Siempre Juntos... |Trilogía: En Las Buenas Y En Las Malas #2

Sus ojos color miel se clavan en los suyos

—Es confidencial... —murmura, se sienta y entonces, la suelta al fin —Si... Si se casa conmigo le diré.

Tina sonríe y alza una ceja

—Bueno, si me dice tal vez lo considere.

—Cásese conmigo entonces.

—Deje de decir cosas sin sentido señor y vámonos, está incomodando a la señorita Buller.

El señor Park asiente y se levanta con cuidado.

—Vámonos que me he retrasado.

—Pero... —ella se levanta de golpe también —¿Y-ya está mejor?

Dion Park la mira a los ojos y sonríe

—Ahora si.

Memo y él salen de su casa como si nada mientras Tina se me queda con mil y una dudas.

¿Qué diablos ha pasado?

...[...]...

Han pasado dos semanas desde que Tina fue despedida y aunque ha enviado solicitudes a otras revistas nadie la ha contactado aún y si su situación seguía así, el fin de semana tendría que buscar un trabajo temporal en lo que seguía intentando buscar empleo en alguna revista.

—¿Qué te pasa?

Alzando la mirada, observó a su amiga. Luego del suceso con Dion Park hace semanas, Tina había recibido tres días después unos chocolates como disculpa de parte de Andrea. Ella la había perdonado siempre y cuando no volviera a ocurrir lo mismo, sin embargo, la oji aceituna omitió lo que pasó con el soltero más codiciado de New York.

Siendo viernes en la noche, la rubia bebía como si no hubiera un mañana.

—¿Qué me pasa de qué?

Andrea la mira y bebe de golpe.

—¡Aj! ¿Estás pensando en el trabajo?

—Bueno... —sonrie —Tú al menos tienes uno. —suspira —Dije que al final del mes conseguiría un trabajo distinto, al menos, en lo que me responden en alguna otra revista.

—Tranquila, ya conseguirás algo... Porque eres excelente en lo que haces.

—¿Entrevistar perros? —se mofa, levantando una ceja con burla.

Andrea se ríe como loca.

—Bueno, es mejor que estar como editora de Linda Morton... ¡Aj!

—Pero al menos estás en la división de edición.

—Pero era tu editora y ahora que no estás me pusieron otra persona y... ¡No la aguanto! —sisea y se empina otro vaso de whisky

—Bueno, mañana veré si puedo conseguir trabajo en una cafetería cerca de aquí. Tal vez me venga bien cambiar de ambiente...

...[...]...

Tina se levanta cuando varios toques sin cesar a la puerta le sacuden la cabeza.

Era sábado... ¿Quién diablos molestaba un sábado?

...¡Toc, Toc, Toc, Toc!...

—¡Voy! —grita para evitar que sigan golpeando —¿Quién es? —sisea y abre la puerta —Se-señor Figueroa... ¿Qué... —sin siquiera esperar, el hombre se abre paso y entra al departamento —Claro... Pase —gruñe y cierra la puerta

—Tina, he venido a pedirte que regreses a la revista.

—Wow, ¿qué? —jadea y parpadea sin creer lo que ha escuchado

—El lunes, sin falta. —le casi, por no decir, le ordena

—No

—¿No? ¿Acaso tienes otro trabajo ya?

—Eh... No. —confiesa —Pero quiero saber porque me pide volver cuando fue usted quien me despidió en primer lugar.

El señor Figueroa bufa con fastidio y pasa una mano por su rostro.

—El señor Park...

—¿Qué?

—El señor Park ha accedido a otra entrevista.

Asiente.

—Si, estuve enterada.

—¿Cómo?

—Ah... Andrea. —miente.

Perdoname amiga

—Bien, accedió pero no atendió a Yolanda, tampoco a Eduardo, ni a Nicolás o Sofía y cuando al fin pude hablar con él, me pidió que tú la hicieras. Le comente que ya no trabajabas con nosotros y me dijo que era una pena ya que solo contigo accedería a una entrevista.

