Dylan, El Hijo De La Otra

Dylan al escuchar al anciano se quedó un par de segundos en silencio procesando la pregunta de; ¿Qué haría si su padre regresara?.

Sin embargo después de pensarlo casi de inmediato le contestó seguro y sin titubeos.

— ¡No haría nada!. Por que nada de ese señor me hace falta. Además, si no lo necesite en estos veinte años para que lo necesitaría ahora. — Le dice el chico molesto.

El anciano al escuchar las palabras serias y molestas del chico ya no pregunta más para no molestarlo aún más.

El mismo Edward no sabía por qué se detenía en esta instancia cuando él es una persona que habla las cosas de frente y jamás se detiene o se queda con la duda sobre algo. Sin embargo en esta ocasión fue una excepción para no incomodar al chico de pelo largo.

Después de esa incómoda conversación los dos se limitaron a disfrutar de su café en silencio hasta que Dylan miró su reloj y se dio cuenta que era hora de irse a la universidad, por lo que sacó su cartera con la intención de pagar la cuenta.

Pero antes de pagar Edward lo detuvo diciéndole que ahora era su turno de pagar ya que el chico lo había hecho la vez pasada.

A Dylan no le quedó de otra que aceptar y mientras él guardaba nuevamente su cartera el anciano volteo a ver de reojo a la persona que estaba detrás del chico quien le asintió con la cabeza.

— Ahora si me tengo que ir, hasta mañana Edward.— Dice Dylan tomando su mochila y poniéndose de pie cuando chocó con alguien sintiendo un jalón de pelo por lo que de inmediato volteo a ver.

— Perdón creo que se enredo en el botón de mi saco.— Le dice el hombre detrás de él refiriéndose al pelo del chico mientras según él intenta desenredarlo.

— Discúlpeme a mí me levante tan rápido que no me di cuenta que estaba alguien detrás de mí.—

Se disculpa el chico mientras que el hombre termina de desenredar el pelo de su botón. Una vez que lo hace se despide del chico y bajo la mirada de Edward vuelve a tomar asiento en su mesa mientras que disimuladamente recolecta varios cabellos del chico en una bolsa de plástico.

Dylan se despidió del anciano y regresó a su universidad no sin antes quedar en volverse a ver a la mañana siguiente.

Unos minutos después de que se marchó Dylan, el hombre con el que había chocado anteriormente se levantó de su mesa y se sentó junto al anciano.

— Lo tengo señor, ¿solo será el pelo o también quiere que me lleve la taza?.— Le pregunta Logan mirando la taza vacía frente a él.

— También tráela contigo.— Contesta el anciano poniéndose de pie.

Logan antes de salir pago por los cafés, los panecillos y por supuesto la taza la cual metió cuidadosamente en una bolsa de plástico al igual que lo había hecho anteriormente con el pelo.

Saliendo de la cafetería guardaron el pelo y la taza en un maletín y de inmediato se dirigieron a la empresa The Golden King Company, una de las empresas más grandes y lucrativas en el mundo de la minería y creación de exquisitas joyas únicas en el mundo y de la cual Edward Boyer es el dueño absoluto de este gran imperio.

Las instalaciones de primer mundo se encuentran ubicadas en las afueras de la ciudad sobre una gran colina la cual las hace visibles desde cualquier punto de la ciudad. Así como también la ciudad entera se puede apreciar desde estas.

Logan condujo con cuidado hasta la empresa de su jefe estacionando el lujoso Roll Royce negro en la puerta principal de esta.

Logan bajó del auto y de inmediato fue a abrirle la puerta a su jefe para ayudarlo a bajar.

Los empleados al ver el lujoso auto y ver bajar a su gran jefe, que así es como lo llaman, de inmediato dejaron de hacer lo que estaban haciendo para formar una línea y saludar al anciano.

El anciano tomó el brazo de Logan para ayudarse a caminar y luego ingresaron a las instalaciones en busca de algo que necesitaban.

