Volver A Vivir

Al día siguiente, la ama de llaves y una empleada tuvieron que despertar a Hanna.

Hanna: lo siento, es que tenía mucho sueño, porque me dormí tarde.

- ¿algo le molestaba señorita?

Hanna: eh… no…

[no les puedo decir que, como no tenía sueño, salí a recorrer la mansión durante la noche]

Señora Margaret: señorita va a tomar desayuno o…

Hanna: por supuesto, aunque rápido, el resto me lo llevo para el camino…

Señora Margaret: por supuesto… eh… señorita… disculpe… pero… puedo pedirle algo…

Hanna: claro… digame…

Señora Margaret: ella es Rosa, es mi sobrina…

Hanna: buen día Rosa

Rosa: buen día señorita…

Señora Margaret: había pensado que ella le podía servir como su doncella personal… sé que usted es la hija de un conde y que su doncella debe ser educada… pero, ella es trabajadora, honrada y será leal a usted.

Hanna: eh… señora Margaret, ¿Qué hace una doncella?

Señora Margaret: eh… es su asistente personal, se preocupa de todo lo suyo… de traerle su comida, preparar el baño, traerle su ropa, acompañarla… también…

Hanna: perfecto… Rosa ¿quieres trabajar conmigo?

Rosa: sería un honor para mi, señorita

Hanna: perfecto, ¿puedes comenzar hoy mismo?

Rosa: por supuesto…

Hanna: bien, vamos a desayunar entonces que tenemos un viaje que hacer.

Rosa miró a Margaret confundida y solo asentió.

[Mi tía me dijo que la señorita Ward era bastante especial, pero pensé que exageraba]

Hanna no logró que Rosa la acompañara a desayunar, dejo de insistir cuando la vio incomoda.

Señora Margaret: señorita, el duque la espera en el carruaje…

Hanna: gracias... Rosita por favor lleva unos emparedados para el camino.

La expresión de Rosa y Margaret, al escuchar como se refería a ella, fue de sorpresa y alegría, la cual disimularon rápidamente.

Rosa: si señorita…

Hanna salió con los documentos en la mano y un tazón grande en la mano.

Duque: ¿no alcanzo a comer?

Hanna: si, pero no fue suficiente.

El duque quedó sin palabras al verla subir al carruaje, pero subió también con una expresión normal.

Hanna: ¿le parece que hablemos de la misión de hoy?

Duque: claro. ¿tiene alguna duda?

Hanna: eh… me gustaría escuchar mas detalles, ¿puede ser?

Duque: claro…

El duque comenzó a contar acerca de la misión y vio sorpresa en los ojos de Hanna, por lo que entendio que ella no habia revisado los papeles, además de que estaba informado del paseo nocturno de ella.

Duque: …y así pasa… bueno, después tenemos que matar al dragón…

Hanna: ¿dragón?

Duque: claro, ¿no lo vio? esta escrito…

Hanna: comenzó a mirar las hojas…

Duque: página cuatro

Hanna: eh… no aquí no es… solo dice “la responsabilidad en la investigación” mmmm ah… que gracioso…

Duque: no lo hice como broma, debe revisar los documentos

Hanna: bien maestro, póngame cero

Duque: ¿Qué?

Hanna: nada…

Duque: ¿no los va a leer?

Hanna: si lo haré, pero estoy comiendo… lo primero es la comidita

Duque: ¿no quiere que nos detengamos en un pueblo a almorzar?

Hanna lo miraba desconfiada y se acercó a mirarlo de cerca.

Duque: ¿Qué?

Hanna: no sé si me esta molestando o me esta diciendo la verdad… puede que si le digo que si quiero que nos detengamos, usted se burle… o que si le digo que no, pierda la oportunidad de probar una comida deliciosa.

Duque: no nos detendremos. ya vamos tarde

Hanna: sabia que no habia un corazón detrás de ese ceño fruncido.

Duque: ¿ceño fruncido? yo nunca tengo el ceño fruncido… ¿Qué hace? ¿Por qué me hizo un punto con el lápiz?

Hanna: le haré un punto cada vez que frunza el ceño…

Varias horas después, el carruaje se detuvo y el duque Scott bajó con ambas manos llenas de puntos.

- ¿señor que le pasó?

Duque: nada… usted… solo apeguese al plan

Hanna: lo sé… debemos quedarnos el mayor tiempo que se pueda en la feria, para que sus hombres se muevan.

Duque: bien… ahora… vamos a...

Hanna se alejó de inmediato del duque y comenzó a recorrer la feria acompañada de Rosa. Estuvieron toda la tarde, comiendo y comprando cosas…

Hanna: Rosita ya algunos puestos de la feria, van a cerrar… debemos quedarnos… por cierto, ¿has visto al duque?

Rosita: no señorita, pero he visto que nos sigue uno de sus caballeros.

Hanna (susurro): bien, eso servirá, ahora voy a fingir un desmayo y tu te tienes que alertar… muchisimo… como si estuviera embarazada… esa expresión perfecta…

Rosita: señorita… pero… ¿Cómo?

Hanna (susurro): mmmmm pide que llamen al duque, y si alguien te pregunta, di que también tuve nauseas y vomito… la gente entenderá…

Rosita: pero…

Hanna aprovecho que pasaban por un puesto de telas y cayó al suelo dramáticamente…