Nuestro Destino

—¿Violeta: que cocinas mamá? (Dijo mientras aquel olor entraba por sus fosas nasales haciendo que su apetito se abra)

—Carmen (madre de Violeta): bueno, tengo un pavo en el horno, también hice arroz y unas ensaladas. (Dijo mientras seguía preparando cosas)

—Violeta: mamá, sabes que amo el pavo y todo lo que estás haciendo, pero cocinas como si fuera para un batallón. (Dijo riéndose a carcajadas)

—Carmen (madre de Violeta): bueno es que invite a algunas personas que quizás te gustaría ver. (Dijo mirándola con una sonrisa en rostro mientras escucha que tocan el timbre)

—Carmen (madre de Violeta): creo que están llegando, ve abrir la puerta. (Dijo mientras terminaba de preparar todo)

Violeta se levanta de la silla y camina hasta la puerta, al abrir la puerta sus ojos se llenan de mucha emoción, pues, aquella persona es alguien muy importante para ella.

—Amanda: espero que me hallas extrañado como yo a ti y si no es así entonces me enfureceré. (Dijo dándole un fuerte abrazo)

—Violeta: Mandy de verdad te extrañé mucho perdón porque no haberte dicho que llegaría hoy es que han pasado muchas cosas. (Dijo en voz baja para que su mamá no se preocupe)

—Alejandro: hey no se olviden de mi yo también estoy aquí. (Dijo de manera burlona)

—Violeta: perdón Alejandro, ¿cómo has estado? (Pregunto dándole un abrazo también)

—Alejandro: hay vamos sin miedo al éxito. (Dijo y todos comenzaron a reír)

—Violeta: entren no se queden hay. (Dijo mientras le abría paso por la puerta para que pudieran entrar)

Amanda y Alejandro entraron en la casa y se sentaron a la mesa después de varios chistes, a lo que Carmen, la madre de Violeta terminaba ya con el postre para ponerlo en la mesa, nuevamente tocan el timbre de la casa y Violeta al ver a su mamá muy ocupada fue abrir.

—¿Violeta: OMG no me lo puedo creer Emiliano que haces aquí, cuando llegaste? (Dijo emocionada mientras se estiraba para darle un abrazo)

—Emiliano: llegué ayer, espero que no te molesté que esté aquí, ayer me encontré con tu mamá en el supermercado y me invitó a cenar. (Dijo muy a gusto disfrutando el abrazo)

—Violeta: pasa por favor, ya vamos a cenar. (Dijo dejando pasar a Emiliano y cerrando la puerta detrás de ellos cuando Violeta casi llega a la mesa, el timbre vuelve a sonar)

—Violeta: mamá a cuantas personas invitaste a cenar a caso vamos a hacer una fiesta. (Dijo abriendo la puerta y viendo que quien estaba hay era Max)

—Max: que pasa a caso no dije que vendría por ti. (Dijo sin ninguna expresión)

—Violeta: sí, pero no pensé que tan pronto. (Dijo pensando que iba a hacer)

—¿Carmen (madre de Violeta): cariño quién es? (Dijo en voz alta desde el comedor)

—Violeta: ahora vamos a cenar, por favor déjame cenar con mi mamá y poder decirle que me mudaré al final de la cena porque aún no he hablado con ella y no sé cómo lo vaya a tomar. (Dijo algo preocupada)

—Max: está bien, entonces me llamas para venir por ti, y que sea hoy o yo mismo vendré sin que me llames y hablaré con ella. (Dijo dándose la vuelta para irse)

—¿Carmen (madre de Violeta): espera y tú eres? (Dijo mientras caminaba hasta la puerta)

—Violeta: él es… él es…. (No le salían las palabras)

—Max: soy Max amigo de Violeta, y el padre de los bebés. (Dijo con la cabeza en alto)

—Carmen (madre de Violeta): bueno, ya que eres el padre, debería decirme que pasara ahora. (Dijo mirándolo fijamente)

—Max: si habla de que pasara con los bebés, ya le dije a Violeta que venga a vivir conmigo y quedó de decirle, pero al parecer no tiene las agallas. (Dijo mientras miro a Violeta algo sorprendida por Max haber dicho algo que ella misma quería hablar con su mamá)

—Carmen (madre de Violeta): bueno, en ese caso creo que debemos discutirlo juntos, ¿no? (Dijo sin quitarle la mirada de encima)

—Max: claro, solo dígame cuando y donde y le juro que hay estaré. (Dijo tranquilo)

—Carmen (madre de Violeta): en ese caso es ahora mismo, así que pasa a la casa y después de la vena hablaremos. (Dijo entrando en la casa sin esperar respuestas de Max o de Violeta)

Después de aquella tensa conversación, Max no tubo de otra que entrar en la casa y Violeta siguió detrás de él, al llegar al comedor y mirar las personas que estaban se sintió algo incómodo, pero al ver a Alejandro aquella incomodidad cambió.

—Max: buenas noches. (Dijo mientras se sentaba al lado de su amigo Alejandro)

—Max: amigo que bueno que estás aquí. (Dijo susurrado en el oído de Alejandro)

—¿Alejandro: bro que haces aquí? (Dijo algo sorprendido y siendo interrumpido)

—Carmen (madre de Violeta): vamos a cenar. (Dijo sirviendo la cena)

La cena transcurrió sin ningún problema e inconveniente y todos la disfrutaron después de cenar se sentaron en la sala de estar, pues Carmen quería conocer al que dice ser padre de sus nietos una persona de la cual su hija nunca le habló ósea que ella no lo conoce, su hija siempre le hablaba de todos los chicos con los que estaba, pero nunca le hablo de este en particular.

—¿Emiliano: tu mamá me contó que estabas embarazada, estás con el padre del bebé? (Pregunto sin ninguna traba y aquella preguntó fue escuchada por todos)

—Violeta: no, no estoy con el padre de mis bebés, si son gemelos. (Dijo mientras lo miraba sonriendo, cosa que a Max le pareció algo incómodo)

—Max: pero si te preguntas por el padre de los bebés, aquí estoy. (Dijo mientras lo miraba fijamente con una mirada de muerte)

—Emiliano: uhuhu entonces eres el padre, y si no estás con ella que haces aquí. (Pregunto tranquilamente, pues Emiliano no se deja intimidar)

—Max: bueno, estoy aquí para llevarla a donde debería estar, que, es a mi lado. (Dijo con la cabeza en alto como si quisiera decirle que Violeta le pertenecía, ya que con aquel chico sentía que sus preguntas iban más allá del solo saber)

—Emiliano: entonces te irás. (Dijo mirando a Violeta a los ojos)

—Violeta: parece que sí. (Dijo sonriendo incómodamente por lo que están sucediendo)