Mi Dulce Niña

Los deportes donde Laura destacaba y formaba parte de la selección de su colegio eran: Vóley, natación, Tenis de campo, Tenis de mesa y Fútbol. Dentro de unos pocos días habría un torneo de Futbol femenino entre colegios así que al ser parte de la selección ella tenía que ir a practicar en las tardes a su colegio con el resto de jugadoras.

Era viernes y tenía práctica de Futbol, así que al terminar sus clases se quedaría en el colegio y luego la movilidad que brindaba el colegio para los alumnos que se quedaban a practicar deporte en las tardes la llevaría a ella y al resto de deportistas.

Terminaron sus clases y se fue a los vestidores para cambiar su uniforme por ropa deportiva, ahí se encontraban el resto de las mujeres que conformaban el equipo femenino de fútbol, Laura antes de cambiarse fue a un inodoro para hacer sus necesidades, cuando se iba a limpiar pudo notar en el papel higiénico un pequeño rastro de sangre y sin recordar que no se encontraba sola se le escuchó quejarse y diciendo una que otra grosería, las chicas que se encontraban en el baño al oírla les causó un poco de risa y preocupación.

- Chica: Pequeña estás bien?

Su apodo era pequeña porque ella había sido jalada para el grupo de la selección de 16 a 17 años ea decir jugaba con las alumnas de quinto año.

- Laura: Si todo bien, disculpen la pregunta alguna de ustedes trae consigo toallas higiénicas?

- Chica: Oh es eso, claro pequeña toma, ya vamos saliendo te esperamos en la cancha, pero si te sientes mal puedes no practicar hoy.

Laura agradeció y antes de colocarse la toalla higiénica se aseguró de no haberse manchado, para su suerte no pasó eso, recién le estaba viniendo así que no sintió ningún cólico y estaba tranquila, así que decidió entrenar con las chicas.

Pasaron las horas y llegó la hora de regresar a casa, cuando subió al bus y su cuerpo al sentarse se relajó, empezó a sentir pequeños dolores y un poco decaída. El bus llegó al paradero donde bajaba Laura y que le quedaba a un par de cuadras de su casa, aunque la distancia no era grande en esos momentos para Laura le parecía que nunca llegaría a casa, mientras que ella bajaba sus compañeras por la ventana le indicaban que se había manchado un poco el short que llevaba puesto, Laura estaba tan distraída con el dolor que no escucho lo que sus compañeras le decían, bajó del bus y empezó a caminar toda decaída, Juan que había ido a una panadería que quedaba por la parada del bus se percató que Laura había pasado por ahí, él le había levantado la mano y ella ni lo notó así que se apresuró en ir detrás de ella, ya que no la veía del todo bien.

- Juan: Laura! ¡Lauraaa!

Gritó él, mientras se iba acercando pudo notar una mancha en su short no es que él estuviera viendo el trasero de ella simplemente Laura llevaba unos shorts de color claro y era un poco notoria aquella mancha, él rápidamente entendió lo que era, se apresuró en alcanzarla y tocó su hombro.

- Juan: Hey Laura, estás bien? voy a decirte algo pero por favor tranquila. Te has manchado.

Laura que no tenía fuerzas al oír esas palabras abrió totalmente sus ojos y se quedó mirándolo, luego cerró sus ojos fuertemente y entendió perfectamente a lo que se refería, en esos momentos solo quería que la tierra la tragara. Ella rápidamente coloca la mochila que llevaba en la parte de su trasero donde asumía se notaba la mancha, Juan al notar esta acción solo sonrío y le pareció tierno.

- Juan: Tranquila, toma mi polera amarrala a tu cintura.

- Laura: Por Dios Juan! Que vergüenza, no como creer podría mancharla.

- Juan: Y? si se mancha se puede lavar, además no tienes porque ponerte así es algo normal, ven vamos, has comido algo?

- Laura: La verdad no comí nada, apenas y puedo caminar.

- Juan: Nada de no comer señorita, ven.

Y sin más agarró su mano y empezó a caminar junto a ella, Laura al sentir su mano junto a la de él sintió una electricidad recorrer su cuerpo, sintió que el dolor era mucho más soportable, mientras que Juan también sintió una electricidad recorrer su cuerpo, Laura camino sin preguntar a donde la estaba llevando, puesto que con él se sentía segura.

Entraron a un Starbucks, la sentó delicadamente y fue a pedir un café caliente y un Frappuccino para él luego salió de ahí y se dirigió a la farmacia, le compro una pastilla para los cólicos y toallas higiénicas como no sabía exactamentecuáless usaba ella, le compro una variedad de toallitas, luego regreso al Starbucks, recogió el pedido y le entrego la bolsa de la farmacia.

- Laura: Qué es esto?

- Juan: Bueno es una pastilla para los cólicos y supuse que necesitarías toallas higiénicas, pero dime ¿Qué hacías por ahí a esta hora?

- Laura: Regresaba de mi entrenamiento de Fútbol, la selección femenina de Futbol Sub 16 tiene un campeonato y me convocaron, no contaba con que me sucedería esto y ahora muero de vergüenza contigo (esto último lo dijo tapándose el rostro con las manos)

Juan delicadamente quito las manos de su rostro.

- Juan: Tranquila no pasa nada, no debes sentir vergüenza y debiste pedirnos ayuda si te sentías tan mal porque te vi caminar toda decaída hasta podría decir que te ibas a desmayar.

- Laura: exageras, pero no voy a mentir y si me dolía, pero ya me siento mucho mejor, en serio gracias.

Luego de terminar en la cafetería, se levantaron y Juan quería que Laura subiera a su auto para que no camine tanto, ya que aún se notaba adolorida, Laura le suplicaba que no porque no se sentía cómoda el saber que podía ensuciar su auto, Juan acepto acompañarla caminando hasta su casa y él luego regresaría a su auto y así fue, cuando llegaron a casa de Laura, ella se despidió con un beso en la mejilla de Juan, se quedó con su polera porque aunque no la haya manchado ella quiso lavarla y entregársela limpia, subió a su cuarto, tomo una ducha, se cambió de ropa por una más cómoda y se acostó en su cama porque se sentía adolorida.

Al dar vueltas y vueltas en la cama sin poder conciliar el sueño recordó que tenía la polera de Juan, así que se la puso encima, olía a él un olor tan varonil que la hizo dormir cómodamente hasta el día siguiente.