La castaña sacude la cabeza y cierra la boca que hasta ahora, no sabía que tenía abierta. Hace semanas que no sabía de él y ahora...

—Yo...

—Se que deseas estar en el departamento editorial. Completa la entrevista con el señor Park y yo personalmente te cambiaré a ese departamento.

Vaya manera de chantajearme.

Sin embargo, necesitaba el trabajo.

—Bien, solo si luego me vuelvo editora.

—Trato —le extiende la mano

—Trato —la castaña le devuelve el saludo

—Solo evita vomitar de nuevo sobre él... —dicho esto, la suelta y sale de su casa.

Cuando la puerta se cierra, Tina se sienta de golpe en el sofá.

Vaya manera de empezar el día...

...[...]...

Oh... No se si pueda hacer esto nuevamente.

Tina se encuentra frente a Dominion y los recuerdos de su primera visita no son tan placenteros. ¿Debería retractarse?

Los recuerdos del señor Park pidiéndole matrimonio la paralizan, pero no tanto como los de Enrique. Pronto, siente una opresión en el pecho que se va haciendo intensificando poco a poco. Sus manos sudan. Había olvidado a Henri ante los sucesos con el señor Park.

¡Vamos entra!, se grita para reaccionar

—Ufff aquí vamos... De nuevo —solloza internamente

Cuando entra al edificio, para su fortuna nadie la mira extraño, eso quería decir que el asunto del vómito... No había sido divulgado y eso la hacían sentir levemente mejor.

—Buenas tardes... Vengo a ver al señor Park, tengo una entrevista con él. —le murmura a la recepcionista quien no es la misma de la última vez que estuvo allí

—Señorita Buller.

Tina sonríe cuando ve a Memo aparecer por el pasillo.

—Hola, Memo...

—¿Viene a la entrevista? —ella asiente efusivamente —Venga conmigo.

De nuevo, la castaña es conducida por varios pasillos en completo silencio, sin embargo, hay algo que la carcome por dentro.

—De... ¿De casualidad sabe por qué el señor Park ha pedido que sea yo la que lo entreviste?

Memo suspiró, lo cual no sabía si era buena señal.

—Hablame de tu y no, siendo sincero me sorprendió enterarme que la solicito de manera especifica y no se el motivo detrás para hacerlo.

—Entiendo... Entonces, ¿Dónde puedo entrevistarlo?

—En la sala de juntas, cuando su reunión termine te haré pasar. ¿De acuerdo? No falta mucho para ello.

—Claro, muchas gracias, Memo.

El oji azul asiente y entra a la sala de juntas, dejándola sola en el pasillo.

.

.

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Sin embargo, no pasa mucho hasta que la puerta de dicha habitación se abre y varios hombres vestidos con trajes elegantes salen de la sala y Memo con ellos.

—Señorita Buller, puede pasar.

No te vayas a desmayar, por favor

—Gracias, Memo...

Él amablemente sostiene la puerta para que entre y al hacerlo, ve a Dion Park sentado leyendo unos documentos.

—Buenas tardes... —saluda con una rápida reverencia de cabeza mientras Memo cierra la puerta detrás de ella

Dion Park la mira de reojo.

—Buenas tardes. —y sigue leyendo

El señor Park parecía molesto o simplemente era su máscara de empresario.

Tratalo como una profesional, carajo

—Buenas tardes señor Park, vengo de la revista Vanity para terminar la entrevista que se tenía pendiente.

Sus ojos color miel la miran de nuevo por encima de sus documentos y asiente.

—Entiendo, perfecto... —murmura, dejando sus papeles a un lado de la mesa —Puede tomar asiento donde guste.

—Gracias... —responde ella lo más seria posible y se acerca a una silla que está de su lado izquierdo, justo frente a la de él —Permitame encender la grabadora... —la saca de su bolso, la coloca sobre la mesa y la enciende.

—Bien, vamos a empezar...

Por favor, que no vomite sobre él.

.

.

.

Con la grabadora haciendo lo suyo, Tina se aclara la garganta

—Buenas tardes, señor Park.

