Mi madre abusó de mí durante toda mi vida, mi hermana, me quito todo lo que tenía, incluso al único hombre que amó. Nunca tuve un minuto de paz en mi vida, solo soledad, y tristeza.
Mi hermana enferma después de su divorcio, pagué su cirugía como todo lo que pedía siempre, pero nunca imaginó que yo sería la donadora obligada, para el riñón que necesitaba. Así mi madre me lleva a la muerte para cobrar mi seguro de vida y conseguir mis dos riñones para mi hermana
Por fortuna regresé en el tiempo y ahora haré hasta lo imposible por cambiar ese miserable destino que sé que me espera si me quedo al lado de mi hermana y de mi madre. Ya no vivirá más en ese lugar lleno de miseria y pobreza en el que la tenía su madre. Luchará por ser alguien en la vida. Puede incluso llegar a conocer él al mor.
*Una novela de lucha por salir de la pobreza, ser alguien en la vida y conseguir lo que se quiere, sin dejar que nada se interponga en lo que se desea, probando que cuando se quiere algo se puede conseguir
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QUIERO UNA EXPLICACIÓN
Jordan se llevó a comer fuera de casa a Suri, ya habían pasado muy mal rato, así que decidió que no quería que estuviera en un mal ambiente. Debido a lo que le había dicho, el médico prefería que comiera algo nutritivo. En un ambiente más sano. Así que decidió que estaría mejor en un lugar más tranquilo.
Se fueron a comer un poco de sopa de carne. Y alguno que otro alimento que se les antojó. Mientras lo hacían, Jordan estaba analizando fríamente lo que acababa de suceder, estaba pensando cómo es que su hija mayor durante todos estos años se había comportado de una manera tan egocéntrica, egoísta. Lo que todo lo que tenía lo merecía, simplemente por el hecho de haber nacido. Y eso no estaba bien, y cómo había sido tan maleducada por su madre. Se arrepentía grandemente de haber dejado que esto sucediese al darse totalmente de la forma en la que estaba sucediendo. Sucediendo las cosas en su casa. Él pensó que solamente con el hecho de que llevase dinero suficiente para que todo estuviese bien. Las cosas iban a estar de algún modo. Lo suficientemente sólidas para tener una buena familia.
Ahora que habían llegado hasta este punto, ya no podía hacerse de la vista gorda o que no veía lo que estaba sucediendo. Iba a poner mano dura tanto en su esposa como en su hija mayor. Y a proteger a la más pequeña. Ahora su esperanza estaba sobre todo en Suri. No, porque ella fuera a mantenerlo cuando él fuera anciano, sino porque quería verla feliz y que cumpliera todas las metas que ella le había platicado que quería.
A la vez también Suri estaba con sus propios pensamientos por muy duro que pareciese no. Estaba culpando a su padre por lo que estaba sucediendo. Que se conformara con muy poco y se reconciliara fácilmente. Después de lo sucedido, sabía que él era consciente de todo lo que estaba pasando. Tenía esperanza de que todo cambiara, de que no fuera como en el pasado. Y que volviese a caer en las mentiras de su madre.
A partir de ahora, Suri solamente se preocuparía. En proteger sus propias necesidades. Ya no estaría al tanto de lo que le pasaba a los demás, a otras personas a su alrededor. En este momento sentía tristeza y la sentía también. Un poco de amor hacia su padre, sabía que él había llevado a comer para que olvidara lo que había pasado en casa, no precisamente porque él estuviese dispuesto a hacer que su madre cambiara, porque eso no lo iba a hacer. Al final de cuentas era su esposa, la mujer que había elegido para vivir con él hasta su vez. Y Suri y lo comprendía.
Lo que de verdad apreciaba es que su padre hubiese defendido el que ella quisiera estudiar porque es. Pero eso significaba que le daba la oportunidad de tener una salida para ella, poder vivir. Vivir fuera de esa casa, tener sus propias metas, poder salir adelante, tener su propio dinero, su propia casa. Y ya no depender más de su madre y su hermana, descambiar totalmente las tornas de lo que había vivido en el pasado.
Cuando regresaron a casa, Jordan y Suri. Mariano estaba tan furioso por qué. Esa noche no iba a limpiar la cocina ni a lavar los platos de Suri que estaba. A punto de golpearla, pero. Su hija mayor la detuvo, diciéndole al oído que recordara que su padre le había pedido la libreta del banco.
Mariana, solamente de pensar que la descubrirían, sintió un fuerte dolor de cabeza que prefirió ella misma lavar todos los platos, ollas y todos los cuencos, arrojándolos al lavadero de mala gana.
—Suri, será mejor, nos vayamos a descansar, maña, tienes que estudiar mucho y yo tendré que ir a trabajar, así que vayamos a la cama, que mañana será otro día —Así Jordan dio por terminado el día entre ellos dos
Suri se fue a su habitación, pero ahora ponía la silla atrancando la puerta para evitar que entrara por la noche su madre.
—Mariana, quiero revisar la cartilla del banco mañana, así que la dejas sobre la mesa y la llevaré conmigo para a la hora del almuerzo ir con ella al banco y ver cuánto tenemos de ahorros.
Mariana sintió que su espalda estaba sudando frío, no podía más con lo que escuchó. Ahora sí que sería su final. Su marido la golpearía o quizás se divorciaría de ella cuando se entere.
—¿Por qué tanta prisa por ir al banco? Ya no confías en mí
—Es mi dinero, tengo derecho a saber cuánto es lo que tengo
—Está bien, la busca y te la dejaré en la mesa.
Sabía muy bien que eso era imposible, que tenía que moverse rápidamente para conseguir el dinero suficiente para meterlo en la cuenta de ahorros o la descubrirían, sobre todo lo que había hecho, en todos estos años.
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