Dulce

Terminaron de almorzar y según ella les tocaba organizar la reunión en la mañana del lunes ya que era fin de semana y justo a quién debían buscar estaba demasiado ocupado con un trabajo que debía supervisar personalmente, así que los atendería el lunes por la mañana, mientras les ofreció la comodidad de un penhause en una zona bastante tranquila y como no podía evitar darles la posibilidad de una noche de distracción.

Dulce consultó con Liam todo eso a lo que él le dijo que aceptara, ya que en el Penthouse estarían más cómodos y podían esperar hasta el lunes, ya que su agenda es para la semana entera en ese lugar. No discutió y aceptó, ya que su jefe así lo decidió.

Los pasaron a buscar y llevaron al Penthouse y se acomodaron cada uno en una habitación, estaban más cómodos y tenían privacidad, algo que agradeció Dulce en el fondo. En realidad tenía un poco de vergüenza por estar en ropas de dormir cerca de Liam, pero no tenía de otra.

Cada uno estaba envuelto en sus pensamientos, eran como si no se decidieran a avanzar más de esa cortesía que estaban manteniendo.

Se volvieron a duchar cada uno por su lado y se quedaron en la habitación quedando cómodos en ropas de dormir, lo que usualmente usaba para dormir Dulce era ropa interior y a veces semidesnuda, algo que para ella era cómodo.

Mientras que Liam también era un hombre suelto de ropas para dormir, cada uno buscaba su comodidad y también estaban nerviosos mirando la puerta, era una necesidad que iba creciendo de a poco, Dulce se empezó a sentir con una sensación de atracción era inevitable tanto que se había negado a sus sentimientos y estaba empezando a ceder, Liam le parecía un hombre muy atractivo y varonil, le gustaba mucho pero también le daba miedo de ser usada y éso le hacía sentir vulnerable.

Liam no aguantó más y caminaba por toda la habitación como león enjaulado, la ansiedad lo comía. Se decidió y salió de la habitación directo a la cocina, mientras se iba, miraba la puerta de la habitación de Dulce y luchaba para no entrar y poseerla, era un fuego que lo consumía, pero que no podía cruzar el límite que ella le marcó.

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En Italia Donatello lidiaba con los caprichos de Camila en querer tenerlo por la fuerza, estaba demasiado enojado con ella, ya que no quería entender razones y mucho menos sus motivos para no estar con ella.

Donatello... ¡Basta Camila...!!!! Entiende que no quiero estar contigo, no eres mujer para mí, búscate otro hombre porque no puedo estar contigo.

Camila.... Por qué!? ¿Dime por qué...!!?? Acaso no soy suficiente para ti? O es que esto es solo para huir de una posible relación.

Donatello.... No Camila, ya me interesa otra mujer y aunque tú eres hermosa, no me atraes, eres mucho para cualquier hombre, pero no puedo verte como mujer, siempre te Vi como una niña hermosa nada más, no me interesas como mujer.

Camila.... Qué¡, ¿Me desprecias porque nunca me viste como mujer? Y ella es bonita? Te corresponde?

Donatello.... Ella es un ángel y creo que me corresponde, aunque todavía no me le declaré.

Camila.... Está bien, me rindo, quería hacer lo imposible para tenerte, sé que parece un capricho, pero no... Yo me enamoré de ti apenas te conocí, pero ahora que sé que hay alguien más en tu vida no puedo ganar, te dejo libre para que seas feliz.

Donatello.... Camila... Yo lo siento en serio, no quise que esto terminara así.

Camila.... No Donatello Lombardo llegó el momento de marcar un límite y ése es éste, no lo sientas no es tu culpa que yo pusiera mis ojos en tí y mi corazón te elija. Al menos me fuiste sincero.

Donatello.... Podemos ser amigos si quieres y talvez, ésto se te pase en algún momento y conozcas a alguien que te guste, valore y te ame mucho.

Camila.... Sabés creí que estaba destinada a tí y pensé o me convencí que podría ser suficiente para el "Gran Donatello Lombardo", pero eso no funciona unilateral, no te voy a mentir, no puedo ser tu amiga ahora, porque me dolerá mucho verte con otra mujer y sé que ella no tiene culpa que Tú te enamoraras de ella, no quiero sentirme incómoda o incomodar a la otra persona, me alegro mucho que estés luchando por alguien y te corresponda, sé feliz Donatello Lombardo, adiós.

Camila entre su capricho por estar con Donatello, entendía que no tenía experiencia en el amor, nunca se había enamorado de nadie y aunque parecía superficial y una niña mimada o una mujer que sólo estaba demasiado desocupada, ella por dentro cargaba un dolor y un infierno que creyó que podría sanar con Donatello, pero se volvió a equivocar y no iba a comportarse como una niña, era una mujer y debía madurar y hacerse responsable de sus actos, ése día hablo con su padre y le pidió que la dejara viajar a Francia, y trabajaría en la empresa de allá, haría su maestría en administración y economía y se haría cargo de su vida, estaba cansada de vivir de sus padres era momento de asumir sus responsabilidades.

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Liam estaba en la cocina tomando un café en la oscuridad del sitio, se sentía cansado de tener que lidiar con un pasado tóxico, necesitaba recuperar su tranquilidad y su vida, sentía que Dulce le daba ésa tranquilidad que tanto deseaba, tenerla cerca la hacía necesitarla, quería subir y decirle lo que ella le provocaba, poseer sus labios, su cuerpo, su corazón, su alma, era una necesidad que le quemaba por dentro y un hambre carnal de probarla más allá del deseo puro era el deseo de posesión.