—Tina. —le responde tajantemente

Tina le mira a los ojos unos segundos, los cuales, ambos se sostienen la mirada sin decirse nada.

Esta arisco. Solo... Debes ignorarlo y hacer bien tu trabajo, es solo una entrevista más.

—Bien, señor Park, su popularidad se ha extendido muchísimo desde que ha podido...

—¿Cómo está?

Tina parpadea ante su interrupción

—¿Disculpe?

—¿Cómo has estado?

—Ah... Bien, creo. —se aclara de nuevo la garganta —Bien, como iba diciendo... Su popularidad se ha extendido desde su...

—¿Has pensado en mi propuesta?

—¿Q-qué?

—Qué si has pensado en la propuesta que te hice.

—Ah... —tose falsamente y carraspea—Eh... Señor Park, la entrevista... ¿Podemos enfocarnos en ella? Por favor... —suplica

—¿Eso es lo que quieres?

—Ah... —¿qué quería decir? —Pues a eso vine, ¿no?

Cambiando su postura, asiente.

—Bien, si eso es lo que quieres, continúa...

Solo te quiere molestar.

Se alienta a mi misma antes de pensar de nuevo.

—Su popularidad se ha extendido mucho desde que el hotel Palmer también se ha extendido, no sólo a nivel nacional sino internacionalmente, ¿cómo se siente con respecto al alcance que ha logrado tener gracias al excelente desempeño del hotel?

Dion Park, alza una ceja pero su expresión es fría y neutral.

—¿En serio me vas a hacer esa pregunta?

—Ah... —Tina se remueve en su silla —¿S-si? —balbucea —¿Esperaba alguna otra?

Apenada con las preguntas, ella las había modificado para que no fueran tan directas sobre su vida personal.

Dion se reclina sobre el respaldo de su silla

—Señorita Buller, usted trabaja para una revista de chismes y moda... Creí que sus preguntas serían más de esa índole.

—Ah... Eh... Bueno... Creí... Creí que al ser una persona muy ocupada no tendría tiempo que perder respondiendo preguntas sin sentido.

Dion Park asiente, entiende el punto pero aún así, no se esperaba su respuesta.

—De ser así, no hubiese perdido mi tiempo en agendar una entrevista con Vanity... Adelante, señorita Buller, haga las preguntas correspondientes que no me molestara en lo absoluto responderlas.

—Claro... Entonces... —rápidamente abre su bolso y saca la carpeta con las preguntas que su jefe le ha dado —Le haré las preguntas que la revista me pide que le haga. —abre la carpeta y no puede evitar arrugar la nariz

—¿Algún problema?

—La verdad... Eh... Lamento mucho las preguntas tan directas que voy a hacerle.

El señor Park sonríe y sus hoyuelos se marcan.

—No se preocupe, he lidiado con ellas siempre.

—Bien, empecemos... Señor Park, gracias a su gran alcance con el hotel Palmer podemos decir que se ha vuelto el foco de atención de mucha gente, entre ellas, ha ocupado los primeros puestos de las encuestas de los hombres solteros más codiciados actualmente, por ello, nos gustaría saber si tiene novia actualmente.

—No, no tengo novia, pero espero tenerla pronto. —dice con seriedad, pero sin dejar de mirarla a los ojos

—Sabemos que no hace mucho término una relación, díganos... ¿Busca alguien similar a tu ex o alguien completamente diferente?

—Definitivamente, alguien diferente.

—¿Cuál seria su tipo ideal de mujer? —pregunta, aclarandose la garganta

Dion, mantiene la seriedad mientras responde.

—Alguien como usted.

Tina contiene la respiración y lo mira con asombro.

—¿Yo...

—Humilde, tímida pero decidida, servicial, amable...

Asintiendo, Tina mira sus preguntas.

—Ya que ha mencionado que espera tener pronto una pareja, supongo que se debe a que ya la conoce, ¿cierto?

—Así es.

