Triple A

Estábamos todos cenando mientras Flynn hablaba de su nuevo trabajo con evidente emoción, mi papá no dejaba de hablar sobre su proyecto del nuevo hotel, Latisha de su primer día como futura diseñadora de modas, Palixena sobre el trabajo de joyería y la cena con los inversionistas australianos que estaban de visita en la ciudad además agregó orgullosamente que comenzaron oficialmente sus clases de repostería está mañana. 

-¿Papá tienes algún boceto viejo que puedas regalarme? -le pregunto recordando lo que me dejaron de tarea y que me consideraba incapaz de hacer por el momento 

-¿Un boceto?

-Sí

-Supongo que tengo unos cuantos en el estudio

-Gracias 

-¿No prefieres diseñar uno tu misma?

-Hoy no 

-De acuerdo -dice con tristeza en la mirada

Sigo cenando en silencio mientras  me dedico a escuchar a lo que se había convertido ahora mi ruidosa familia, al parecer era la única apagada que los asechaba, como una sombra cubriendo la luz.

-Hay una fiesta el viernes por la noche -dice Latisha con emoción -Daoiz me ha invitado 

-¿Quien es Daoiz? -le pregunto confundida 

-Mi novio -dice con una sonrisa resplandeciente

Recuerdo cuando yo me ponía de esa manera deslumbrante cuando mencionaba que Cainán era mi novio. 

-Oh -es todo lo que digo

-Estuve buscándote durante mis ratos libres pero no te encontré por ninguna parte, quería que lo conocieras por fin 

-Lastima que no pudiera conocerlo

-Pero ven conmigo a la fiesta 

-Esa es una gran idea -la apoya mi papá 

-Esa es una pésima idea -lo corrijo 

-No, no lo es -dice Flynn -Eres joven, hermosa, inteligente, llena de talento, tienes que salir y vivir tu vida, no puedes seguir aferrada al dolor que provoca que te encierres en un caparazón 

-Las fiestas no son lo mío 

-Claro que lo son -dice Flynn -Vas a ir a esa fiesta, vas a conocer a chicos super guapos y ardientes y vas a...

-Cuidado con lo que salga de tu boca después de eso Flynn -dice mi papá amenazador 

-Y aceptas comer una nieve con él, eso era lo que iba a decir -dice Flynn fingiendo inocencia

-Sí claro -dice mi papá mientras lo mira con los ojos entrecerrados 

-El punto es que todos queremos que vayas a esa fiesta, fin de la conversación 

-No pienso ir

-Claro que iras 

-No 

-Te reto -dice con una sonrisa maliciosa 

-No lo hagas Flynn -le digo empuñando mis manos 

-Te reto a que vayas a esa fiesta a divertirte Daryl ¿Aceptas? ¿O eres tan cobarde que te asusta?

-Pagarás esto muy caro -le digo con los ojos a punto de asesinarlo 

-Ya lo veremos enana -dice con una sonrisa brillante 

***

La semana se me pasó volando, entre las clases, la tarea y las crisis que me daban cuando tomaba un lápiz y una hoja blanca frente a mi, casi me hacían olvidar por completo el dolor que comenzaba a ser parte de mi. 

Lamentablemente para las noches no tenía salvación así que pasaba las noches llorando hasta quedarme dormida mientras los recuerdos que tengo con Cainán me torturan una y otra vez sin contemplaciones, por lo general amanezco al día siguiente con los ojos hinchados, rojos y ardorosos. 

También las ojeras comenzaban a verse debajo de mis ojos con mucha más notoriedad, por lo que empecé a recurrir al maquillaje, nada escandaloso, más bien era para tratar de ocultar el dolor que me estaba consumiendo en silencio. 

-Buenos días -dice Latisha entrando a mi habitación 

-¿Qué haces aquí? -le digo mientras me cubro el rostro con una almohada tratando de volver a dormir 

-Vengo a que escojas el vestido que usaras para la fiesta 

-¿Esto es necesario en verdad?

-Sí lo es, tenemos que resaltar toda esa belleza que posees como don, eres una mujer preciosa, te lo juro 

-Deja de sentir lastima por mi -le digo malhumorada 

-No te tengo lastima, lo que tengo es ganas de golpear al cabrón que te hizo esto 

Me siento en la cama, doblando mis piernas y mirándola completamente confundida.

-¿Qué?

Ella mira la cama y luego a mi.

-¿Puedo sentarme?

-Sí -digo en susurro 

Ella se sienta a mi lado y me mira a los ojos. 

-Eres una chica maravillosa Daryl, eres inteligente, talentosa, con un futuro más que brillante, pero ese cabrón te dejó destrozada, no se vale que te haya tratado de esa manera, que jugara contigo -dice con los ojos llenos de coraje -Te mintió descaradamente a la cara, siguió fingiendo que estaba enamorado de ti mientras se revolcaba con otra, un patán completamente 

-Es que... no sé... Cainán era todo para mi 

-Lo sé -dice con tristeza -Soy testigo de todo lo que llegaste a amarlo, y ahora ese amor se ha ensombrecido y te está consumiendo, no le des el gusto de verte destruida, derrumbada, no lo merece 

-¿Sabes? Es muy confuso todo esto

-¿A qué te refieres?

-Tú sentada en mi cama, dándome aliento para salir adelante, insultando a mi ex... no lo sé es que jamás podría creerlo si me lo hubiesen dicho 

-Bueno solo quiero ayudar para que te des cuenta de cuanto estás perdiendo por alguien que no lo merece, si el fue un cabrón, tú demuéstrale todo lo que se perdió contigo, que perdió a un diamante por unas simples piedras preciosas -me sonríe con cariño -Porque jamás, jamás, va a poder encontrar ni siquiera la mitad de amor que tu le dabas, esa seguridad, confianza y ese aliento para que saliera adelante 

-Creo que sabes más de lo que creí

-Sé que siempre estuviste para él, incluso en los peores momentos de su vida, tú lo impulsaste a que estudiara una carrera aunque sus padres no estuvieran de acuerdo, lo ayudaste a pagar la matricula metiéndote a trabajar, hicieron planes de ir a vivir juntos cerca del campus, incluso aceptaste un plan de estudios deficiente en tu carrera con tal de estar a su lado, estabas dispuesta a dejar ir a tu familia a miles de kilómetros por él 

Las lágrimas se acumulan en mis ojos y muerdo mi labio inferior con nerviosismo. Todo eso es verdad, solo una parte de todo lo que llegue a hacer por el. 

-No sé que hice mal, no entiendo en que falle -le digo mientras me quebranto 

-Absolutamente nada, el del error fue él, quien fue un completo idiota fue él -dice Latisha completamente segura -No te culpes por las estupideces de los demás y mucho menos por un hombre 

-Me duele haberlo perdido... sobre todo porque no pude hacer nada para evitarlo 

Latisha se acerca y pasa lo que nunca creí que sucedería. Ella me abraza y yo correspondo mientras las lágrimas corren por mis mejillas con sufrimiento.