toda mi vida vivi una vida donde fui despresiada y sola pero ahora que e renacido en la hija de un duque disfrutaré esta segunda oportunidad como hija mimada del duque William valtorian
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capitulo 5 mamá de Alexander
—¿Dónde está Astrix? —preguntó William asustado—. La dejé aquí.
[Bebé Astrix]
Ya soy un bebé revoltoso. Tengo 9 meses… sin darme cuenta pasaron muchos meses. Mi papá es el mejor, siempre me cuida a mí y a Alexander, aunque él sigue manipulado por Mary. Ser Astrix es tan difícil, ni siquiera puedo hablar.
Unos pasos se escucharon: era papá con un oso gigante.
—¡ASTRIX! Mira lo que te traje, ¿te gusta? —sonrió William.
Astrix gateó hacia el duque e intentó agarrar el peluche.
—No, no, pequeña. Primero dime: “Pa–pá”. Vamos, Astrix, di “Pa–pá” —sonreía ilusionado.
[Bebé Astrix]
¡Qué soborno tan descarado! Por decir papá… ya verás.
La puerta se abrió lentamente. Era Alexander, despeinado y con su pijamita arrugada. El niño se acercó con timidez, jugando con su ropa.
—¡Papá! —lo llamó mientras en su otra mano sostenía algo.
—Baba —balbuceó Astrix, gateando hacia Alexander y tirando de su ropa.
—¡¿Cómo que “Baba”? ¡No, papá! —hizo puchero William.
Alexander levantó a la bebé y sonrió.
—Hermanita, te extrañé mucho. Papá, ¿y ese peluche?
—¿Qué? —William hizo un puchero—. Ese era para Astrix, para que me diga “papá”. Pero parece que te quiere más a ti…
—Señor William, deje de ponerse así. No ve que es su hermano —intervino Consuelo con seriedad—. La pequeña siente apego.
—Sí, pero yo soy su papá y le doy todo —respondió serio William—. Además, hoy es un día especial, casi lo olvido.
Con una gran sonrisa, sacó algo de su saco y de pronto explotó confeti.
—¡FELIZ NUEVE MESES, MI PRINCESA ASTRIX! —gritó feliz.
Alexander bajó a la bebé, borrando su sonrisa.
—Mejor me voy de aquí… —susurró triste.
[Bebé Astrix]
¡No, Alex, no te vayas! Tú eres el único que me entretiene y me cuenta cómo es el mundo.
Astrix tiró de la ropa de Alexander, pero él cayó de pecho y sus ojos se llenaron de lágrimas.
—¡Ay, no, perdón hermano! —balbuceó la bebé—. Baba…
Alexander, enojado, se levantó bruscamente.
—¡DÉJAME! —gritó—. ¡No me toques! Tu querés hacerme daño
[Bebé Astrix]
¿Yo dañar a Alexander? ¡Pero si es mi hermanito!
Las lágrimas de Astrix comenzaron a rodar por sus mejillas y estalló en un llanto fuerte.
—¡ASTRIX! —William la tomó preocupado—. ¿Qué pasa, mi princesa? ¿Te dolió lo que dijo Alexander?
El niño salió corriendo, llorando y gritando.
—Ya, ya… —William intentaba calmar a Astrix.
Pasado un rato, el duque se dejó caer agotado sobre un sillón.
—Ah, Julián… es tan difícil cuidar a un bebé de 9 meses y a un niño de 4 años… —miraba al techo.
—Señor Valtorian, el joven Alexander cumple hoy 5 años —dijo Julián con firmeza.
—Lo sé —respondió William—. Por eso le envié el peluche que tanto quería, y de extra unos trenes de juguete. Consuelo dijo que un tren real no era apropiado para un niño. También estaba pensando en darle un conjunto nuevo de ropa.
Mientras el duque meditaba, se escuchó un golpeteo en la puerta. Con seriedad, permitió el paso.
Una mujer delgada entró. Tenía el cabello rojo ondulado, botas altas, pantalón y camisa. Se sentó con confianza frente a William.
—Se da la bienvenida a Elena Blackwood, madre del joven Alexander Valtorian —anunció Julián con firmeza.
—Elena… hace mucho que no te veía —dijo William serio..
—Sí —respondió ella, jugando con su cabello—. Hace 9 meses que no nos vemos. Alexander te dio la invitación.