— Buen día señor, bienvenido.— Saludan todos al mismo tiempo mientras que el anciano solo les asiente y de inmediato vuelven a sus lugares hacer sus deberes.

— ¿Padre, por qué no dijiste que vendrías?.— Pregunta un poco agitado Javier saliendo del elevador caminando hacia el mayor.

— ¿Tengo que avisar para venir a mi propia empresa?.— Pregunta el mayor molesto y con ironía.

— No, claro que no padre está es tu empresa por lo que puedes venir cuando quieras.—

— Entonces si lo tienes claro no me vuelvas a hacer preguntas estupidas.— Le advierte Edward.— Ahora vamos a tu oficina para que me muestres los bocetos de los nuevos diseños y además necesito pedirte algo.—

— Claro padre lo que necesite.—

Los tres subieron hasta la oficina de Javier y mientras él y Edward veían detenidamente los bocetos de los nuevos diseños Logan les preparo un café y les pidió su almuerzo para que los dos comieran juntos.

Después de comer Javier un poco curioso por lo que le iba a pedir su padre no soporto más la espera y él mismo preguntó de que se trataba.

— ¿Y qué necesitaba de mí padre?.— Pregunta curioso.

El mayor sin andarse con rodeos lo miró serio y le dijo.

— Necesito que me des una muestra de tú sangre.—

— ¿Sangre?.— Se sorprende Javier.

— Hace días te veo un poco pálido por lo que quiero descartar que tengas una posible anemia.— Le dice el anciano en un tono preocupado provocando que Javier acepte de inmediato el pedido de su padre.

Logan quien traía todo lo necesario en su maletín, le sacó varias pruebas de sangre a Javier pinchándole el dedo.

Minutos después de obtener las muestras de sangre el anciano se despidió de su hijo y junto a Logan de inmediato se dirigió hacia el hospital de su amigo para mandar hacer la prueba de ADN con las pruebas que había recogido.

El anciano le pidió a su amigo Braulio Lee el doctor, que le prestara total atención a esta prueba y que si era posible él mismo la realizará.

Además le pidió absoluta confidencialidad para que sus hijos no se enteraran de esta prueba, lo quería mantener en secreto.

El doctor Lee le dijo que aunque no se lo pidiera, eso era ética profesional por lo que no tendría porque estar divulgando cosas de sus pacientes.

Además de la prueba de ADN, para que su hijo no sospechara también le pidió al doctor hacer una prueba de anemia con una muestra de la sangre de Javier.

Después de quedar de acuerdo con todo, el doctor Lee le dijo que sus resultados estarían listos de dos a tres días hábiles y que él mismo se encargaría de hacer la prueba dejando al anciano aliviado con esto.

Dos días después…

Luego de tomar el café mañanero con Dylan el anciano recibió la llamada del doctor Lee indicándole que sus resultados estaban listos y que lo esperaba en su consultorio para entregárselos.

El anciano sin perder tiempo le pidió a Logan ir hasta el hospital y él mismo recoger los resultados.

— Aquí está Edward, todo lo que está aquí es cien por ciento verídico.— Le dice el doctor Lee entregándolo el sobre con los resultados.

— Gracias Braulio.— Le agradece mientras el doctor solo le asiente desde el otro lado de su escritorio.

Aunque el anciano trataba de estar tranquilo al abrir los resultados, la verdad era que estaba sumamente nervioso.

Un nerviosismo que jamás en su vida había sentido. Pero aún así, para no quedar expuesto ante su amigo y su asistente él mantuvo su gran porte disimulando este sentimiento.

Edward fue abriendo lentamente el sobre en sus manos, sacó de su interior un par de papeles y al leer el resultado el anciano solo frunció el ceño mientras negaba con la cabeza para luego volverlos a guardar en el interior del sobre.

Logan al ver la reacción de su jefe quedó sumamente confundido. Eso fue hasta que este esbozo una pequeña sonrisa de lado y comenzó a acariciar su barbilla.

Logan sabía perfectamente lo que significaba eso.

^^^Continuará…^^^

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