Amor En Rojo 2: Legado

Los reyes de Susumira y la pequeña princesa Kuzelny han llegado a su castillo, después de asearse y ponerse cómodos la reina acomodó a la princesa en su cuna, dejándola con las niñeras para poder ir a hablar con el rey, quien está en su habitación pensando en todo lo que le contó Karoly sobre su madre y las explicaciones que le dio Georgeus sobre los dos misteriosos poderes de su pequeña hija.

Karoly está afuera de la habitación sin atreverse a tocar, cuando por fin se anima Carpio abre la puerta, ambos se quedan mirando.

- "¿Puedo pasar?, preguntó Karoly, el rey jamás la había visto tan delicada en su expresión, la hizo ingresar, y ella dio un suspiro fuerte.

Carpio cerró la puerta tras ella y la invitó a sentarse, y ella hizo un gesto de que prefería mantenerse en pie.

- "No me gusta sentirme como me siento últimamente, yo quería vivir aventuras, pero desde que nació nuestra hija, lo único que añoro es paz, siento mucho que siempre terminemos discutiendo, solo quería decirte que te amo, y que tengo mucho miedo", expresó Karoly con un nerviosismo difícil de reconocer en ella.

- "No te abrumes Kar, y te voy a rogar que tampoco lo hagas conmigo, nuestra pequeña va a estar bien, sé que asusta, pero...", dijo Carpio.

- "Pero tú no estuviste cuando ese sujeto hablaba, es un monstruo sin corazón que solo quiere conquistar Hurmaya, ya te lo expliqué y tengo miedo que venga por ella, si siente el fuego dentro, por eso ese poder debe desaparecer, debemos acabar con el enigma rojo, no debe despertar nunca", afirmó Karoly desesperada.

- "Ella es una princesa de Susumira, no puedes apagar su poder, ella va a estar bien, quien sea ese monstruo que dices, lo voy a vencer si pretende siquiera acercarse a mi niña, trata de estar más calmada y actúa racionalmente, ya no eres una niña, eres una reina y una madre, voy a proteger a mi hija aunque tenga que hacerlo de ti, mírate estás hecha un manojo de nervios, la mujer que no ha dejado que nadie la pisotee, la que cobra caro una ofensa ¿dónde se fue?, pareces una hoja al viento y eso a ti no te sienta", dijo Carpio incómodo.

- "Y si quiero por primera vez en mi vida que alguien me proteja, que ya no quiero luchar contra nada, solo quiero paz, ya me cansé de tener que defenderme todo el tiempo, jamás en mi vida pedí ser reina, ese no era un mundo al que yo quería entrar, lo acepté porque venía contigo en el paquete, y aunque ahora no lo recuerdes, me aceptaste conociendo mi origen, dijiste que me cuidarías y que harías las cosas correctamente; estoy agotada y tengo miedo, ¿no se me permite eso?, ¿eso no te gusta?, ¿siempre tengo que ser una guerrera incansable?", expresó una Karoly bastante alterada, dirigiéndose a la puerta, cuando ella intentó abrirla Carpio estiró su brazo, cerrándola con fuerza, Karoly volteó y se quedó entre la puerta y su colosal esposo.

Ambos se quedan mirando, Carpio acaricia las mejillas de Karoly y apoya su frente contra la de ella.

- "Te amo, y siempre voy a cuidarte, tal vez no supe expresarme bien, me duele verte así, porque no quiero que te consumas en el miedo, siempre admiré tu valor, toma impulso Karoly, pero no te rindas", manifestó Carpio, y Karoly se abrazó a él.

Carpio acariciaba la espalda de Karoly, el rey sabía que ella odiaba verse frágil (no recordaba las veces que se derrumbó al enterarse de su origen, había conexiones que se habían roto y tendrían que formarse de otra manera).

Cuando por fin Karoly se calmó, ella sonrió, Carpio se acercó lentamente para darle un beso que empezó tierno, para luego llegar a ser intenso y profundo; algunas caricias pícaras.

- "Tengo que revisar los documentos, de acá voy a verte a tu habitación", dijo Carpio algo coqueto.

