Una modista famosa muere en la sala de su casa por una sobredosis de trabajo y despierta en un lugar desconocido además de prometido a un hombre que no ama
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Capitulo 8
El día visitando a los aldeanos fue un día agradable jugué con los niños, hablé con las señoras y pues vigilé que la construcción vaya excelente
Diego: ¿sabes que no te quita los ojos de encima? - me dice cerca de mí en un bajo susurro
Mia: me he dado cuenta - digo mirando los planes - ¿Olivia se quedó empacando nuestras maletas?
Diego: así es, ella y dos sirvientas más - yo asiento
Mia: arregla que sea dos carruajes los que nos lleven de regreso
Diego: ¿por qué dos?
Mia: deseo ir yo sola en un carruaje con su majestad
Diego: ¿y cuál sería el motivo?
Mia: deseo conocer más
Diego: ¿o cog3rtelo más? - yo me río amo lo bien que me conoce
Mia: que pase lo que tenga que pasar - le digo con una gran sonrisa él se ríe y niega con la cabeza
Diego: puedo que te ayude en eso, pero se te está olvidando un problema - lo veo con curiosidad - Miguel el siempre está al lado de su majestad y según sus principios debe de acompañarlo en todo momento
Mia: tu encárgate de él
Diego: ESTAS LOCA - yo le cubro la boca - ese hombre da miedo no quiero hacerlo - murmura
Mia: por favor hazlo por mi - digo abrazándolo y poniéndole ojos de cachorrito - ¿si? Mi guapo asistente
Estéfano: ¿está todo bien aquí? - me alejo de Diego y está acomoda su traje
Diego: está todo en perfecto estado - me ve y yo lo veo aún sin decirnos palabras no entendíamos - lo siento princesa, pero no cuente conmigo - dice bajito cerca de mi mientras hace la reverencia para que así Estéfano no lo escuche - me retiro
Mia: este cobarde - digo mirando como se aleja
Estéfano: es muy cercana al joven Weslon
Mia: ujumm crecimos juntos - bueno no es toda una mentira este cuerpo y Diego si crecieron juntos
Estéfano: princesa necesito que me acompañe un momento - lo veo confundida, pero él no dice nada más y se da la vuelta para empezar a caminar así que lo sigo rápidamente
Mia: ¿ a dónde vamos? - el se detiene en la entrada del bosque y me jala a su lado y arrincona contra un enorme árbol
Estéfano: creí haberle dejado claro que no me gusta verla en brazos de otro hombre - yo sonrió coqueta
Mia: eso no fue lo que dijo. Usted dijo que después de ser suya no podía volver a los brazos de Eduardo - el me gira y pega mi pecho contra el árbol
Estéfano: entonces está vez lo dejaré más claro señorita Mia - siento como levanta mi vestida y baja mi ropa interior - no tiene permitido abrazar a otro hombre aparte de mi
Mia: Ahg - suelto un gemido al sentir como me da una fuerte nalgada, él pone su mano en mi boca evitando que más ruidos fuertes salgan
Estéfano: espero que está vez le quede claro señorita Mia - dice volviendo a nalgearme y un gemido ahogado sale de mis labios (oh esta situación me moja demasiado deseo que me empotre justo aquí y ahora) él saca su mano de mi boca - ¿tienes algo que decir?
Mia: majestad si desea castigarme hágalo con esto - digo pasando mi mano por su miembro
Estéfano: acaso ser f0llada por mi es un castigo?
Mia: solo deseo que su majestad me castigue adecuadamente - desató su cinturón - ¿y que mejor manera que dejarme sin poder caminar? - él toma mi rostro y hace que lo bese para luego girarme y sostener mis piernas las cuales enrolló en su cintura
Estéfano: bien señorita Mia le daré lo que pide - me dice para luego entrar en mi metiendo todo de un sentón
Mia: ahg~ mhg majestad ~ - él empieza a embestir rápidamente al no tener mucho tiempo debemos de hacerlo rápido mis gemidos son silenciados con sus besos llenos de pasión
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Diego: ¿donde estaba metida?
Mia: estaba viendo la naturaleza
Diego: esa naturaleza te dejo caminando de una forma muy peculiar - dice riendo al verme caminando hacia el carruaje
Mia: acaso deseas que te disminuya el sueldo
Diego: no princesa dejaré de burlarme de usted por parecer un ciervo recién nacido - yo lo veo con una mirada llena de odio y este solo comienza a reír a carcajadas y así fue todo el camino de regreso al castillo
Mia: hasta cuándo te reiras? Oh ya se, conversé con el emperador y le pareció una fantástica idea que ustedes tres vayan en un carruaje a parte - Diego deja de reír justo en ese momento - se te borro la sonrisa - digo riendo - tiene razón ese refrán que dice el que rie de último ríe mejor
Diego: oye debes de estar jugando te dije que ese hombre me da miedo y no solo a mi a Olivia también no nos puede hacer esto somos amigos ¿no?
Mia: nop - digo para darle la espalda y dejarlo allí quejándose de su desafortunada vida
A la mañana siguiente estábamos todos en la entrada del reino despidiendo nos de los emperadores del reino Sackaris
Liseth: espero que vuelvas a venir a visitarnos
Mia: eso no lo dude y cuídese mucho - digo tocando su pancita la emperatriz ya contaba con cuatro meses de embarazo así que su pancita se notaba un poco
Liseth: lo haré
Brian: hasta luego niña fue un gusto haberte conocido - yo sonrió feliz para luego darle un abrazo a él y a la su esposa
Mia: nos vemos - me acerco a Estéfano - lista ya podemos irnos - el asiente y me ayuda a subir al carruaje en eso es que me doy cuanta que hay tres carruajes - ¿por qué hay tres carruajes?
Estéfano: a Miguel no le gusta viajar acompañado siempre viaja en un carruaje a parte - (vaya Diego y Olivia deben estar feliz)
El viaje de regreso lo sentí que pasó muy rápido no era nada comparado a cuando íbamos hacia el reino Sackaris
Estéfano: agh mhg - gime mientras sostiene mi cabeza metiendo lo más profundo su miembro en mi boca
Mia: cof cof - toso un poco porque casi muero con eso en la boca
Estéfano: lo siento creo que me deje llevar - dice levantándome del suelo y colocándome en sus piernas
Mia: no me molesta sabe bien que me gusta saber que lo disfruto - digo dejando un beso en su barbilla puedo sentir su miembro erecto abajo de mi así que pongo algo de distancia - temo que tendrá que dejar que eso le baje solo ya hemos entrado al reino - digo, ya que hace poco se nos aviso que llegaríamos en una hora al castillo
Estéfano: aún falta para llegar al castillo - dice mientras mete su mano por debajo de mi vestido
Mia: si pero sabrá usted lo difícil que será acomodarme el vestido despues? - él sonríe y acepta la derrota
Estéfano: está noche debes esperarme en tu habitación sin nada puesto - dice en mi oído yo asiento feliz de complacerlo