—¿Qué invitación? —preguntó curioso—. Además, hoy Alexander tuvo un mal comportamiento. Le pegó a Astrix.
—¿Astrix? —preguntó incrédula Elena—. ¿Y qué es eso? ¿Tu nueva mascota?
—Ya empiezas con tus estúpidas preguntas —gruñó William furioso—. ¡Astrix es mi hija con Emma!
—Ah… Emma —susurró Elena—. Bien, eso no me importa. Mira, Alexander está bajo el cuidado de Mary. Deberías hablar con ella.
—No me gusta esa tal Mary —dijo William serio—. Ayer llevé a Alexander a la pradera y, de pronto, ella apareció y asustó a los niños.
Elena estaba recostada en el sillón, mirando por la ventana como si la conversación no tuviera importancia.
—William, te lo vuelvo a decir —dijo con un suspiro—. No puedes hacer nada. Mary crió a todos en mi familia y seguirá haciéndolo. Así son las cosas.
William la miraba con incredulidad.
—¿Eso es todo? ¿No te importa lo que Alexander sienta?
Elena se encogió de hombros.
—Los niños siempre se acostumbran. Además, tienes otras cosas en qué pensar… —sus labios se curvaron apenas en una media sonrisa—, como tu “preciosa bebé” y Emma.
William apretó los puños.
—¿Así que es eso? ¿Celos?
Elena levantó las cejas, confundida, pero no respondió. Se limitó a juguetear con un anillo en sus dedos, como si estuviera en otra conversación distinta.
(pensamiento de William)
que mujer está celosa la bebé pero no lo lo quiere admitir. pero Elena siempre es tan elegante no se enoja, no grita, ni siquiera discute de verdad. Ella simplemente… no se fija en lo que pasa alrededor.
Elena tamborileaba con los dedos, su pie se movía sin parar.
—Mira, William… —dijo distraída—. Haz lo que quieras, pero no gastes tu energía en cosas que no van a cambiar.
William soltó un resoplido, cargado de enojo.
—Eres increíblemente fría, Elena. Alexander es mi hijo, y yo no pienso dejarlo en manos de Mary.
Elena se encogió otra vez de hombros, con una sonrisa extraña, como si el tema fuera demasiado pesado para ella.
Ese día, una de las niñeras decidió sacar a Astrix a tomar aire al jardín. Le puso un vestido muy lindo como hacia calor fuimos a , buscar un banco para descansar faltaba agua . Y Como había otra mujer allí, vestida con un vestido sencillo sin joyas ni peinados elaborados, pensó que era otra sirvienta.
—¿Podría sostenerla un momento? —preguntó la niñera, con la confianza de quien cree estar frente a una de las trabajadoras de la casa.
La mujer, sorprendida, asintió y extendió los brazos.
[Bebé Astrix]
Sus manos eran suaves, pero no apretaban con firmeza. Ella me miraba… y al mismo tiempo no me miraba. Sus ojos estaban en mí, pero también en las flores, en el cielo, en nada y en todo.
—Qué bebé tan tranquila… —la mujer con una sonrisa distraída, mientras me acomodaba en su regazo. Su pie empezó a moverse sin parar, como marcando un ritmo invisible.
Se quedó tarareando una melodía que no encajaba con nada, mientras su mirada se perdía otra vez en la distancia.
[Bebé Astrix]
Ella es muy rara , me sostiene tan cálido pero. Más bien parecía que el mundo le costaba. Como si no pudiera concentrarse demasiado tiempo en nada.
la mujer bajó la vista y me acarició con una ternura distraída.
—Eres frágil… igual que Alexander cuando era así de pequeño.
Yo solté un quejido suave, como si quisiera hablarle. Pero ella ya estaba otra vez perdida en sus pensamientos.
La niñera volvió y, sin notar nada raro, me recogió de sus brazos.
—Gracias, señorita.
la chica solo asintió, como si todo aquello le fuera ajeno, y se levantó sin mirar atrás.
✨ Elena, la madre de Alexander, suele parecer despreocupada y distante, pero en realidad observa todo en silencio; detrás de su sonrisa ligera, esconde un torbellino de emociones que aún nadie logra descifrar.
su padre es noble así que no se compara
llamarlo papá así el da ella da sería juntos para el pobre corazón
de William jajaja que adora a su hija aunque es divertido verlo celos pero ahora sí esa mustia no pudo que alaben a esa mustia igual a ella por lo menos alegro a su hermano