Luciana Alame Alcalá, Como era de esperarse después de conocer a sus padres, es una mujer fuerte, hermosa, inteligente, decidida, valiente y claro también obstinada. Ha trabajado muy duro por lo que quiere, saliendo victoriosa, pero ahora se enfrentará a un gran reto, por primera vez en la vida sentirá que no tiene el control, ¿cómo responderá a esto?, ¿Qué papel juega un importante hombre en todo esto?
Te invito a que lo averigüemos.
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¿Problemas?
Debo decir que es hermosa. – Menciona el hombre, pues no puede negar que es una mujer bellísima.
- Claro que sí, es hija de Dante después de todo. – Responde la mujer con fastidio. – Pero espero que eso no te distraiga de tu misión, no puedes olvidar nuestros planes. – Le recuerda con firmeza.
- No te preocupes, lo tengo claro. – Asegura el hombre con certeza.
Mientras tanto Luciana que no se imagina lo que se está gestando alrededor de su llegada al país del Norte, se despide de su padre, pues él ya cumplió con su misión allí y tiene muchos asuntos pendientes en casa, pero lo más importante es que ya extraña a su esposa, desde que sus hijos nacieron ya no se separan por más de 3 o 4 días, pues Dante siente que ya estuvo mucho tiempo lejos durante sus primeros 2 años de matrimonio.
- Cuídate mucho, ¿sí? – Le recomienda Dante con todo su amor, pues él también está preocupado por ella, ahora que va a estar sola allí y que su identidad ya es conocida.
- No te preocupes papi, cualquier cosa te llamo de inmediato, ¿de acuerdo? – Sonríe dulcemente Luciana derritiendo de amor a su padre.
- Claro que si princesa, sabes que con una llamada me tendrás aquí inmediatamente. – Sonríe Dante para darle un beso en la frente a su hermosa hija e irse, pues el piloto ya lo está esperando.
- Chao papi, te amo. – Se despide Luciana una vez su padre se ha subido al auto.
- Yo más princesa, adiós.
- Lu, cuídate mucho si, nada de locuras señorita. – Le dice Alfredo que es el más preocupado de dejarla ahí sola, pues sabe perfectamente el nivel de locura de esa niña, pero él debe regresar al lado de su señora.
- Alfredo, ¿Qué dices?, quien te escuche pensara que solo me la paso metiéndome en problemas. – Dice Luciana con cara de inocencia, mientras Alfredo la mira incrédulo, de verdad que es muy buena fingiendo inocencia.
- Señor Soler, la dejo en sus manos, por favor cuídela bien y en la medida de lo posible evite que se meta en problemas. – Recomienda Alfredo, indignando a Luciana por tan malas referencias.
- Tranquilo señor Alfredo, le aseguró que haremos un buen trabajo. – Se compromete Franco sin saber el nivel de torbellino que es Luciana Alame, hasta pesar le dio a Alfreda la inocencia del pobre.
- Bien, entonces me despido, chao mi niña.
- Chao Alfredo cuida de mi madre, ella está más loca que yo. – Dice Luciana dándole un abrazo a Alfredo y riendo con él, por lo dicho, aunque para Alfredo es posible que en una competencia empaten.
Las cosas siguieron tranquilamente, Luciana estaba totalmente al pendiente de las obras, mientras preparaba todo para la inauguración, como le dijeron la seguridad se turnaba y ella casi ni los sentía solo una persona estaba con ella, la mayor parte del tiempo, esta era Olga o Laurent, aunque ella había notado que a Laurent no parecía caerle bien, pues siempre tenía una actitud bastante molesta con ella
- Señorita Luciana, mi jefe pide hablar con usted un minuto. – Se dirige respetuosamente Olga a Luciana aun cuando ella es muy amable, debe ser respetuosa.
- Dile que pase. – Indica Luciana quien está trabajando desde su estudio, pues las instalaciones todavía están en obras y hay mucho ruido, por lo que prefiere trabajar desde casa.
- Buenas tardes señorita Alame. – Saluda Franco, quien se mantiene la mayor parte del tiempo a distancia coordinando toda la seguridad y monitoreando cada movimiento cuando Luciana sale.
- Hola, señor Franco, dígame, ¿en qué le puedo ayudar? – Pregunta Luciana aun concentrada en sus documentos.
- Si, lo que pasa es que como es viernes, quiero organizar su seguridad para el fin de semana, no sé si le importaría decirme qué planes tiene. – Pregunta Franco cordialmente.
- Oh ya veo, Pues creo que me quedare trabajando lo más probable es que en dos semanas terminen la remodelación y se haga la apertura, así que tengo que adelantar. – Explica Luciana.
- Ya veo, entonces solo dejare 4 personas vigilando desde fuera, los demás estarán de descanso, ¿está de acuerdo? – Pregunta Franco amablemente.
- Si está bien, lo haremos como usted considere.
- Muy bien, con permiso la dejo trabajar. – Se despide Franco para ir a organizar todo, este también es su fin de semana libre, por lo que está más tranquilo de saber que Luciana no planea salir.
La tarde y noche pasaron muy rápido Franco se quedó de guardia esa noche para dejar todo coordinado y organizado para el fin de semana, envió a descansar a quienes no tenían turno y dejo órdenes a las 4 personas que se quedaron, listo esto se fue a resolver algunos asuntos pendientes, pues desde que le asignaron el caso de Luciana Franco ha estado todo el tiempo con ella así que esa noche quería dormir temprano, ya que había llegado a descansar en su departamento, pero sus planes quedaron en nada cuando recibió una llamada de unos de los hombres que dejo encargado de la seguridad de Luciana, al ver su nombre en el celular contesto rápidamente. Pero al otro lado de la línea sin saludar siquiera le informan alterado.
- Señor, tenemos problemas.