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El Regreso del Soberano

El Regreso del Soberano

Status: Terminada
Genre:Acción / Completas / Juego de roles / Contraataque del inútil
Popularitas:150.2k
Nilai: 4.7
nombre de autor: Edane Sintink

Rey Clifford, un joven maestro que una vez fue desterrado de su familia, vivió como un vagabundo hasta que el destino lo llevó a convertirse en parte del ejército.
¿Quién habría pensado que en el ejército su destino cambiaría drásticamente? De ser inepto en el uso de armas, pasó a convertirse en el dios de la guerra más joven de su país.
Terminada la guerra, regresó de la frontera y aquí comienza su historia.

NovelToon tiene autorización de Edane Sintink para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 21

...Capítulo 21...

El sonido del motor y las hélices del helicóptero del ejército rugieron, atravesando el cielo. A ambos lados del helicóptero se veían ocho aviones de combate en formación. Tan pronto como el helicóptero se detuvo a una altura de unos cincuenta metros, los aviones de combate se elevaron hacia el cielo, manteniendo su formación.

Abajo, la ceremonia de bienvenida comenzó inmediatamente con cientos de soldados realizando una demostración.

El helicóptero descendió aún más. El piloto se veía muy experimentado en el control de esa libélula de hierro.

Tan pronto como el helicóptero aterrizó sobre la alfombra roja, algunos soldados selectos corrieron hacia él y se pusieron firmes.

"¡Bienvenido, comandante!"

"¡Saludos al Comandante!"

"¡Larga vida al protector de Erosia!"

Las voces de los soldados resonaron hasta más allá de los muros del palacio, donde cientos de miles de plebeyos se habían reunido. E indirectamente, también aclamaban a la figura que tanto admiraban. Es decir, el Comandante Supremo del Imperio de Erosia.

De vuelta dentro de los muros del palacio. Una vez que el helicóptero aterrizó suavemente, de su interior salió una figura vestida completamente de negro, con una túnica con motivos de dragón. Todos pudieron asegurarse de que quien bajaba del helicóptero no era otro que el Comandante Supremo, aunque nadie podía verle el rostro. Esto se debía a que la figura a la que veneraban llevaba una máscara negra con el emblema de un dragón.

"Dando la bienvenida a Su Excelencia, el Comandante Supremo. ¡Saludossssss...! ¡Firmes!"

Tan pronto como cesó la orden, todos los presentes realizaron un saludo militar a la figura vestida de negro con la máscara de dragón.

De entre las filas de soldados, un hombre alto y fornido se dirigió hacia el helicóptero. Llevaba un uniforme rojo brillante, también adornado con un dragón dorado. En sus hombros, cuatro estrellas brillaban bajo la luz del sol.

Al llegar frente al Comandante Supremo, el hombre hizo un saludo militar que fue correspondido por el Comandante Supremo.

Después del saludo, el hombre vestido de rojo sonrió y dijo: "¿Hasta cuándo vas a seguir ocultando tu rostro, Rey?", preguntó con una sonrisa que parecía burlona.

Nadie sabía si Rey sonreía o fruncía el ceño bajo la máscara de dragón. Sin embargo, por su tono de voz, parecía que no le importaba la burla del hombre de las cuatro estrellas.

"Sigues siendo el mismo de siempre, León. Te gusta meterte en los asuntos de los demás", respondió Rey sin entonación.

"Jajaja. Parece que la estrella de la suerte siempre está de tu lado. ¿Pero qué? ¿De qué sirve tu orgullo si nadie conoce tu rostro?", se burló León sin tapujos. Sus ojos miraban fijamente a los dos agujeros de la máscara de dragón que llevaba Rey.

Unos seis años antes, León había sido superior de Rey en el ejército. Se podría decir que Rey había aprendido mucho de León. Pero su relación se había vuelto un poco tensa porque Rey no dejaba de acumular logros que a León le resultaban muy difíciles de alcanzar.

Se podría decir que, en los últimos tres años, las fuerzas armadas de Erosia habían dado a luz a dos generaciones excepcionales. Ambas eran estrellas brillantes capaces de proteger a Erosia de los ataques de quienes querían combatir al Imperio. Erosia estaría en paz mientras estos dos hombres permanecieran unidos. Pero parecía que el dicho de que dos tigres macho no pueden vivir en el mismo lugar era cierto. A medida que ascendían en sus carreras militares, en vez de unirse, competían entre sí para demostrar quién era el mejor. De hecho, León parecía muy en desacuerdo y siempre discrepaba con Rey. Es más, si Rey decía que una guindilla era picante, León se empeñaba en decir que era dulce aunque supiera que las guindillas son picantes. Y el punto álgido de su disputa fue que, después de que Rey se hiciera amigo del segundo príncipe, León decidió servir al Príncipe Heredero. Por su servicio, se le concedió el derecho a dirigir un ejército de doscientos mil hombres y a establecerse en la parte oriental del Imperio de Erosia. Aunque no había sido nombrado oficialmente, León se autoproclamó rey del Este.

