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EL MAL QUE NOS ACECHA

EL MAL QUE NOS ACECHA

Status: Terminada
Genre:Terror / Apoyo mutuo / Amor eterno / Demonios / Maldición / Completas
Popularitas:6.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Lida Marín

El mal ronda en cualquier lado, tienes que ser cuidadoso y desconfiar, una vez que te atrapa, es difícil que te suelte.

Nuestros protagonistas se verán obligados a enfrentar sus peores miedos y a luchar por sobrevivir y proteger a su pequeña familia ante una presencia sobrenatural que parece estar determinada a destruirlos.

La historia explora temas de miedo, supervivencia y la naturaleza del mal, mientras que Elizabeth y Elías se ven obligados a tomar decisiones difíciles para sobrevivir, ¿Podrán superar está situación?

NovelToon tiene autorización de Lida Marín para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO 8

Al día siguiente, era fin de semana, habíamos planeado ir a algún parque para llevar a Tomás a montar en su bicicleta, era su pasatiempo favorito, pero siempre nos hemos acostumbrado a llevarlo a lugares especiales para que lo practique.

- ¡Tomas!-- lo llamé, mi hijo bajó las escaleras un poco triste --¿qué tienes?-- le pregunté.

- Mamá, ¿podemos quedarnos en casa?-- era la primera vez que él nos pedía eso, le encantaba salir a pasear en su bici.

-¿pasó algo?-- Indague.

- Es solo... Es solo-- intento hablar, luego dirigió su mirada hacia las escaleras volvió a mirarme rápidamente y habló en voz baja -- es que a mi amigo no le gusta que lo deje solo-- me congelé en el sitio, cuando reaccioné fui y tomé la mano de mi hijo y lo acerqué a mí.

- ¿cuál amigo?, aquí solo estamos nosotros tres, no hay nadie más en esta casa-- le dejé en claro.

- No mamá, no somos solo los tres, aquí ya estaba viviendo un niño cuando llegamos, el ahora es mi amigo -- insistió, mi esposo alcanzó a escuchar y se acercó a nosotros.

-¿y como es ese niño?-- mi esposo utilizó un tono de voz más calmado, yo si estaba al borde de los nervios.

- El es más grande que yo, le gustan mucho mis juguetes, por eso no quiere estar solo, porque solo los puede utilizar cuando yo estoy -- respondió tranquilamente.

- Dile a tu amigo, que lo mejor será que se vaya para su casa con su mamá, no queremos tener problemas -- le advirtió Elias.

- No papá, él vive aquí, él no puede irse y no quiero hablar más de él, no le gusta que otras personas sepan que está aquí, además, dice que mi mamá no le agrada -- Elías me miró y yo negué.

- Está bien hijo, pero por un rato que se quede solo, no se va a acabar él mundo, vamos a montar bicicleta, recuerda que es lo que más te gusta hacer-- su padre le dijo, la sonrisa de Tomás regresó.

- Está bien, vamos-- caminamos hacia la salida, mi esposo cerró muy bien la puerta y nos subimos al auto, él ya había guardado la bicicleta en él baúl, así que solo comenzó a avanzar.

Al llegar al parque, la actitud de Tomás cambió drasticamente, se reía a fuertes carcajadas, se montó en su bicicleta y no dejaba de jugar por todos lados, Elías tuvo un día pesado corriendo tras él, pero estábamos tranquilos, luego regresaron y nos sentamos en las sillas que allí había, yo saqué la lonchera que había organizado, dentro puse diferentes alimentos y snacks, al igual que bebidas, estuvimos en aquel lugar bastante tiempo, hasta que se hizo hora de regresar a casa.

Mi esposo manejó lento, tanto el como yo, no queríamos que el buen ambiente se dañara, pero aún así, debíamos llegar a casa, toda la calle estaba más oscura de lo normal, mi esposo tuvo que poner las luces altas para ver el camino, logró parquear el auto y nos bajamos, Tomás y yo entramos primero, mientras Elías sacaba la bicicleta del baúl.

Al entrar la penumbra nos recibió, un helaje se caló en mis huesos, mi niño comenzó a tiritar, mi esposo entró en ese momento y también sintió el cambio de temperatura, encendí la luz.

- ¿Se habrá averiado el aire acondicionado?-- preguntó en voz alta.

Dejó la bicicleta en el depósito y fue a revisar el termostato -- ¡maldita porquería!-- exclamó mientras le daba un par de golpes, nos acercamos hacia el y vi.

El aparato estaba descontrolado, estaba en 15°C y de la nada bajaba a -5°C luego volvía a subir, y de repente bajaba, se había vuelto loco, miré a mi esposo y levantó los hombros.