—Ok, ¿puede contarnos más al respecto? Sobre la chica... —balbucea

—Es alguien que en definitiva, ya conozco. —menciona, alzando una ceja con coquetería —Y que espero que acepte ser más que novios.

—Ah... ¿Es-Está hablando quizá de matrimonio?

—Si, así es. Estoy esperando que así sea... Espero con paciencia a que responda mi propuesta. —murmura, escaneando los gestos de la castaña

Yo no se porque, pero está entrevista no me esta gustando del todo.

—La... Mujer... ¿La conocemos? ¿Es del medio artístico o empresarial?

Dion sonríe y Tina contiene el aliento.

—Dudo que muchos la conozcan, no es artista ni empresaria pero... Tiene potencial para ser ambos si se lo propone.

—¿Puede compartir con nosotros el nombre de esa chica o desea mantenerlo en anonimato?

¡Oh por Dios! Que no...

Dion Park alza una ceja, y la mira de manera retadora

—¿Realmente quiere que lo diga en voz alta?

—¡Carajo! —sisea —Déjeme apagar la grabadora... —rápidamente toma el aparato y apaga el audio antes de mirarle con irritación —¿Puedo saber que es lo que pretende hacer? Lo digo porque... —balbucea —¿Realmente está hablando de mi? —susurra por lo bajo

—¿De quién más hablaría?

—¡Ay! ¡por favor! —le regaña —Ya le dije: eso del amor a primera vista no existe y si me dice que es real le... Le diré siempre que es mentira.

Dion Park lanza una risita corta, pero no deja de mirarla, divertido de la situación en la que ella misma se había metido.

—¿Realmente no cree en el amor a primera vista?

—Lo creí una vez... —murmura y no puede evitar lanzar un suspiro —Y termino mal... ¡Aj! No estamos hablando de mi vida... Estoy perdiendo tiempo valioso, ¿puede enfocarse?

El señor Park, la mira con asombro.

—Pues... Le estoy respondiendo.

Tina, abre la boca con asombro sin saber que decir por unos segundos.

—Ah... ¿Puede dar alguna otra respuesta que no tenga que ver conmigo? —refunfuña

—¿Por qué? —pregunta con naturalidad —¿Le incomoda?

—Eh... ¡Siii! —responde con obviedad —Es como decir que... —pero calla y dejándose caer en el respaldo de la silla, se da por vencida —¿Qué es lo que realmente quiere? —le cuestiona —No me ha dicho el porqué quiere que me case con usted.

—Y no pienso hacerlo hasta que estemos casados.

Esa respuesta la hace reír con sarcasmo.

—Ajaja... Que graciosito...

Dion Park revisa su reloj.

—Bueno, eso es todo... Agradezco su entrevista, me retiro. —sin más, se levanta de su silla

—Ah... P-p-pe-pero... —Tina se levanta de golpe —Aun no terminamos la entrevista.

—Mi tiempo es limitado como usted ha dicho señorita Buller y ahora mismo tengo otras cosas que hacer. —sin mirarla, se dirige a la puerta

—Pe-pero... —le sigue —Eso es injusto. —le reclama

Dion Park se detiene a escasos centímetros del picaporte.

—¿Injusto? —la mira sobre el hombro —Hagamos esto... Cásese conmigo y todas mis entrevistas a futuro serán exclusivas para usted, solo así, podré responderle todo lo que quiera.

—¿Qué...?

Si Tina se permitía ser sincera, era una oferta tentadora y más si Vanity tenía las exclusivas.

—Eh... Eso... —se aclara la garganta y suelta el aire de los pulmones.

¿Lo haría? ¿Dion Park cumpliría con su palabra?

Dion Park suspira.

—Bien, mientras lo pien... —dice, tocando el picaporte

—¡Espere! —le detiene y él se da la vuelta para mirarla a los ojos —A-acepto... —murmura

—¿Qué? —pregunta ahora él, perplejo

—Aceptó. —responde con firmeza —Sólo si todas las entrevistas y todos los reportajes que competen a Dominion son exclusivas de mi revisa.