Sin Rumbo

Tengo hora libre, el profesor de Biología no vino.-

- Suertuda, te veo más tarde entonces.-

Maldición Aron esta en clase, quería esperarlo para comer.

- Al fin termine mi última clase, dejo estos libr...-

- Oye por que no...-

Era la profesora Alonso, había chocado con ella fuera de la escuela, sus libros estaban en el suelo cuando me di cuenta que era ella no pude decir más solo levante los libros tan rápido como pude.

- Disculpa apenas podía ver por donde iba.-

- Puede accidentarse o chocarse con alguien.-

- Si, enserió me...-

- No por favor yo tampoco estaba atenta esta bien?-

- Lo estoy, tu no te golpeaste?-

- Apenas los codos pero no es nada.-

- Por dios estas sangrando.-

- Enserió? este piso no es el mejor para las caídas.-

- Déjame llevarte a la enfermería.-

- Oiga no, es solo un raspón no hace falta... es más llevare algunos libros así no hay más accidentes.-

- Espera y tus clases?-

- Tengo hora libre y después hay recreo así que estoy disponible para usted.-

- Eras bianca no?-

- S-si.-

Se había sonrojado, era adorable.

- Te lo agradezco, por la ayuda.-

- Siempre...-

Ambas se quedan paradas mirándose.

- Emm creo que debe liderar el camino.-

- Por supuesto, es por aquí.-

Sonrió. Era la mujer con la sonrisa más hermosa, llevaba una falda casi por las rodillas y una camisa debajo de su abrigo.

- Casi llegamos.-

Estábamos en su privado.

- Puedes dejarlos sobre... no mejor no, Déjalos en aquella mesa por favor.-

Baje la foto de Aron, una alumna no puede saber que el es mi hijo.

- Es tal como lo imagine, su privado... lleno de libros, enciclopedias, es increíble.-

- Enserió lo crees?-

- Claro que si, mi fuerte es la literatura mi madre solía leerme poemas de muchos escritores aunque mi favorito era Jaime Sabines.-

- Sus poemas te atrapan, también es mi favorito.-

En mi mochila tenia un ejemplar de sus libros y se lo muestro.

- “Te quiero como para invitarte a pisar hojas secas una de estas tardes. Te quiero como para salir a caminar, hablar del amor, mientras pateamos piedritas."

- “ Te quiero como para volvernos chinos de risa, ebrios de nada y pasear sin prisa las calles. Te quiero como para ir a los lugares que más frecuento, y contarte que es ahí donde me siento a pensar en ti."

-" Te quiero como para escuchar tu risa toda la noche. Te quiero como para no dejarte ir jamás."

-" Te quiero como se quiere a ciertos amores, a la antigua, con el alma y sin mirar atrás.”

- Es precioso.-

- Si, disculpa ahora que me acuerdo tengo algo tuyo.-

- Mio?-

De su bolso saca un pañuelo, ese pañuelo se lo di a la chica del baño.

- Te vi salir del baño ese día, se que ayudaste a Helena.-

- Helena, asi que así se llama.-

- Cuando entre al baño ella sostenía tu pañuelo en su mejilla.-

- Ayuda cuando te abofetean, ella está bien?-

- Lo está pero ya no volverá a esta escuela, la transfirieron.-

- Quizás sea lo mejor, esas chicas no la dejarían en paz.-

- Aquí tienes.-

Me extiende el pañuelo y nuestras manos se rozan por un instante... no podía dejar de verla.

- Gracias, Creo que debería irme.-

- Espera Bianca, gracias por ayudarme con los libros.-

- No hay de que.-

Abro la puerta y salgo de su privado comienzo a caminar sin rumbo hasta salir afuera nuevamente donde por fin pudo entrar aire a mis pulmones.

- Que fue eso Gabriela, seria más que inapropiado.-

Sus pensamientos vagaban en esa joven, esa que defendió y ayudo a una compañera, esa que sabe uno de los poemas más hermosos de Sabines.

- Oye donde estabas?-

- En el cielo mi amigo, recién sales?-

- Si, te llame y no contestaste.-

- Perdón, tienes hambre vamos a comer.-

Ella también no podía evitar pensar en cómo sus manos se tocaron, en su sonrisa, su mirada.

- Hay esta tu chica, al final vino.-

- Que? quien?-

- Con la que pasaste la noche, pudiste hablar?-

- Si solo llego tarde y me preocupe por nada estamos bien.-

- Bien, por que esta viniendo para acá.-

- Hey chica no te vi en la última hora, hola guapo.-

- Hola.-

Pasamos el tiempo hablando de puras bobadas o bueno ellos la mayoría de las veces yo solo me limitaba a comer y responder vagamente.

- Que sucede contigo chica?-

- Viste a tu chica de ensueño no?-

- Chica de ensueño? quiero detalles.-

- Bueno ya, si la vi contentos?-

- No, oye quiero saber quien es.-

- No lo diré... Aron esta aquí.-

- Es por los celos verdad?-

- No, pero no me dirá quien es hasta que esa chica se enamore de ella, por cierto como vas con eso?-

- Lo estoy trabajando si, es difícil pero se que lo lograré.-

- Ver para creer.-

- No lo sé chico, su mirada brilla y alguna vez la has visto así por alguna chica?-

- Mm no no tan así.-

- Ahí vez, es amor.-

- Amor? Y Sarah? Mm no van de la mano, seria un milagro conozco a esta chica.-

- Bueno ya, basta de hablar de mi por que no nos dices que harás con esa porrista?-

- Hacer de que, solo cruzamos algunas preguntas y creo que la has ahuyentado.-

- Cuentas claras amigo, si realmente le gustas te hablara.-

- O tu deberías hablarle si te gusta y averiguar que quiere contigo.-

- Es bueno.-

- No lo sé sabes que soy terrible con las chicas.-

- Te falta confianza amigo, tienes le mejor de los corazones eres guapo, listo y tienes la gracia de tenerme a mi como tu mejor amiga.-

- Créeme que esas porristas se fijan en lo físico, pero Victoria no le gusta que los chicos la busquen.-

- Victoria.-

- Y ella te hablo a ti primero.-

- Puede que solo sea tímida.-

- Lo es, cuando las porristas van a las fiestas ella es la más rescatada y no es como la zorra de la otra capitana.-

- Ahí lo tienes, tendrías a la chica de Oro de las porristas.-

- Ahora guapo la pregunta es... ella te gusta?-