- Tememos dos opciones, dormír en una misma habitación todos, abrigarnos muy bien, o salir a buscar un hotel, Tomás escuchó y me jaló sutilmente de la mano, yo lo miré y el negó.

- Mami, ¿podemos quedarnos?, mi amigo está realmente enojado, el hizo eso-- nos comentó, Elías y yo nos miramos, solo hubo un silencio.

- Está bien hijo, aquí nos quedaremos, pero vamos a dormir todos en nuestra habitación -- mi hijo asintió.

Nos preparamos un chocolate caliente para calentar un poco el cuerpo, después de beberlo subimos a la habitación, allí buscamos nuestras pijamas más abrigadas y nos acostamos a dormir, sentí a Tomás muy inquieto, está vez lo habíamos acostado a la orilla, pero al verlo asi, lo pusimos en medio de los dos y los abrazamos para que se sintiera tranquilo.

Finalmente se quedó dormido y nosotros también, a pesar del frío, nos sentíamos cálidos durmiendo juntos, la noche pasó con total normalidad, a la mañana siguiente, nos levantó el sonido de las campanas de la iglesia que quedaba justo en un lote a unos 200 metros de nuestra casa, Elías se estiró, y en ese momento Tomas también se despertó.

- mamá, papá, buenos días, ¿descansaron?-- preguntó mi niño con una sonrisa en su rostro.

- Buenos días, si mi cielo, pudimos descansar -- le respondí, el nos dió un beso a cada uno y se levantó al baño.

- Debo ir a revisar el aire acondicionado, es muy extraño que fallara, el dueño me dijo que el sistema era nuevo, ya veré que tiene-- dijo mi esposo después de darme un beso, el se levantó,y Tomás salió del baño, mi esposo entró después, y al rato salió limpio, se vistió y bajó al primer piso.

Yo también me levanté y me organicé, Tomás no quería bañarse así que no lo obligué, luego bajamos, mi niño se fue a buscar a su padre, mientras yo me fui a preparar el desayuno, al terminar los llame y nos sentamos en el comedor.

- ¿tiene arreglo?-- le pregunté a mi esposo.

- Es extraño, está funcionando con normalidad -- me respondió.

-¿normal? Pero si vimos claramente que los decibeles no eran normales, el termostato enloqueció-- le recalque.

- Lo sé, yo vi lo mismo, pero no sé que pasó, todo está normal --.

- Fue el, les dije que no quería que lo dejáramos solo-- mi hijo seguía repitiendo lo mismo una y otra vez, ya comenzaba a ponerme más nerviosa.

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Alexandra Armestar
me gusto mucho la historia ,felicitaciones.
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Me encantó esta historia, fue algo diferente pero muy atrapadora, muchas felicidades escritora y gracias por compartirla
Lida Marin: 💕💕💕💕💕 Muchas gracias Delfina 🫂
total 1 replies
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Que hermosas las oraciones, esta muy buena 👌 👍
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Huff y de quien será el bebé, o que será, bueno pensando pósito es de su marido y será heros@
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Que esta buena, ojalá logre descansar esa alma maligna más encima y no logre hacerle ningún mal a ellos
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Buu pensé que había terminado, pero falto la madre
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Que lindo gesto de la maestra, seguro ella sabía que algo había pasado, ahora donde el padre pues sin demora
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Ojalá el sacerdote lo haya logrado, más bien y que ese niño se halla ido a descansar
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Hay pobre niño, todo por ser inocente
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Como no más lo que se viene al parecer es difícil
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Hay no puede ser, pobre niño, lle tiene miedo a ese ser
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
El odio es un arma poderosa y un niño es muy fácil de manipular a su antojo, el exorcismo lo ayudará a liberarse del odio y dejar a ese niño en paz
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Hay no puede ser esto, pensé que al menos irían amiga cuando escucharon las campanas, parece que ya es tarde, ojalá que no 😔
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Que locos estos padres yo agarro a mi hijo y me voy de una, oh me hago la valiente y lo enfrento, si el miedo los ayuda más
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Pero escuchen a su hijo
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Hay pero porque no reaccionan estos padres, será que actuaron cuando ya no puedan hacer nada, ojalá que no
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Chuta, al parecer ya tiene listo al niño
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Pero tienes que averiguar más y contarle a tu esposo lo que escuchas
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Huy que susto escuchar cosas y no ver a nadie
Delfina Del Carmen Henriquez Ruiz
Que se cuenten todo lo vivido, y busquen salir de ahí
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