Ana vive una vida monótona y sin sabor. ¿Estará dispuesta a dejarse llevar por la tentación?
NovelToon tiene autorización de Coralia R para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
PROPUESTA
Camino al trabajo el lunes pienso en el fin de semana que pasé con mi esposo. No solo fue la noche del viernes un torbellino de sexo y amor sino que continuó todo el fin de semana. Mi interior es un desastre de sentimientos. Gonzalo nunca había sido tan osado en el sexo ni tan atento ni tan dulce, se me hizo brusco preguntarle a qué se debía ese cambio. Sin embargo había algo que me hacía mucho ruido por dentro, tantos años juntos y en una noche, como si algún genio con poderes hubiese chasqueado los dedos, todo era color de rosas, aún más allá de eso y de los magníficos orgasmos que me regaló, no sentí la energía que con un solo beso me hizo sentir Gabriel. Eso estaba mal. No debía seguir pensando en él y mucho menos compararlo con Gonzalo, pero no puedo evitar pensar que hay algo más que no descubro respecto a Gabriel y definitivamente hay algo oculto en el comportamiento de Gonzalo. Según él pasar una sola noche sin mí hizo que sintiera la necesidad de demostrarme amor, pero sé que hay algo más, algo que no me ha dicho. Quizás se enteró de alguna manera que he visto a alguien más... descarto la idea ya que, conociéndolo, sé que inmediatamente me lo diría y pondría punto final a todo. No es el tipo celoso que sigue a su esposa, que le revisa su teléfono y sus cosas, no le gustan los vericuetos de las novelas, siempre va al grano, sea agradable o no.
Bajo en la estación nuevamente y a los pocos pasos me encuentro con Gabriel. Me quedo quieta en el lugar, no puedo moverme, él avanza hasta mí, ¡Dios! Es tan sensual, si fuera otra la situación me arrojaría a sus brazos. Cuando llega a donde estoy se inclina y besa mi mejilla. Otra vez la electricidad.
__Buenos días, hermosa__ dice con una sonrisa.__ Deseaba volver a verte.
__Buenos días, qué sorpresa__ respondo nerviosa.
No esperaba para nada verlo así, mucho menos que ya tengamos la confianza para avanzar de esa manera. Me encanta, me atrapa, me tienta.
__Disculpa que me haya atrevido a venir a buscarte. Quisiera acompañarte al trabajo ¿Puedo?
No puedo negarme, me parece muy descortés.
__Muchas gracias por el ofrecimiento, me encantaría que me acompañes.
Comenzamos a caminar, mis nervios hacen que voltee a ver sobre mi hombro a cada instante, tengo miedo de que alguien pueda vernos y contarle a Gonzalo. Mi voz interna me dice "Tranquila, Ana. Solo estás caminando con un conocido, no van enredados por la calle", tiene razón, en todo caso es un conocido del trabajo.
__Sé que no tenemos mucho tiempo y que es totalmente lanzado lo que he hecho pero no he podido sacarte de mi cabeza.__ su tono de voz suena nervioso también.
__Entiendo, Gabriel, a mí me pasa lo mismo... es una locura.
__¡Lo sé!__ exclama enérgicamente mientras pasa una mano por su pelo.
__Practicamente no te conozco, no sé nada sobre tí, podrías ser un psicópata y yo me estoy sirviendo en bandeja. No puedo controlar esto.
__Tranquila, Ana, psicópata no soy. No tengo ninguna enfermedad mental que pueda ponerte en riesgo. Simplemente me siento muy atraído hacía tí y quiero descubrir por qué si no nos conocemos.
Me toma del brazo para detenerme, quedamos a pocos centímetros frente a frente.
__He alquilado una habitación en el hotel Vermon, el número es 345, está reservada para toda la semana. Solo tú podrás decidir día y horario para ir, si es que quieres ir, por supuesto.
__¿Una habitación de hotel?
__Sí, lo siento, he sido impulsivo. Pasar estos días sin verte han hecho que pierda por completo la cordura.
__Gabriel, creo que esto está avanzando demasiado rápido. Debemos hablar con calma del asunto y establecer algunas reglas.
__¿Reglas? Ana no te pido que vayas a esa habitación a tener sexo conmigo. No es lo que busco. Simplemente dijiste el otro día que eres casada y pensé que en un café fácilmente pueden verte y te traería problemas. No quiero causarte ninguno, la habitación es para que podamos vernos y conocernos sin preocupaciones.
__¿Hablas en serio? ¿Realmente piensas que voy a creer que no quieres tener relaciones conmigo?
Gabriel mira a ambos lados antes de sujetarme por la cintura y llevarme al pequeño callejón que hay a pocos metros. Una vez ahí me aprisiona contra su cuerpo toma mi nuca y me besa apasionadamente, a medida que intensifica el beso también lo hace con sus manos que presionan mi cintura y me obligan a ponerme en puntas de pie. No lucho ni lo rechazo, por el contrario me sujeto de su cuello y hundo mis dedos en su pelo. Me acabo de olvidar de todo lo que viví el fin de semana y todo de mi vida hacia atrás. Lo único que me importa es esa energía, esa conexión, esa manera de encenderme tan rápido y de querer fundirme en él.
Al cabo de un momento, nos separamos un poco, en realidad nuestras bocas dejan de besarse pero mantenemos las frentes unidas. Agitados y jadeantes, mira profundamente mis ojos, esos ojos negros me hipnotizan.
__Creeme Ana, si hubiera querido solo sexo lo habríamos hecho esa noche que te vi en la estación. Esto que siento va más allá y necesito saber qué es.
__Gabriel, no puedo... esto... no debo...
No puedo articular una sola frase coherente, convincente.
__ Ana te prometo que si vamos a esa habitación no te tocaré ni te besaré ni haré nada que no debamos.
Comienzo a reír.
__Acabas de arrastrarme a un callejón para besarme a plena vista de todos y me juras que en una habitación a solas ¿no pasará nada?
__ Lo sé, sé cómo suena y sé que no me crees. Pero juro que no haremos nada que tú no quieras hacer. Soy un hombre de palabra.
__ Déjame pensarlo por favor, esto es demasiado para mí.
Aún seguimos abrazados, besa mi frente y se queda ahí por un momento, mis manos descansan en su pecho y puedo sentir lo fuerte que late su corazón.
__Por favor no me tortures con una larga espera. Necesito que sea pronto.
__ No me presiones por favor. Prometo darte una respuesta, trataré de que sea pronto.__ Miro el reloj y veo que llegaré tarde si no me apresuro.__ Debo irme ya, lo siento.
__ Está bien, dejaré que te vayas pero quiero que sepas que confío en tí y en lo que acabas de prometer. Estaré esperando ansioso tu mensaje.
__ De acuerdo. Nos vemos.
Antes que pueda alejarme vuelve a besarme. Como siempre sobre mis labios dice:
__ Adiós, hermosa.
Salgo del callejón y retomo el camino a mi trabajo. ¡Dios mío, qué propuesta! Todo mi cuerpo me urge a volver y decirle que sí, sin pensarlo. Pero debo ser cuidadosa, no sé en lo que me estoy metiendo.