El Vaivén De La Vida

-Bueno, haga lo que quiera...- dijo Katrina y estiró su brazo para que le tome la presión mientras miraba hacia todos lados y lo largo -Quería saber si puedo pintar las uñitas de Magui...- y Maxi dejo de sacar su equipo de tensión y la miro.

Por un momento el silencio los abarcó y katri no sabía qué pensar...

-En realidad... Me agrada que... haya alguien con quien pueda hacer esas cosas de... De Chicas.- confesó Maxi -A ella le gustan ver videos de chicas pintándose y esas cosas- Sonrió y ella lo imito.

-Bueno, ahora las voy a pintar a las dos...- dijo Katrina mientras el doctor seguía con lo estaba haciendo -Yo también veo esos videos, me recuerda a cuando trabajaba de asesora de imagen... Es tan bonita y se nota que es coqueta...-

-¿Puede...? ¿Solo puede callarse? Por favor.- la interrumpió.

-¡No me diga que hacer!- exclamo ella.

-¡No le digo que hacer! No puedo escuchar sus latidos.- retruco el doctor y ella lo miro, luego giro la vista hacia el frente en donde estaba su prima con las niñas mirando los patos.

Cómo estaba sentada en la mesa, en lugar de los bancos, sus pies quedaban en el aire así que comenzó a moverlos.

-¿Puede quedarse quieta?- dijo él entre dientes y ella resopló; sin embargo, Maxi observo sus piernas por un momento -Tiene 11-7, podría considerarse normal.-

-Vio, yo le dije...-contesto Katrina.

-Mueve muy bien las piernas.- dijo de inmediato Maxi.

-Si, mí mayor problema es en la cadera.-

-¿Pero se para?- pregunto de nuevo.

-Si, pero no puedo hacer un paso, cuando lo intento solo arrastró los pies...- explico ella.

-Oh...- expreso solo él y se fue hacia el consultorio nuevamente.

Katrina miro a su prima, pero cuando está intento acercarse, Maxi salió nuevamente con un andador en sus manos.

-A ver, intenté pararse con esto...- le dijo y ella lo miro.

-Pararme es fácil, aunque la mesa es algo alta...- respondió katri.

-Entonces hágalo.- dijo Maxi. Katri resoplo de nuevo, pero con mucho cuidado se bajó de la mesa y quedo parada.

-ya vio...- comento con un gesto hostil.

-Camine.- ordenó de nuevo.

-Deje de darme órdenes.- respondió ella.

—¿ Se vá a quejar por todo? Hágame caso.- continuo él.

-¡Ya dije que no puedo!- se apretó katri

-¡Pero inténtelo!-

-¡No puedo!- exclamó casi llorando.

-¡Dijo que arrastraba los pies!, no es lo mismo que no poder.-

-¡QUIERE VER QUE NO PUEDO! ¡VE QUE NO PUEDO!- dijo Katrina muy enojada y se dio cuenta de que la miraba muy divertido.

-Acaba de dar 3 pasos bien hechos sin arrastrar los pies.- le informo el doctor con una sonrisa.

katri frunció el ceño, incrédula y miro hacia atrás ¡Era verdad! Estaba un poco alejada de la mesa.

-Usted se puede recuperar, solo le faltó tiempo y más ejercicio.- dijo sonriendo y se fue hacia donde estaba su hija nuevamente.

Por la tarde Maxi invito a todos a ir al río, estuvo un poco complicado para viajar con la silla, bajo los fuertes rayos del sol, Pero llegaron. Todos los demás se apartaron, ya que la idea era hacer unos movimientos en el agua, para fortalecer los músculos.

-¿Y bien? Saquese la remera... Si, se puso traje de baño como le dije ¿verdad?- pregunto.

-Si...- respondió katri con un tono de vergüenza y bajando la mirada -Pero ya le dije que la única que tengo no la use nunca porque... es de 2 piezas... Me la regalaron...-

-¿y que tiene? No sé preocupe que nadie la ve...- dijo Maxi.

-Usted..-

-No cuenta, soy medico.- respondió.

-Esta bien... Pero me dejó el short...- dijo ella.

-Esta bien...- respondio él.

Con un poco de pudor se quitó la remera y... ¿Esto era verdad? ¿El doctor le estaba viendo los pechos?

Bueno, la verdad que con los 5 o 6 kilos que había aumentado su busto había crecido, pero... miro hacia abajo y ¡si! Desde su posición estaban redondos y bien formados con el bikini... Algo en ella se sintió complacida.

-La ayudo a meterse al agua...- dijo él, después de tragar saliva e intentando disimular.

Ella asintió. La tomo entre sus brazos y la metió con mucho cuidado al río, sentándola en un lugar firme y no tan hondo. Luego se quitó su remera ¡Ohh! Todo el orgullo por sus grandes pechos se fue para atrás. ¡Esos músculos no pueden ser naturales! Pensó, ¡este tipo hace ejercicio o va a un gimnasio!.

Comenzó a hacerle masajes en las piernas, muy suaves, y tratar de moverlas, pero ¡Que difícil era! Era evidente la tensión entre ellos... O bueno, la tensión de ella. Se sentía muy bien cuando él acariciaba sus piernas "Enfócate que es algo profesional, es profesional, es profesional", se repetía en su cabeza.

-Perdón, pero hace rato que insistía en venir con ustedes...- dijo Romy de repente, con Magui de la mano.

-Es que habremos estado una hora haciendo ejercicio...- respondio Maxi tomando a la Niña entre sus brazos, camino con ella hasta Katrina, en donde la pequeña salto a sus brazos

-¡Op!- expreso sorprendido abrazándola fuerte. La miro con una sonrisa de frente, ¡Que hermosos ojos! Eran claros, pero no azules como los de su padre, sino más bien verdes... recordó la foto de su mamá y le pareció que eran oscuros. Esa mirada parecía tan familiar, pero ¿En dónde la había visto?

-Usted le cae bien...- comento Maxi.

-Y ella a mí...- respondió con una sonrisa -¿Podemos abandonar los ejercicios por hoy?- pregunto

-Claro, hicimos suficiente, creo...-

Jugaron ambos con la pequeña en el agua, también se les unió Lupe. Se divirtieron y rieron.

Cuando estaba anocheciendo decidieron regresar, pero luego de su baño, katri, continuo ejercitándose, practicaba caminar con en andador debajo de la galería, custodiada por Romy, seguida como una mamá ganso con las dos pequeñas, Lupe y Magui.

Luego de comer, no hicieron mucha sobre mesa, había sido un día muy largo, llenos de eventos y ejercicios, así que decidieron ir cada cual a su cama.

Por esta noche Katri tenía compañía, Lupe estaba un poco celosa por su apego con Magui, así que deseo dormir con ella, aunque eso requería recibir algunas patadas nocturnas.