Un CEO misterioso envuelto en una trágica muerte.
Una nueva secretaria que hará todo para ganarse la confianza de su dominante jefe.
¿Tendrá ella las respuestas que nuestro jefe busca?, ¿Que pasará cuando entre ellos surja algo más que solo química?, ¿Podrá el deseo contenerse en sus cuerpo llenos de pasión?
NovelToon tiene autorización de Lauder para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
De demonio a ángel
Por favor, aparte de no saber leer, tengo que decirte que está mal con el trabajo, ¿Señorita Stefany está usted segura que esto es para usted? de ser usted ya me habría tirado de un puente. Mueva su trasero hasta la silla de su escritorio y hasta que no termine el trabajo no se levanté ni siquiera para ir al baño porque de hacerlo será castigada y me imagino que no desea que la castigue otra vez ¿verdad señorita Stefany?
- N... No señor, volveré a mi lugar, permiso.
- Llama a Adiel dile que venga a mi oficina, por lo menos haz eso bien.
- Si señor.
Adiel llegó 10 minutos más tarde y entro directamente a la oficina de Cristofer.
- Tenías razón.
- ¿En qué? digo tantas cosas que no se en cuál de todas acerté, dice Cristofer mirando a Adiel con una sonrisa llena de satisfacción.
- Tenías razón sobre Ana, ella nos ha estado mintiendo
- Uy... no esperaba acertar en esa
- Ponte serio hombre, esto es algo importante, dice Adiel mientras toma asiento frente a Cristofer.
Cristofer toma una botella y sirve un trago de whisky, mueve el líquido en el vaso antes de tomar un trago, el líquido se mueve en su boca negándose a ser tragado igual que se niega su mente a crecer que Ana le ha mentido todo este tiempo.
- Caliope salió del hospital hace unos días, le encomendé seguir a Ana para que pudiéramos saber dónde se mete, la rutina de la mujer no era sospechosa, Ana vive en tu casa así que solo sale al mercado y de vez en cuando a a la iglesia, pensé que iba a rezar hasta ví las fotos del padre.
- ¿Que? vas a decir que el padre es un ángel, o mejor aún que se estaban revolcando en la capilla
- No... Es peor de lo que piensas, mira tu mismo
Adiel extendió las fotos hacia las manos de Cristofer este con la mirada burlona, tomo las fotos, una a una repasa cada detalle en ellas, cada color, cada gesto de los que allí estaban, sus labios se sellaron, su mirada se oscureció y sus manos arrugaron las fotos que sostenian.
- No hagas una locura, la mujer es vieja, no soportaría mucho, dijo Adiel mientras sostenía el brazo de Cristofer que enfurecido se abalanzó hacia la puerta.
- Eso debía pensar antes de traicionarme.
>>>>
El carro de Cristofer avanzó a toda velocidad, las luces de los semáforos parecían destellos de luz, todo perdió su forma debido a la rapidez en que se movía el automóvil en menos de 5 minutos ya había llega hasta su destino, giro a la derecha luego hacia la izquierda, atravesó un callejón y por fin encontró su casa entro en ella y fue directo hacia la cocina.
- Señor, ¿Que hace aquí tan temprano? la comida aún no está lista no sabía que llegaría a esta hora.
- Tampoco sabía que llegaría a esta hora, pensé que me demoraría menos la verdad, pero pase por la iglesia a la que vas y por eso me retrasé un poco, dice Cristofer mientras toma una fresa de las que estaba cortando Ana, la mujer se puse pálida, sus manos se volvieron torpes y terminaron cortando uno de sus dedos, la sangre empezó a brotar y Cristofer envolvió la cortada en su camisa parando la sangre.
- Ana pero si nunca te has cortado, manejas el cuchillo a la perfección, casi tan perfecto como cuando mientes, debo decir que me he sorprendido al verte con mi hermano, no sabía que uno de tus fetiches era con un padre.
- No me ofenda señor, mi relación con su hermano es solo laboral.
- ¿Laboral?, Cristofer suelta la mano de Ana y la sangre sigue saliendo pero está vez menos fluida, - Tu eras mi empleada, sabes perfectamente que no tengo ninguna relación con mi hermano o mejor con el asesino de mis padres.
- ¡Asesino usted! el señor Aron no es ningún asesino, el es bueno y amable, yo me ofrecí a ayudarlo a encontrar la verdad y mandarlo directo a la cárcel a usted Cristofer Lauder!
- ¿Cuál es esa verdad se la que hablas? sabes perfectamente que mi hermano es el asesino... Ana por favor dime la verdad yo te perdonaría.
- ¿Perdonarme usted? por favor, eres un niño malcriado - dice Ana mientras apunta a Cristofer con el cuchillo, su mirada fría no deja saber lo que piensa, sus brazos están abiertos junto con sus pies, camina lento intentando apuñalar a Cristofer mientras este la esquiva.
