Otra Vez Serás Mía

Lo estuve pensando... Me comprometeré con David - le dijo a su madrastra - Ya Lo de Fernando no tiene arreglo

- Querida...no tomes decisiones cuando estás sufriendo - le palmeaba el hombro con cariño. - Tal vez todo es una trampa de Daniela

- ¡Los hubieras visto! - comenzó a llorar - Ella... ella llevaba su camisa y él... ¡ohhh! ¡No puedo más!

Apoyo la cabeza en el regazo de su madrastra y se puso a llorar mientras Adele le acariciaba la cabeza.

- Solo te digo que no te precipites...

alzó la cabeza y la miró

- ¿Qué hago entonces Adele?... Mi padre, por un lado... Daniela por otro... ¡Merezco ser feliz!

- ¿Y crees que casándote con David, alguien a quien no amas será mejor para ti? ¿Crees que serás feliz así?

- No sé si yo sea feliz... Pero mi hijo tendrá un padre

Adele abrió los ojos como platos

¡Ya lo sospechaba!

- ¿Estás...? ¡Oh dios mío! - no salía de su sorpresa

- Lo estoy... lo supe ayer en la noche...

- ¿Qué tiempo tienes? ¿Fuiste al médico?

- No, quería contárselo a Fernando primero... cuando recibí su mensaje pensé que ese sería el momento preciso...

- ¡Vamos! - se puso de pie y tiró de ella - ¡Toma tu bolsa!

- ¿A dónde iremos? - le miró extrañada

- Iremos al médico... quiero saber el tiempo exacto que tienes...

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Era la personita mas diminuta que Michelle había visto jamás...además de su hermano claro. Sentía su corazón latir con mucha fuerza...

- Está muy sano por el momento - le dijo la doctora una vez terminó de realizar el ultrasonido - Ahora tendrás que tomar unos suplementos vitamínicos, y cuidarte. Los primeros cinco meses el feto se desprende con más facilidad y puedes tener un aborto espontáneo.

- ¿Y qué tiempo tiene exactamente? - le preguntó Adele.

- Tiene unas cuatro semanas y tres días aproximadamente, es muy pequeño aún, apenas es un grano de frijol

Los ojos de Michelle se llenaron de lágrimas

- Gracias doctora

- Sería bueno que a la próxima consulta viniera papá... Les emociona mucho escuchar los latidos del corazón de su bebé en las ecografías

- Sí - afirmó Adele - Aún recuerdo a Edwin cuando supo que volvería a ser padre

Sonrieron todas... las emociones estaban a flor de piel.

Salieron de la consulta y se encontraron directamente con David quien no pudo dejar de ver de donde salían

- Hola - les saludó - ¿Están bien?

- Si David - le respondió Adele - ¿Qué te trae por acá?

- Vine por la receta de mi padre... Todos los meses debo recogerla.

- ¡Ah! ¿Y qué consulta es?

- Es... Es ortopedia... Tiene una rectificación cervical que necesita tratamiento... se marea y esas cosas

- ¡Ah ya veo! Bueno te dejamos entonces...

- Michelle - se detuvo - ¿Te encuentras bien?

- Sí, estoy bien

- Me gustaría que nos reunamos está tarde... ¿Puede ser?

- ¡Claro!

- Entonces pasaré por ti...

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- ¡Quiere ir conmigo a ver a nuestro hijo! ¿Qué hago ahora? ¿Lo llevo al cementerio?

- No, tú cálmate... ¿dices que Michelle se imaginó que pasaron la noche juntos?

- Sí... olvídate por un segundo de ella... Si Fernando descubre que mi hijo está muerto se irá todo el plan al traste.

- Eso no sucederá... Tu manténlo entretenido un tiempo para yo organizar algo.

Ella demoraba mucho... así que Fernando fue por ella.

- ¿Está todo bien? - preguntó desde el pasillo

- No, no lo está. ¡Me ha bajado el período y no tengo toallas! ¿Puedes comprar toallas por mí por favor?

- ¿Toallas? - preguntó extrañado

- ¡Si! Por favor ve a la farmacia y que te den toallas sin alas...

- ¡Está bien! ¡Demoraré unos minutos!

- ¡Si, si!

Resignado salió rumbo a la farmacia más cercana.

Por otro lado, David había estado siguiendo a Michelle aquella mañana y también la siguió cuando fue con su madrastra hasta a el hospital...

¿Ginecología? ¡Quiso saber más!

Entonces organizó todo para que pareciera un encuentro casual.

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En la tarde fue por ella hasta su casa y luego salieron a cenar a un restaurante muy chic

- Gracias por escoger este lugar... Está de lujo. - aceptó la silla ofrecida.

- Para ti siempre daré lo mejor Michelle - se sentó frente a ella - ¿Pedimos la carta?

Ella asintió y enseguida un camarero a la señal de David le trajo la carta...

Mientras cenaban...

- David... lamento que te hubiera lastimado de la manera que lo hice.

- No tienes nada de que lamentarte... Ese es tu amor de adolescente y es normal que reacciones así... a mí también me pasó

- ¿En serio? - se sorprendió

- Sí, pero no fue posible... las segunda vez nunca son buenas. - dio un sorbo a su copa de vino - ¿No bebes?

- No, solo quiero jugo.

- ¿Por qué? - indagó - ¿Quieres otra cosa?

- Solo jugo, gracias.

- Está bien, te decía que no hay nada de que lamentarse... lo importante es recapacitar a tiempo.

- Sí...- pasó el dedo por el borde de su copa - Lo estuve pensando mejor y... Quiero avanzar contigo

David fingió felicidad

- ¿Es en serio? ¿Me estás diciendo que aceptarás ser mi esposa? ¡Porque si es así organizaré toda la boda para la próxima semana!

- ¿Tan rápido? - se asustó un poco

- ¡Sería mi mayor felicidad!

- Podemos organizarla para dentro de un mes

- ¿Por qué esperar tanto? ¡Máximo quince días! ¿Te parece bien??

La verdad es que su barriga se comenzaría a notar dentro de un par de meses... ¿Estaría haciendo lo correcto?