y 18 horas?. Le pregunto Pablo.
-En mi trabajo. Le respondió mirando a otro lado sin mirarlo directamente.
-Tiene testigos que lo confirmen. Le pregunto.
-Si... Mi Jefe... ¿Por qué?. Le pregunta.
-Solo por preguntar. Le dice Pablo llevándome con él bajo la mirada de Gladys.
-Ella oculta algo. Me cuchichea en la oreja al abrir la puerta para que suba.
-Lo crees. Le consulto.
-No solo lo creo... Lo sé. Me responde y veo que le envía un mensaje a su compañero para que la vigilen.
-HEY... AMIGUIS... LLEGO LO QUE ERA PARA MI. Me pregunta Maia haciéndose presente.
-Si... Lo deje en la entrada. Le aviso.
-Gracias. Dijo dirigiéndose al interior de la casa.
-A está hora salen. Comenta Pablo.
-Eso parece. Le respondo.
Llegamos a la seccional y me guía del brazo hasta estar ante uno de sus compañeros que al verme suspira profundo y carraspea nervioso ante la mirada de Pablo, agacha la cabeza sin siquiera mirar casi.
Le hice entrega de mis credenciales para demostrar que el auto me pertenecía.
-Lamento que los demás papeles estén en la guantera. Le comunico.
-Si... Es comprensible... Con esto bastará ... Es bueno que esté aquí... Y lamentable lo demás. Murmura con la mano izquierda tapando su boca, mientras con la derecha escribía.
-Eso es todo Gael. Le dice Pablo serio al ver que tardaba mucho.
Me enderece mirándolo bien.
"¿Será el hermano del vecino?", me pregunte al escuchar el nombre.
-Eres mi vecino ruidoso. Le digo al observar con atención.
-Yo no... Mi hermano... Dejemos claro eso... Y estaba ahí para poner orden. Me dice descubriendo su rostro.
-Asi que eran ustedes los que molestaron a mi chica. Le dice Pablo.
-No sabía que tu chica vivía en esa zona. Le responde nervioso.
-Tuve que ir yo para que baje la música... Siendo oficial no logro mucho. Le digo en un tono sarcástico.
-Eres injusta... Debes entender por lo que pasa. Me responde.
De repente sentí un fuerte dolor de cabeza, se me presento una alucinación, sin darme cuenta apreté fuerte la mano de Pablo que tenía apoyado en el escritorio.
-Calida ... ¿Qué sucede?. Me pregunta.
-Me duele el estómago. Le susurro mirando en dirección de donde viene esa alucinación.
-Calida... Mírame... Dime... ¿Qué pasa?. Me dice.
-Algo me cayó mal... Tengo alucinaciones. Le digo.
-¿De qué tipo?. Me dice serio.
-Uno que traen... Le quita el arma a ese oficial y dispara contra ... Y me miro como si estuviera herida... Esto no es real. Me repito.
-Calida... Vamos... Ven... Hace señas a sus compañeros y le ordena que esten atento... Qué se fijen cuando ingresen con uno que traen arrestado.
Estoy temblando como hoja.
-Debo tener algo mal... No... No. Murmuró nerviosa.
-Calida ... No tienes nada mal. Me dice Pablo al llevarme a una oficina y de golpe se escucha afuera el estruendo de disparos.
Pegó un grito abrazándome por él.
-Ya tranquila... Voy a ir a ver la situación. Me dice y sale desenfundando su arma.
Me senté temblando de los nervios.
"Esto es algo nuevo, poder prevenir algo antes que suceda, o ya me había pasado". Estaba pensando. Cuando siento que se me sube un gato negro y lo acaricio como buscando tranquilidad en ese gesto.
"Te sientes mejor", escucho la voz de Lian.
"Si... Eso creo... ¿Alguien murió?", le pregunto.
"Gracias a ti... Solo el delincuente". Me responde.
"O hubiera Sido yo", Le consulto.
"No... Aún no", me responde Lian desapareciendo al ingresar Pablo.
-No hay nada de que preocuparse. Me dice Pablo.
-No entiendo como paso... Eso nunca antes me sucedió. Le digo aún nerviosa.
-Sabes que existen personas con poderes excepcionales... Debes ser una de ellas. Me dice Pablo.
-No me gusta... Lo sentí horrible. Le comentó.
"Ni así se sincera conmigo, al ver lo mucho que me afectó", pienso.
-Te llevó a casa... Así te relajas... Me ocupo de eso. Me dice dándome un beso.
Me llevo con él del brazo evitando que mire hacia donde paso el hecho, sus compañeros se encargarían de todo.
En el trayecto casi no pronuncie ni una palabra, miraba a la distancia sin ver nada en específico.
Al llegar a su casa y ni bien abrió la puerta le pedí recostarme.
-Quisiera poder acostarme. Le dije.
-Claro. Me respondió guiandome a su cuarto.
-Disculpa el desorden. Me dice sacando unas ropas que tenía por una silla.
-No me fijo ahora en eso... Solo quiero recostarme. Le aclare.
-Te acompaño. Me dijo despojandome de mis prendas y él de las suyas. Me entrego una remera, mientras él se puso otra.
-Asi no arrugas tu ropa. Me dijo.
-Eres muy considerado. Le respondí.
Me recosté acomodándome entre sus brazos, él sacó su celular mostrándome videos de personas haciendo tonterías, como para sacarme una sonrisa y sin predecirlo quede dormida abrazada a él.