Cosecha De Pasiones

Sofía entro en su habitación, se desvistió y tomo un baño de espuma para relajarse, el agua y las burbujas envolvían como un abrazo la piel de Sofía, se sentía reconfortante estar en la bañera llena de burbujas.

Sofía cerró los ojos, permitiendo que el estrés y la tensión del día se disiparán lentamente, mientras su mente volvía una y otra vez al encuentro de Alonso.

Recordó la intensidad del momento en la pequeña sala, el calor de los labios de Alonso contra los suyos, el palpitar acelerado de sus corazones al unísono. Cada sensación, cada emoción, se arremolinaba a su mientras se sumergía en la calma del baño, dejando que los recuerdos la envolvieran como las suaves burbujas que lo rodeaban.

Por un momento, el tiempo parecía detenerse mientras Sofía se perdía en sus pensamientos, reviviendo cada palabra, cada caricia, cada gesto de complicidad entre ellos. Ya Sofía no podía negar que había algo innegablemente poderoso en la conexión que compartían, algo que trascendía las palabras y se expresaba en cada toque, cada sonrisa, cada beso compartido.

Ya había terminado de bañarse, se secó y se puso la pijama. El teléfono vibró suavemente sobre la mesita de noche de Sofía, interrumpido la quietud de la noche con un mensaje inesperado. Con curiosidad, Sofía tomó el teléfono y deslizó el dedo sobre la pantalla, revelando así un mensaje de un número desconocido que la dejó sin aliento.

Era Alonso, que le expresaba sus sentimientos con dulces palabras, llenas de sinceridad, invitándola a encontrarse el día siguiente en un lugar discreto, ya que quería respetar la decisión de Sofía de mantener privada su relación por el momento, el corazón de Sofía latía con fuerza en su pecho mientras leía las palabras de Alonso, sintiendo una mezcla de emoción y nerviosismo ante la perspectiva de encontrarse con él una vez más.

Sofía con emoción y nervios respondió el mensaje de Alonso con una sonrisa en los labios, aceptando su invitación con entusiasmo y anticipación.

Después de enviar su respuesta, Sofía se acurrucó bajo las mantas, su mente girando con pensamientos de Alonso y las posibilidades emocionantes que el futuro les esperaba. Con una sensación de calma y felicidad que la envolvía, se dejó llevar por el sueño, sabiendo que mañana sería el comienzo de algo hermosos y lleno de promesas.

El sol apenas comenzaba a despuntar en el horizonte del viñedo, cuando Sofía montaba a Luna, en dirección al lugar acordado cerca del río donde se habían visto por primera vez Ella y Alonso.

Su corazón latiendo con emoción mientras buscaba a Alonso entre la suave luz de la mañana. Y allí, bajo la luz dorada del amanecer, lo vio, esperándola con un pícnic de desayuno dispuesto frente a él.

Al verla, una sonrisa se extendió en el rostro de Alonso, iluminando su mirada con una mezcla de alegría y amor mientras se acercaba para recibirla.

- Buenos días, Sofía - le hablo con una voz suave - Espero que hayas dormido bien.

Sofía devolvió la sonrisa, su corazón lleno de felicidad al ver a Alonso allí, ante ella.

- Buenos días, Alonso. Dormí muy bien, gracias. Y tú, ¿Cómo estás?

- Mejor ahora que estás aquí.

Dijo y la tomo por la cintura con una mano, mientras que con la otra la tomo suavemente por el cuello. Para darle un beso apasionado. Luego que se tuvieron que separar por la falta de aire, Alonso la invitó a sentarse junto a él.

- Y ¿Qué es todo esto? - pregunto Sofía al ver con sorpresa todo lo que había preparado Alonso.

- Es que quería que nuestra primera cita fuera algo especial, y que mejor lugar que donde nos vimos por primera vez. - dijo sonriendo Alonso.

- No sé que decir, estoy muy feliz - le dijo Sofía con una enorme sonrisa y luego le dio un dulce beso.

Comenzaron a disfrutar del pícnic de desayuno que había preparado con tanto cuidado Alonso. Mientras disfrutaban de la comida y de la compañía del otro, el mundo parecía detenerse a su alrededor, dejándolos inmersos en una burbuja de intimidad y amor compartido.

Mientras en la Villa De Luca Beatriz entraba a saludar a Emma, que estaba sentada en la cama, leyendo un libro.

- Hola Emma, buenos días. ¿Puedo pasar?

- ¡¡Hola!! Claro Bet, pasa. - le respondió Emma con una sonrisa.

- Fui a ver a Sofía, Pero como siempre salió a trabajar muy temprano. ¿Cómo amaneciste? - pregunto Beatriz mientras se sentaba en la cama junto a Emma.

- Así es ella, Pero yo estoy !! Feliz, muy feliz!! Y ¿Sabes por qué? - le dijo Emma.

- A ver, cuéntame la razón de esa felicidad. - le dijo Bet con una sonrisa.

- Es que estoy feliz por Alonso.

- ¿Alonso? - pregunto Beatriz con curiosidad.

- Si, no es que me haya dicho que me quiere, pero anoche me di cuenta de que no le soy indiferente, me lo demostró en la fiesta del vino. Estuvo todo el tiempo a mi lado. Llenándome de halagos.

- Emma, sigues haciéndote ilusiones, eso me preocupa.

- No son ilusiones Bet, me dijo que era la más linda de toda la fiesta. Que no tenía comparación. Que estaba preciosa, que parecía una princesa. Y Sofía, no dejaba de coquetearle a Alonso. Se desvivía por llamar su atención.

- ¿Qué? ¿Sofía?

- Si, Bet. Está celosa de mi, su hubieses visto la cara que puso, cuando nos vio bailar. Alonso, no se dió cuenta, porque solo me miraba a mi, solo me sonreía a mi.

- Emma, ¿De qué hablas? En la fiesta no hubo baile.

- Claro que sí, será que no te diste cuenta.

- Emma, cariño. ¿Te das cuenta de lo que me estás diciendo?

- Claro que sí Bet. Si hasta mi papá me dijo anoche quiere que me case con Alonso. Por eso es que Sofía está muerta de celos. No entiendo por qué le coquetea a Alonso si tiene a Francesco. Él siempre ha estado detrás de Sofía.

Luego Emma se levantó de la cama y camino hasta el espejo, se admiró y luego dijo.

- Sofía está acostumbrada a tener a todos a sus pies, a ella no le gusta perder. Pero ahora perdió conmigo porque me voy a casar con Alonso. Y vamos a ser muy felices, y vamos a tener muchos hijos.

Luego se volteó y con una mirada que le dio escalofríos a Beatriz le dijo

- Y Sofía se dará cuenta de que Alonso solo me ama a mi. Solamente a mi.