- Ana no hagas esto, dice Cristofer caminado hacia ella - No cometas un grave error
- Yo me sacrificaría por el señor Aron, prefiero matarlo e ir a la cárcel que tener que vivir un día más bajo su techo.
Ana corre tras Cristofer con el cuchillo dispuesta a acabar con su vida, el logra esconderse tras la puerta que aún se encuentra abierta, mientras que Ana sigue buscándolo en la cocina Cristofer aprovecha y sube las escaleras en busca de algo con que atar a Ana encontrando solo un látigo que tiene en su cuarto, en su mente con eso bastaría para atarle las manos, servía más que alguna de sus correas, corbatas o incluso sábanas, para él el látigo era lo más indicado...
>>>>
Stefany abrió sus ojos, estaban rojos y con unas grandes ojeras, no había dormido bien esa noche, aún pensaba en dónde abra enterrado Mantus a la pobre Ana, o que parte del cuerpo le había cortado Cristofer para tener tanta sangre en su camisa.
- Stefany baja ahora mismo, ya se que estás despierta no me hagas esperar, dice Cristofer desde la mesa del comedor.
- Si señor deme un momento por favor.
Después de lavar sus dientes, su cabello y buscar algo para estar en casa Stefany baja las escaleras una a una, recordando los pasos que dió ayer su verdugo, una vez estuvo frente a él bajo la mirada y con su cuerpo un poco tembloroso quedó ante él.
- Arrodillate, dice Cristofer mirando a Stefany con una taza de café en su mano.
- ¿Que? debí escuchar mal
- Arrodillate, ayer te quedaste dormida en el trabajo y hoy te levantaste tarde, estas pidiendo a gritos que te castigue ¿no es así?
- Se equivoca yo no pienso arrodillarme ante usted, no pienso humillarme de esa manera.
- Viste lo que pasó ayer con Ana ¿no?, sería una lastima que tu bello cuerpo sea herido por el frío látigo, ¿no es así señorita?, dice Cristofer mientras se acerca a Stefany pasando su dedo por el cuello de está llegando hasta su labio - no queremos que salgas herida y con una horrible cicatriz ¡así que arrodillate de una buena vez!, Cristofer ala el cabello de Stefany haciendo que caída y quedé arrodillada ante el.
- Ahora si empieza tu castiga señorita.
La risa de Cristofer hiela la piel de Stefany que llora silenciosamente mientras piensa en que tipo de castigo está pensando Cristofer está vez, de seguro no terminará nada bien para ella.
Cristofer camina hacia la sala y al volver trae consigo una hoja, la pone en el suelo junto a Stefany y se sienta tras ella.
- Ponte en cuatro, dice Cristofer mientras toma su café muy cómodamente.
Está vez Stefany no dice nada y se pone en dicha posición, dejando su trasero a la vista de Cristofer.
- Lee las líneas de la hoja, hasta que te diga.
No debo dormir en el trabajo, no debo hacer enojar a mi jefe, no debo dormir en el trabajo, no debo hacer enojar a mi jefe...
No falto mucho para que la hoja empezará a deshacerse por las lágrimas de Stefany, aún así Cristofer no le ordenó detenerse y solo miraba como su cuerpo se llenaba de espasmos incontrolables debido a su llanto.
No pasaron una, ni dos, ni tres horas, ella paso todo el día leyendo una y otra vez las líneas de la hoja que ya no se veían pero que estaban en su cabeza, en su tonta cabeza que le llenaba de miedo y le impedía salir corriendo de allí.
>>>>
- Suficiente, puedes detenerte, dice Cristofer después de saciar su ego.
Ella no se detuvo continuo su relato, una y otra vez, Stefany no está allí, ahora era un robot que se había desconfigurado.
- ¡Ya es suficiente detente!, dice Cristofer mientras camina hacia Stefany, ella sin fuerza en sus brazos o piernas cae hacia un lado, derrumbandose en el frío y duro suelo, Cristofer la toma en brazos y de la forma más tierna posible la lleva hasta su cama, la mete entre las cobijas y acomoda su cabeza en la almohada, Stefany no duerme, está despierta pero no está ahí, sus ojos siguen derramando lágrimas aún cuando su castigo ya terminó, su mirada está ida y su cuerpo tembloroso aún en un pequeño susurro se oían las líneas que su verdugo dejo en la hoja.
Esa noche Stefany no estaría sola, Cristofer estaba a su lado, con su brazo extendido sosteniendo la cabeza de la pequeña flor que tenía en frente, su mano rodeaba su cintura y ella tan pequeña e inocente en ese momento lo abrazaba como si fuera él su protector.
