Triste Despertar

Ya los cuatrillizos tienen cuatro meses, y la casa es un caos cada mañana, papá es feliz con sus hijos y sus nietos, no le importa el escándalo de niños llorando por su biberón y otros corriendo a comer.

Salgo a llevar a los gemelos a la escuela y yo a mi trabajo, fue un día agotador, cuando voy saliendo una enfermera me alcanzó a la salida para que firmara una alta de un paciente, volteo y no podía creer, estaba Luis Eduardo Castel mi ex con dos niños y su mujer en el hospital, él se asombró al verme y sobre todo que me dijeran doctora y no ser la enfermera que él abandonó, en su cara se veía un cansancio y una ruina moral, se nota que estaba en mal momento, me volteo como si nada y en eso venían corriendo mis hijos llamándome y abrazándome, él se quedó viéndolos no les quitaba la vista de encima, yo los tome de las manos y salí rápidamente, el chófer me esperaba en la puerta, ese día no cargaba carro, estaba en el taller. Llegue nerviosa a la casa, no quise decir nada, pero mi madre me conoce muy bien y subió a preguntarme qué pasaba, me senté y le conté ella me dijo qué me quedará tranquila que él no podía hacer nada, me pidió que le contará a papá, él solo me dijo, si te molesta me avisas y los niños no te buscan más, se vendrán directo a casa y tú trata de salir por lugares diferentes del hospital. Si te molesta no dejes de avisarme. Pasaron tres días y no lo vi más, pero ese lunes, entro a mi consulta y me preguntó por mis hijos, yo le hablé con la verdad como me dijo mi padre, él me dijo que quería conocerlos y yo le dije que eso no podía ser, que ellos eran solamente míos y que cuando crecieran ellos lo querían conocer, ella misma lo llamaría para que se conocieran.

Me dijo que había cambiado mucho y que ya no era la misma mujer, yo le dije que sí que no era la misma estúpida que el engaño y con la que se casó y que le pedía no volviera a molestar.

Fue que el me dijo que los niños que vi a su lado no eran de él si no de su mujer y que no se había vuelto a casar, yo le dije que eso no me interesaba, que ese no era mi problema y que le agradecía no me molestará más, me pare lo deje solo y salí a mi ronda general, porque ese día era mi última guardia en el hospital, porque a partir del día de mañana trabajaría en mi propia clínica regalo de mi abuelo.

Supe que después del divorcio se había casado dos veces más y que la última mujer tenía dos hijos de dos padres diferentes y que lo habían botado de tres trabajos por ladrón y que andaba buscando quien cargará con él, mi padre llamo a sus padres y los amenazó, ya que el señor Eduardo lo que tenía era por venta de contrabando y mi padre le dijo que si seguían molestando los destruiría, con eso no molestaron más lo que supe al final que después de nuestra conversación, murió de una sobre dosis.

Su padre quiso conocer a mis hijos pero papá le dijo que si se acercaba, era un hombre muerto.