Una c
NovelToon tiene autorización de Evvy para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Capitulo 8
Estaba mirando centenares de vestidos, ya que a mi esposo lo invitaron a una fiesta en el palacio
Marianela: ¿que le parece este señora? - niego con la cabeza
Elizabeth: no me veo usando estos vestidos tan pesados e incómodos - veo a la modista ella fue la misma que me confeccionó mi ropa interior - ¿tú podrías hacer un vestido diferente?
X: si trae el diseño como lo hizo con lo primero que mando hacer yo podría hacerlo - sonrió feliz al oír eso ahora solo tengo que pensar que diseñó le quedaría bien a este cuerpo y los colores que deseo que tenga
Marianela: ah, pero si lo hace de esa manera no podrá ir a juego con el general - la veo confundida - el general siempre debe ir con su traje que es en negro y dorado - en eso veo el vestido que hace unos minutos me mostraba Marianela y ahora lo entiendo desde que entramos a la tienda ella solo me mostraba vestidos con esas características
Elizabeth: entonces mi vestido se hará en esos colores - veo a la muchacha ella asiente y yo tomo una pluma y hoja para dibujar el vestido que deseo. A mí molestan los vestidos de esta época por los esponjosos, pesados y apretados, ya que te colocan el corsé de una manera que te haga sacar una pequeña cintura y eso no es para nada sano yo cumpliré los requisitos de una buena señorita, no mostrar mucha piel y ser siempre una dama con elegancia así que eso es lo que incluiré en mi diseño
...****************...
Marianela: ¿su esposo vio su vestido o la ropa interior que se puso? - yo niego con la cabeza
Elizabeth: es una sorpresa para cuando regresemos - digo pícaramente. Desde que fue sincera con Nathan nos hemos acercado mucho más algo que me llena de mucha felicidad claro que tiene sus desventajas como no poder levantarme en las mañanas o las veces que debo de poner una barricada de almohadas para evitar que me ataque por las noches
Javier: ¿Señora, está lista? - dice el tocando la puerta Marianela la abre - el general...- se queda callado al verme
Elizabeth: me veo mal?
Javier: por supuesto que no la señora siempre se ve hermosa - yo sonrió y me acerco a él
Elizabeth: vamos no hagamos esperar a Nathan - él asiente y me ayuda a bajar las escaleras y luego llegar hasta donde se encontraba Nathan parado al frente del carruaje
Jorge: vaya!!! - sorprendido Nathan voltea a verme y yo le sonrió
Elizabeth: Nathan - me acerco a él y paso mi brazo por el suyo - ¿cómo me veo? - su mirada seguía en mí - Nathan
Nathan: te ves hermosa - dice dejando un suave beso en mis labios - solo que ahora estoy pensando en dejar de lado el baile y llevarte a la habitación - yo lo alejo
Elizabeth: se hace tarde es hora de partir - digo subiendo al carruaje escucho como ríe y sube a mi lado
Nathan: el viaje dura 30 minutos
Elizabeth: es un no rotundo a Marianela le costó mucho arreglarme - siento como deja un suave beso en mi cuello - si te portas bien cuando regresemos te daré una sorpresa
Nathan: está bien - yo sonrió y le doy un beso
Elizabeth: eres un buen esposo - digo riendo
...★...
...★...
X: con ustedes el Gran General Nathan Marshall y su esposa la princesa Elizabeth de Marshall - dice el hombre al pie de las escaleras, Nathan toma mi mano para ayudarme a bajar todas las miradas estaban centradas en nosotros haciendo que me sienta un poco incómoda
(La manera en la que iban vestidos los esposos Marshall)
Nathan: tranquila hermosa estoy a tu lado - dice susurrándome suavemente para calmar mis nervios. Solo con eso me calmo por completo, ya que se que a su lado no me podrá pasar nada; nos detenemos al frente de mi padre - Mis respetos a su majestad el rey - dice haciendo una reverencia que yo imitó
Rey: me alegra verlos juntos y en armonía - dice el hombre yo lo veo con molestia se nota que lo que detona es pura hipocresía - hija estás realmente hermosa hoy
Elizabeth: gracias, su majestad - digo de manera cortante, ya se que ese hombre no fue el mejor padre para elizabeth así que no actuaré como un hija para él
Rey: hija deseo que te quedes unos minutos ya que haré un anuncio el cuál te gustará - su sonrisa no me da para nada confianza a su lado se coloca ese hombre que entró a la mansión en mi búsqueda y su sonrisa solo hace que me sienta incómoda (sabía que algo iba a ir mal lo sentía desde hace dias) - el duque Sheila me informó que aún no te has entregado a tu esposo así que he decidido disolver tu matrimonio y unirte a el duque Victor Sheila - yo miró a ese hombre y puedo escuchar los cuchicheos de los presentes
Nathan: tendrá que matarme...- yo pongo mi mano en su boca
Elizabeth: lamento decirlo que fue mal informado yo ya me entregué a mi esposo y ahora estoy contando con un mes de embarazo - digo muy seria se que en esta época una mujer que ya no es pura pierde su valor y más si está embarazada de otro
Victor: no me molesta yo igual te aceptaré además el documento ya está firmado por el rey no es algo que se pueda cambiar - (que demonios?) Nathan me jala y coloca atrás suyo y saca su espada mientras éramos rodeado de guardias del palacio
Elizabeth: ¿por qué hace esto? - le pregunto molesta
Rey: ahora mismo el duque ofreció una mina de diamante si yo te convertía en su esposa y pensando en tu felicidad acepte - veo como los guardias se acercan con la intención de separarme del lado de Nathan
Elizabeth: MI BIENESTAR? - río secamente - no me hagas reír lo haces por la mina de diamantes - veo como no lo niega
Rey: tomen a la princesa - les dice a los guardias, pero en eso los hombres de Nathan entran y esto se vuelve un completo baño de sangre