¿Cuantas veces estas dispuesta a repetir el mismo error? ¿Cuantas veces puedes caerte con la misma piedra?... 4 veces me case con el mismo hombre. 4 veces nos divorciamos. Pero sin dudas ya no existiría una quinta vez, ya había aprendido mi lección de que por más que te aferras a alguien esto no soluciona nada, tampoco te garantiza su amor y al final la única persona lastimada es la que que ama más. Para mí el límite fue esa quinta vez en la que yo misma le pondria un punto final a lo que jamás se debió de alargar tanto.
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Una verdad dolorosa.
Antes de irnos Mark llega y se lleva a Cristal nuevamente a la pista. - Viejo deja que al menos baile una pieza con la cuñada.
- Nos tenemos que ir.
- Nadie se muere por una canción.
Ella lo sigue nuevamente dejándome con su bolso. La puedo ver sonreír y disfrutar del momento cuando se suponía que solo estaríamos aquí 2 horas. Fue cristal la que llegó tarde, la que impuso su condición y ahora es ella misma la que rompe todas las reglas.
- Hey tú eres Francisco o me equivoco.
- Si soy, pero no te conozco.
- Bueno yo tampoco a ti, pero da la casualidad que vi una fotografía tuya en la casa de una amiga mía.
- ¿Una fotografía mía? ¿Qué amiga es esa?
- Constanza, estuve con ella la semana pasada y logré reconocerte por esa foto.
Arrojó el bolso al piso para poder tomar a ese idiota de los brazos. - ¿Cómo que estuviste con ella?
- Hey amigo tranquilo.
- ¿Cómo la conoces?
- En una fiesta, conectamos y terminando tenido sexo en su departamento, ella tenía tu fotografía pegada en el espejo del baño lo que me pareció extraño. ¿No me digas que eres su pareja?
- Ja... Ja ja ja Me estás mintiendo, es imposible que Constanza se enredara con alguien como tú.
- Al diablo yo me la follé como se me dio la gana y ese pequeño tatuaje en su muslo izquierdo es jodidamente sensual.
Le rompo la cara de una trompada y antes de darme cuenta es una guerra campal, se escuchan los gritos de las mujeres mientras los hombres somos como salvajes primitivos. La furia me consume por dentro al imaginar que mi mujer se acostó con alguien como este desgraciado. Que sus asquerosas manos tocaron lo que es mío.
NARRA CRISTAL:
No me puedo creer lo que veo, el momento exacto en que Francisco le rompió la nariz a ese hombre y luego todo se volvió un caos total.
Entre la gente puedo ver que todavía lo tiene dejado de él y de seguir así lo va a matar. Busco desesperada entre las cosas hasta encontrar un encendedor. Subo a la barra y logró encender los aspersores, poco a poco veo como todos se tranquilizan.
- Por favor ayúdame a sacarlo de aquí Mark.
- Este carbón hijo de perra acaso se volvió loco.
- Yo tampoco entiendo que fue lo que pasó, pero me lo tengo que llevar antes de que de verdad cometa una locura.
- Está bien Cristal te ayudaré.
- Gracias. Luego puedes llamar para arreglar lo del dinero por los daños ocasionados.
- Ja ja ja De verdad eres única al pensar en eso en una situación así.
No puedo creer que este idiota se volviera demente con tanta gente a su alrededor. ¿Se supone que todo mi trabajo se fue por el caño? Que sueñe si piensa que lo voy a cuidar luego de que fue él quien inicio todo.
Con la ayuda de Mark lo llevamos al auto y puedo ver con claridad su cara toda ensangrentada, aunque no estoy segura si es toda de él o son las salpicaduras de alguien más.
- ¿Puedes manejar Cristal?
- Por supuesto que si, yo estoy bien.
- Llámame cualquier cosa.
- Gracias nos vemos y nuevamente perdón por todo lo ocasionado.
- Tranquila, tú no hiciste nada malo y de hecho fue un placer conocerte.
- Lo mismo digo, adiós.
En el camino Francisco no dice absolutamente nada, pero verlo en ese estado comienza a ponerme nerviosa. Freno a un costado de la carretera para asegurarme de que todo esté en orden.
- Déjame ver.
- No es nada.
- Francisco por favor déjame ver porque sigues perdiendo sangre y viene de cerca de tu ojo.
- No eres mi mamá para cuidar de mí.
- Lo sé, pero soy una persona que simplemente no puede mirar para otro lado así que por favor déjame ver donde está la herida.
- ¿Qué ganas haciendo tu acto de buena samaritana? Absolutamente, nada, ni siquiera te daré las gracias por esto.
- De hecho ya lo hiciste, pero no importa y tampoco me importa no obtener nada a cambio de mi ayuda porque lo que uno hace de corazón siempre es remunerado, tal vez no por las personas, pero si por el universo.
- Ja ja ja Eres tan patética.
- Bueno no soy yo a la que le partieron la cara y está asquerosamente revolcada.
- ¿Tú?
Antes de decir algo más siento su toque en mi ceja. Es su pañuelo quien para mi sangrado, no puedo creer que me volverá así de loco ante unas palabras sin sentidos de un muerto de hambre que de seguro lo único que buscaba era provocarme.
Constanza jamás se mezclaría con cualquier idiota que conozca, ella sin dudas no es esa clase de mujer.
- Tal parece que solo era un rasguño aunque yo opino que lo mejor es ir a un médico.
- Estaré bien, vamos a casa que quiero descansar.
- Sabes para ser un hombre que asistió a las mejores y más lujosas escuelas que supongo deben de tener educación premium. Eres demasiado maleducado. Acaso no sabes decir "por favor" o "Gracias" No vas a perder nada con usar esas palabras.
- Por favor Cristal podemos irnos a casa. ¿Así te gusta?
- Muchísimo mejor, gracias eso me gustó.
Ja es increíble que ahora reciba lecciones de modales de esta mujer, aunque fue gracias a ella que salí de ese lugar solo con una ceja partida. Pero sin dudas no le daré las gracias por eso.
- Bueno ya llegamos, son 300 del viaje.
- Deja de bromear.
- Eres muy amargado para ser tan joven.
Como sea yo ya cumplí con traerlo de regreso a casa, de ahora él más que él mismo se ocupe de sus propios asuntos. Subo corriendo a mi habitación y preparo un baño que en verdad necesito con urgencias. Me siento asqueada y pegajosa.
Mientras espero que la tina se llene reviso mis correos y logró ver una foto que Felipe me envió con las plantas ya acomodadas en el sector de adentro.
Es simplemente hermoso ver como una idea se empieza a manifestar en una deslumbrante realidad.
💻 Me encantan, no veo la hora de que sea mañana y poder disfrutarlo con mis propios ojos. Buenas noches, Felipe.
Ahora un buen baño y a la cama que este día sin dudas fue de locos.