- "Estaré esperando", expresó Karoly con una sonrisa.

Karoly salió y Carpio fue al despacho real, el administrador le dio detalle de lo acontecido en su ausencia, y la peculiar situación entre los padres de Lady Tiurname y su segunda esposa.

Minutos después de que el administrador saliera, anunciaron la presencia de Lady Tiurname, el rey otorgó el permiso y ella ingresó haciendo la reverencia respectiva.

- "Espero haya tenido un buen viaje Su Majestad, disculpe que lo interrumpa en sus labores, hice pastel de miel, espero le guste (pone el pastel en el escritorio), también necesito informarle algo que sucedió en su ausencia y espero pueda disculpar mi atrevimiento", expresó Tiurname, con sonrisa nerviosa.

- "Gracias, es mi dulce favorito. Y si es sobre Lady Tessa, es bienvenida en el castillo, me dijeron que actuaste con aplomo y espero que sigas así, eres la madre de un príncipe de Susumira, y hasta que él se pueda defender completamente solo, debemos de asegurarnos que se encuentre bien, tengo el reporte de tus maestros, y dicen que eres una alumna excepcional", comentó Carpio.

- "No quiero ser una cruz en el camino de mi hijo, me juzgaron duramente por el pasado de mi madre, no voy a permitir que suceda lo mismo con mi hijo, le aseguro Su Majestad, que me aseguraré de ser la madre adecuada para un príncipe. Muchas gracias por aceptar a mi hermana, haré que sus gastos se asignen al presupuesto que me da la corona", manifestó Tiurname.

- "Tiurname", dijo Carpio, para luego callar.

- "Sí, Su Majestad", comentó Tiurname.

- "Nada, cuando llegué Ghean dormía, me gustaría..., lo veré mañana", expresó Carpio.

- "Por supuesto su Majestad, está un poco más activo y sonríe, se está pareciendo más a usted, y sujeta mi mano muy fuerte...", dijo Tiurname muy emocionada por su hijo, Carpio la escuchaba y miraba, esa expresión de madre orgullosa y amorosa, mientras se perdía contando los pequeños logros de su hijo, que parecían gigantes ante ella.

Luego Tiurname se retiró y Carpio se quedó solo en aquel despacho, firmando documentos, hasta que vio unos que le habían sido derivados a él, pero realmente iban dirigidos a Karoly, según el destinatario pertenecían a la princesa Cira del reino de Belgeun, esposa del conde de Gao del reino de Pallango, entre todos había un sobre cerrado con el remitente Lord Myeong, Carpio frunció el ceño, porque el nombre del hombre que fue esposo de Karoly aparecía después de tantos años, tomó las cosas y fue con ellas a la habitación de la reina.

Karoly lo recibió con un abrazo, pero la mirada seria de Carpio la hizo apartarse.

- "La princesa Cira mandó esto para ti, por error me lo entregaron, siento haberlo abierto, parece que aún muero Lord Myeong dejó algo para ti, parece que te tenía mucho aprecio para ser un matrimonio de mentira", dijo Carpio.

- "Cariño, ya te dije que lo que conté esa vez fue por la cólera del momento, Myeong fue un amigo, lo de esposo solo fue un título circunstancial", manifestó Karoly.

- "¿No la vas a abrir?", preguntó Carpio.

- "Ha estado escrita por años, una noche más no hará la diferencia", respondió Karoly con sonrisa pícara y abrazando del cuello de Carpio.

Poco a poco, de beso en beso y de caricia en caricia, la ropa de ambos terminó tirada en el suelo, con ellos en la cama envueltos en el deseo, la pasión y el amor que siempre los ha caracterizado ; mientras las manos de Carpio recorrían el cuerpo de Karoly, ella temblaba, las reacciones de placer en su cuerpo eran inevitables, cuando las embestidas fuertes y profundas llegaron, los gemidos de satisfacción inundaron la habitación, aquella noche hicieron el amor, muchas veces, hasta que Karoly quedó completamente dormida de placer, Carpio vio a su mujer dormir en sus brazos, y se preguntaba porque siempre habían tantos conflictos entre ellos, si estar juntos era maravilloso.