Ahora Que Vamos A Divorciarnos (Romance Y Crisis Libro 4) Cristina-Leo-Gustavo

Cristian era un incompetente y le estaba yendo muy mal en Europa, perdió mucha de la fortuna que le dio su madre e incluso hizo malas inversiones, Laura estaba preocupada por su situación y debió apoyarlo financieramente para que no fuera a la cárcel en un año gastó toda la fortuna que le había dado su madre.

Laura tenía un fuerte carácter, pero cuando se trataba de su hijo era débil y  a partir de ese momento

lo apoyaba financieramente y dado que él no quería cambiar su estilo de vida y no generaba ingresos, grandes sumas de dinero fueron enviados a Europa y de esa manera la estable vida de Cristina y Laura comenzó a tambalear porque empezaron a tener problemas de liquidez, ellas tampoco tenían ingresos y la carrera

musical de Cristina que era a lo que apostaban por culpa de la envidiosa de Mireya estaba bloqueada, Laura comenzó a vender sus preciados objetos de colección y a despedir a sus empleados porque no podían seguir llevando un estilo de vida tan costoso.

Debido a lo importante que era para su familia, Luis Arturo creció bajo mucha supervisión y con extremo cuidado a su seguridad personal, el único momento en el cual no estaba con su guardaespaldas era mientras asistía a clases en la secundaria, la institución era la más exclusiva y segura del país.

Laura soñaba hacer del cumpleaños número 15 de Cristina algo memorable cómo lo indica la tradición, pero  eso no iba a ser  posible, aunque a ella  no le importó, convenció a su abuela para que lo celebraran de forma muy frugal, sin embargo, recibió el regalo que más esperaba una nueva  guitarra eléctrica marca Gibson les

Paul color rojo, para ella que desde pequeña le había gustado la música y tenía tanto  talento  el dominar un instrumento era lo más importante,  su abuela le había permitido tener su propio estudio para practicar, además de cantar muy bien tocaba el piano, la flauta, la  guitarra clásica y ahora estaba aprendiendo con la eléctrica.

Luis Arturo era una persona muy detallista y se dio cuenta de que el cumpleaños número quince de Cristina sería pronto y ella no lo celebraría, él sabía que era una fecha muy importante para cualquier chica así

que organizó una celebración de cumpleaños para Cristina en la secundaria, a pesar de sus muchas ocupaciones siempre recordaba fechas importantes tales como el cumpleaños de sus amigos, a diferencia de Gustavo, que solía olvidarlo siempre.

Ese día todos sus compañeros de salón y profesores le dieron regalos y el único que no le dio un obsequio fue Gustavo debido a que lo había olvidado como cada año lo hacía, estaba demasiado ocupado con su novia para recordar que su amiga de la infancia estaba de cumpleaños ese día.

-¿Gustavo le compraste un regalo a Criss? – preguntó Gabriela

-Gabi, lo olvidé por completo, ¿Puedes decirle que tu regalo es de parte de los dos?

-Gustavo, ojalá, no te arrepientas por ser tan estúpido, se lo voy a decir por qué no quiero que se sienta triste el día de su cumpleaños, pero eres una decepción.

-A Cristina no le importa eso Gabi.

-Crees tu Gustavo, pero llegará el día en que te vas a dar cuenta, y va a ser muy tarde.

Tras años de tener la misma actitud desdeñosa, el gran amor de Cristina hacia Gustavo se fue resquebrajando, hasta ahora solo quedar un gran cariño, aunque ella siempre esperaba por la promesa que le había hecho

cuándo tenían once años los dos  de que serían novios, no obstante, él siempre salía con diferentes chicas ahora era con Grecia y ella continuaba en una pausa eterna, ya cursaban tercero de secundaria y no parecía que fueran a cambiar las cosas, además de que el poco tiempo que interactuó con Pedro, ella fue feliz y se dio cuenta de que era tiempo de terminar con esa fantasía.

El único escape a ese dolor que le producía el constante al rechazo de Gustavo era el club de música, donde ella era una de las personas más importante, a pesar de que Grecia también pertenecía a este, pero no era tan destacada como Cristina, Gustavo hería profundamente la autoestima de Cristina, probablemente sin intención, pero siempre lo hacía.

Si bien la familia de Gustavo sentía desagrado por Cristina, Laura sentía un profundo odio hacia Gustavo y su familia también, porque observaba el trato que le daba a su amada nieta y ella presentía que a futuro Gustavo sería un gran problema para Cristina, Ella solía ser muy obediente con su abuela, pero era terca con su enamoramiento por Gustavo, de hecho, era el único motivo por el cual discutían abuela y nieta.

Luis Arturo y Gustavo de quince años siempre fueron muy populares entre las estudiantes de la secundaria, no solo las de su mismo año, sino que las de grados superiores e inferiores también, sin embargo, mientras Gustavo salía con todas las chicas que se le declaraban Luis Arturo, por el contrario, era muy tímido.

Gustavo en términos de experiencias con las chicas tenía mucho para aconsejar a su novato amigo, el cual desde que tenía novia estaba muy descontrolado, para sorpresa de Luis Arturo, Marcia era un año menor que él, pero tenía mucha más experiencia y eso lo volvía loco, lo cual era normal porque solo tenía quince años y estaba aprendiendo de temas que ignoraba, a tan solo un mes de comenzar a salir Marcia lo hizo entrar en uno de los salones  vacíos de la secundaria y perder su virginidad, no era la primera vez de la chica y fue ella la que tuvo el control de la situación  en todo momento.

La institución donde estudiaban era la más prestigiosa del país, a ella asistían solo los hijos de las personas más pudientes, los aniversarios de la escuela era una fecha a la cual se le daba mucha importancia, todos los clubes culturales se esmeraban por hacer una presentación de alta calidad porque a esta asistía grandes representantes de los sectores político, artístico, empresarial y militar.