"Te equivocas, León. No lucho por la fama. No lucho por los elogios. Lucho para proteger a mi pueblo y a mi país. La popularidad para mí son solo tonterías. Cuando termine la guerra, lo único que quiero es vivir en paz como cualquier otra persona. Sería absurdo que todo el mundo me conociera y me idolatrase más que a un artista. ¿Qué paz podría tener entonces? Al fin y al cabo, lucho contra nuestros enemigos por la paz de nuestra amada nación. Francamente, ¡no estoy loco por la gloria!", dijo Rey con calma. Lo que decía Rey tenía mucho sentido. En medio del fanatismo de todo el pueblo por él, ¿cómo iba a poder llevar una vida normal? Incluso para tomar un café en una cafetería, no tendría paz porque todo el mundo le perseguiría. Tal vez solo para saludarle, o para pedirle una foto, o un autógrafo. Su vida nunca sería la misma.

Al oír la respuesta de Rey, León solo pudo resoplar. En su opinión, Rey solo estaba siendo arrogante. Su idea de que el pueblo le adoraría era una exageración. Estaba claro que él, que también había hecho grandes méritos, no era como Rey lo contaba. De hecho, cuando él caminaba entre la gente, esta se apartaba y parecía evitarle. Lo que acababa de decir Rey no eran más que excusas baratas para él.

"Lo que tú digas. Lo que está claro es que no pienso como tú".

Al oír la réplica de León, Rey solo pudo negar con la cabeza. Se encogió de hombros y se alejó, seguido por la mirada de odio y envidia de León.

¿Cómo no iba a sentir envidia? Ambos luchaban en la guerra, ambos tenían méritos, ambos masacraban al enemigo. Pero, ¿por qué todos los elogios eran para Rey? De hecho, en su opinión, el rango de Comandante Supremo debería ser suyo. Era él quien más lo merecía. Porque se consideraba más despiadado que Rey. Solo alguien cruel e implacable era digno del rango de Comandante Supremo.

"Rey. La competencia entre nosotros sigue abierta. Algún día, te venceré y dejaré que todo el pueblo sepa que lo que necesita es un comandante feroz, despiadado e implacable. No como tú, que estás dispuesto a firmar un alto el fuego. Si yo hubiera estado allí, habría aniquilado al enemigo que ya estaba contra las cuerdas".

Rey se giró para mirar a León. Luego dijo: "Ya te he dicho que lo que quiero es la paz. No despiertes a la bestia que llevo dentro. ¡No podrías controlarla!", advirtió Rey. Porque él sabía que era mucho más despiadado que León. León nunca había masacrado al enemigo ni se había colado solo en el campamento enemigo para matar al general y a los altos mandos. León solo era despiadado cuando daba órdenes a sus subordinados. Era una persona egocéntrica. Si su ejército era derrotado, lo primero que haría sería huir, dejando que los soldados que luchaban bajo su mando dieran sus vidas por su supervivencia.

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Lidia Nohemi
eso es lo que pienso porque no lo preparo antes de salir con alimentos en el compartimento secreto debia haber comprado alimentos y armas pero ni para eso le sirvió mejor no hubiera dicho nada
Lidia Nohemi
ojalá Rey tenga en su anillo secreto mucho armamento para todos los que van a ir con el puedan defenderse
Lidia Nohemi
Rey no se va a dejar manipular sino que les va a quitar todo por egoístas y manipuladores
Beatriz Coelho
la novela me gustó mucho, pero siento que el final quedó mocho, le faltó sabor... debería tener una segunda parte, quedaron muchos vacíos...
Beatriz Coelho
pobre Leonard es un pendejo!!!
Lidia Nohemi
no se porque Rey, no se da cuenta que está poniendo en peligro a Diana si sigue viéndola debería de estar más pendiente de lo que tiene por delante y poner manos a la obra
Beatriz Coelho
/Sob//Sob//Sob//Sob/
Beatriz Coelho
odio al príncipe heredero es un traidor el mayor traidor
Lidia Nohemi
hay otra razón quieren el norte para ellos y están celosos de que Rey lo tenga se lo quieren quitar y también quieren a Erosia porque nomás vean la oportunidad y mataran a Leonardo
Beatriz Coelho
nooooo...
Lidia Nohemi
no lo hagas Rey acuérdate que el emperador te apartó para que no siguieras órdenes de otro que quedará en su lugar
Lidia Nohemi
por no entendí y no prepararte para lo que vendría pero espero te prepares y dejes de estar extraviado en tus pensamientos
Beatriz Coelho
Excelente trabajo, me gusta la trama y la narrativa, fuera de lo común, que a veces cansa,
Los personajes son únicos y divertidos.
La recomiendo 100%/Heart/
Beatriz Coelho
excelente novela, tiene una trama única y sin ser culebrera. Me encanta, además del mensaje real y reflexivo que tiene... felicidades querida escritora
Lidia Nohemi
hay momentos que no te debes de fiar de una serpiente
Lidia Nohemi
lo que no entiendo es porque sus espías no le han informado nada aparte no alcanza a ver la magnitud de los problemas que se le vienen encima en la guerra se hacen estrategias es lo mismo en una empresa
Lidia Nohemi
si pero ellos no lo saben
Lidia Nohemi
a qué le tiras cuando sueñas, ya está casado
Lidia Nohemi
Rey sabía a lo que se enfrenta pero se volvió estúpido por amor ❤️😍😍💗💗 bueno que con su pan se lo coma porque le va a ir como en feria
Lidia Nohemi
fuiste muy imprudente Rey, Leo nomás busca una oportunidad y se la diste ahora va a ser difícil de que te ocupes de cuidar a Diana
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