Me Enamoré De Tu Amor

La noche ya estaba entrada,la luna me alumbraba en lo alto mientras leía el último libro de magia creciente. Los lirios desprendían su dulce aroma y me dirigían sutilmente a la cama, sus sábanas de lino eran suaves y cálidas que me daban el descanso necesario para soportar el día siguiente que si bien no se comparaba con mis actividades del hogar pero la magia suponía gran cansancio.

-Princesa, lamento levantarla tan temprano pero debe estar presente durante la sentencia y no tengo tiempo de arreglarla así que me disculpara por el uso de mi magia tan burda - no comprendía que ocurría ni comprendía lo de la "sentencia" así que ayude a mi doncella con el vestido rojo de caída triangular y en menos de 5 minutos ya estábamos dirigiéndonos a la entrada del bosque donde aguardaba los caballeros, el príncipe Aiden y con las manos atadas a la espalda se encontraba Marli, la doncella del cabello verde, la que había querido deshacerse de mis lirios, el viento era fuerte así que ondeaba el cabello de todos pero también se llevó consigo la fina capa dorada que había tomado para soportarlo.

-Principe Aiden, que esta ocurriendo? Porque estamos todos aquí reunidos tan temprano? Y que hace Marli atada? - Aiden se quedó callado por un momento y después todo el castillo resonó.

-Marli. Por haber destruido el presente así como las pertenencias de la princesa Celeste, su habitación y haber dejado que el príncipe Rhett dejara un presente en esa misma alcoba tu sentencia será el exilio a la nación Circlet ciega y muda para que aprendas de los celosos actos que has cometido. - La nación de Aiden no se manchaba de sangre a menos de que fuera demasiado necesario pero sentía que esto era muy extremo e innecesario. Su traje azul marino parecía casi negro debido a la hora pero al bajar su brazo las rosas bordadas de plata me deslumbraron cuál diamante bañado por el sol.

-Principe Aiden, eso es demasiado, solo son cosas materiales que se pueden recuperar. No la exilies, se que podrá redimirse dentro de tu nación pero no la lastimes - esperaba persuadir al príncipe pero no pensé que Marli fuera a despreciar mi súplica.

-No necesito tu lástima princesa mediocre. Deberías haberte ido con el otro príncipe y dejar a Aiden para mí. Soy la única que lo conoce realmente y tu nunca lo harás feliz. Destruir tus cosas no fue tan gratificante como destruir los lirios que el te dio, todo lo que te ha dado debió ser mío. -Entonces así fue, Tyler dijo que buscaría al responsable y la descubrió, ella no se excuso porque le había dado felicidad el verme llorar a mi ya que le estaba quitando a su hombre y aunque la ley permitía casarse con doncellas esa unión no era posible si la otra persona no le quería. Su camisón blanco estaba rasgado y cubierto de tierra pero no percibía ni rastro de sangre así que Aiden no la había lastimado entonces debía haber intentado escapar.

Ya no abogue más por mi agresora y presencie cómo Aiden usaba los hechizos correspondientes para abrir la línea y enviarla a Circlet donde no sabíamos cuál sería su vida a partir de ese momento.

-Disculpa lo que ocurrió princesa mia pero esa es la manera de hacer justicia sin que se derrame sangre y comprendo si me odias por mi manera de actuar, únicamente así mi nación se ha mantenido prospera tras quedar huérfano. -No podía odiar a ese hombre que me había demostrado su amor apenas conociéndome pero si me había impactado la manera en que hacía justicia, no se me había ocurrido ya que a mí me habían dicho que toda guerra se gana solo con sangre así como los desacuerdo y malos entendidos.

-Si está es la manera en que derrotaremos a Rhett entonces quizá tengamos una ventaja. El usará sin duda toda su magia contenida pero su sentencia me hizo ver qué quizá quitando sus sentidos podamos hacerle frente aunque primero deberíamos acercarnos lo suficiente lo que será complicado - No dijo más, solo se despidió dándome un beso en la frente y sus caballeros lo escoltaban mientras el sol comenzaba su salida y el rocío se levantaba hasta que fuera el momento de volver a caer sobre el pasto y hacerlo crecer aunque fuera pisado por toda persona residente de aquel castillo. Si el pasto es capaz de volver a crecer después de ser pisoteado nosotros también podíamos y nadie nos humillariq de nuevo.

Mis vestidos nuevos estaban siendo colócalos por mi nueva doncella así como las pertenencias destruidas. Pedí que todas mis comidas fueran en mi habitación, quería concentrarme y aprenderme los hechizos antes de volver a casa porque en ella no había ni un solo libro de magia brusca por lo que no sabía que está era capaz de ser dominada.

-Princesa, no se si le han enviado la comida o un loto enorme pero es lo que está en el carrito - ciertamente había un loto y se veía hermoso, fresco y se deslizaban gotas por cada pétalo. Un delicioso filete con verduras que lo circulaban y el loto se había hecho pequeño dentro de una pecera y a su lado un vaso con jugo de manzana recién extraído.

-Descuida, seguramente lo envío el príncipe Aiden. Sabe la manera adecuada de comunicarse mientras se preocupa por mi salud. -Agradecia que me enviara flores distintas y aunque no pudiera quedarme con todas me hacían sentir bien con solo verlas.

Las cartas no eran comunes así que se volvían más románticas y se estaba volviendo nuestra forma de comunicarnos. El príncipe Aiden me informo sobre la idea de dejar sin sentidos a Rhett pero aún no lograba descifrar como llegar hasta el porque lo atacariamos de frente y no por la espalda aunque sería fácil,rápido y sencillo ir a su habitación y hacerlo no éramos unos desalmados.

Le confesé mis inquietudes sobre cómo podría convertir a todo el mundo en sus esclavos y se me revolvía el estómago de pensar que podría alejarme del príncipe Aiden sin haber empezado está historia de amor que al parecer estaba surtiendo buen fruto.