Volvi de la muerte, solo para vengarme de los que me lastimaron, tuve que cambiar y volverme fuerte para no sucumbir ante el amor, ese amor que nunca fue y nunca será, mi único objetivo es recuperar lo que un día fue mío.
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Capitulo VIII Un negocio beneficioso
Desde ese día Diana no supo nada más de Alejandro, el hombre había desaparecido, eso no le daba buena espina a ella, pues Alejandro nunca se había mostrado así.
— Diana el señor Figueroa ha venido a verla. — Informo Fernando.
— Él no tiene cita programada para hoy. — respondió Diana alzando una ceja.
— No, vino porque tiene algo importante que hablar con usted, al menos eso fue lo que dijo en recepción. — contesto Fernando siempre manteniendo su respeto hacia Diana.
— Dejen que pase, veamos que es lo que quiere. — respondió Diana recortándose en su silla.
Diana quedó pensando en lo que sería de su vida una vez y logró sus objetivos, definitivamente no quería quedarse en este país, ella preferiría irse lejos de todo, con ese pensamiento en mente se quedó mirando por la ventana de su oficina el paisaje de edificios que tenía frente a ella.
— Disculpe señora, el señor Figueroa se encuentra aquí. — comento Fernando entrando a la oficina.
— Gracias Fernando. — respondió Diana dando la vuelta y viendo a los dos hombres frente a ella.
— Buenos días, señora Sandoval. — saludo Emir tendiendo su mano hacia Diana.
— Buenos días, señor Figueroa. — respondió Diana estrechando la mano de Emir.
Los dos sintieron esa corriente que atravesaba sus corazones y los hacían sentir flotando entre las nubes.
— Disculpe por venir sin avisar, pero necesito aclarar ciertos puntos del contrato. — explico Emir frío y distante.
— Está bien, solo sea breve no tengo mucho tiempo. — respondió Diana de la misma manera.
Emir pidió explicaciones de algunas cláusulas que Diana quería que se agregaran al contrato original, eso no era parte del plan y por tal motivo el hombre estaba molesto.
— Siento mucho su descontento, pero debe entender que no puedo poner en riesgo el capital de mi empresa, algo debe poner en garantía a cambio de mi dinero. — respondió Diana fríamente.
— Si, pero esto es un absurdo, no puede pedir que en caso de pérdida usted se quedará con parte de mis acciones, eso es una locura. — replicó Emir casi gritando.
— Baje su tono de voz, no está en su empresa donde grita y exige a su antojo, además si tan seguro está de este negocio no entiendo cuál es el problema. — contesto Diana mirando a Emir con soberbia.
— Entienda, no puedo perder nada de la empresa Durán. — la actitud de Emir dejo sin palabras a Diana, ella estaba realmente confundida, pues no entendía cuál era la insistencia de Emir en que darse con esa empresa.
— Yo también pido que me entienda, este es el patrimonio de mi hija y por nada ni nadie lo voy a poner en riesgo. — aseguro Diana manteniendo su postura.
— Está bien señora Sandoval, usted gana, solo espero no arrepentirme de firmar este documento.
Emir firmó el contrato sin tener más opciones, él tenía un deber moral con Ana, así que haría cualquier cosa con tal de recuperar la empresa del amor de su vida, Diana también firmó aquel documento, este era el primer paso para recuperar lo que le quitaron.
POV
— Usted me va a ayudar?, no entiendo la razón de qué quiere meterse en esta lucha?. — pregunto Ana desconfiando de Gustavo.
— Yo quise mucho a tu mamá, ella fue, es y será el amor de mi vida y juré cuidar de ti como si fueras mi hija, por eso te ofrezco mi ayuda incondicional. — explico Gustavo con la mirada perdida.
— Mi mamá nunca me habló de usted. — comento Ana casi en un susurro.
— No era un tema del cual tu mamá quisiera acordarse, nosotros pasamos por mucho, nuestras familias no querían que nosotros estuviéramos juntos...— Gustavo hizo una pausa. — y bueno al final cada quien eligió su destino. — continuo Gustavo reflejando la tristeza en sus ojos.
— Entonces mi mamá también lo amaba?. — pregunto Ana segura de que este hombre amaba a Aída.
— Así es querida niña, nuestro amor siempre fue prohibido y al final no pudimos estar juntos. — confesó Gustavo aguantando las ganas de soltar algunas lágrimas.
— Siento mucho que ustedes no pudieron ser felices juntos, pero al menos mi mamá fue feliz con mi papá. — acotó Ana con nostalgia.
Gustavo no sé atrevió a decirle a la joven que realmente su mamá no era feliz con su papá, a ella la obligaron a casarse con él separándolos para siempre.
Fin del recuerdo
— Espero que esta alianza sea para el beneficio de ambos. — comento Emir con la mirada puesta en Diana.
— Téngalo por seguro, será muy beneficiosa. — aseguro Diana con una sonrisa irónica.
Diana seguía enamorada de Emir y eso era algo que ella no se podía negar.
Emir salió de la oficina con un sentimiento algo extraño, él no entendía por qué está mujer lo hacía sentir que estaba cerca de su adorada Ana, ese sentimiento no se lo podía permitir, pues su Ana era dulce, tierna, amable, mientras que Diana era fría y calculadora, pero cada parte de su ser le pedía a gritos que la tomara en sus brazos y la hiciera suya, algo que solo había experimentado con Ana, confundido y lleno de dudas el hombre siguió su camino apartando esos pensamientos de su mente.
Por otro lado, Diana se sumergió en los recuerdos del pasado.
POV
— Por qué aún tengo mi rostro vendado?. — pregunto Ana unos días después del accidente.
— Querida niña, en el accidente recibiste múltiples heridas, una de ella fue en tu rostro, tienes una cicatriz muy profunda... — Gustavo hizo una pausa.
— De que está hablando?, acaso quedé desfigurada?. — pregunto Ana tratando de contener sus emociones.
— El doctor dice que se puede operar, que es solo cuestión de tiempo. — respondió rápidamente Gustavo.
— Quiero verme, quiero saber cómo me destruyeron. — la voz de Ana sonaba desesperada.
— Aún no se pueden quitar las vendas, además después de la cirugía serás otra mujer. — aseguro Gustavo hablando literalmente.
Ana tenía muchas cicatrices en su cara, así que la cirugía sería reconstructiva, pero para eso debían esperar a que el hijo de la muchacha naciera, ya que en su estado podría ser muy peligroso para el bebé.