HISTORIA PRECUELA DE LA COLECCIÓN HURMAYA (Primera historia corta):
Krasa, hija del conde de Sharaf del reino de Urtesi, ha terminado su compromiso con el príncipe Carpio de Susumira, ante el "irresponsable" comportamiento es enviada por su padre a una escuela de señoritas al reino de Fontana; sin embargo, por un error de la correspondencia termina en la escuela equivocada y se reencontrará con el príncipe Georgeus, que alguna vez le salvó la vida. ¿Descubrirá con él lo que es el verdadero amor?
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8. Tierno beso de amor
Krasa está caminando de un lado a otro con una expresión molesta, Georgeus está disfrutando que la dulce joven arrugue la nariz, cada gesto que ella hace es un deleite para sus ojos, y que su voz se vuelva más aguda cuando habla con molestia también le resulta cautivadora.
- "Parece que nunca va a cambiar esa situación, ¿por qué tenían que llevarte a ese lugar?, ¿por qué quieren que todos sean iguales a ellos?", inquirió molesta Krasa.
- "Te lo conté porque no quería que hubiera malos entendidos entre nosotros si te enterabas por alguien además de mí, ya no te molestes tanto, el mundo no va a cambiar de la noche a la mañana, pero prometí darte lo que pediste y lo voy a cumplir", dijo Georgeus tomando las manos de Krasa.
- "Pero no es justo que lleven a mi novio a un 'cabaret' es denigrante e inmoral", expresó Krasa haciendo un puchero.
- "¿Dijiste novio?", preguntó Georgeus con una sonrisa.
Krasa se sonrojó, durante todo ese tiempo en que han compartido momentos, risas y anécdotas, se había dado cuenta de que estaba enamorada de Georgeus, que ese sentimiento que no entendía aún era amor, y que cualquier cosa que haya sentido antes, no se podía comparar.
- "Yo..., yo...", quiso responder algo, pero no le salieron las palabras a Krasa.
De pronto Krasa, tomó de la mano a Georgeus y se apresuró a correr con él para colocarse detrás de una pared, mirando de reojo la imagen de alguien que podría acabar con todo lo que estaba viviendo.
- "¿Qué pasa?", preguntó Georgeus.
- "Es mi hermano, ya me localizó", expresó Krasa asustada.
- "¿Localizar?, no entiendo", preguntó Georgeus.
- "Cuando ocurrió lo de Carpio, mi padre me mandó de castigo a una escuela para señoritas nobles de Fontana, para que entendiera mi papel de ser buena esposa y madre; hubo un error en la traducción, y termine en la escuela de lenguas para nobles de Fontana, sé que odias que las personas no son sinceras, no aclaré las cosas porque quería un poco de aire, quería ver algo más allá del nuevo compromiso que mi padre me iba a imponer, y conocí a Karoly, y te conocí y no quería que esto se acabara nunca", dijo Krasa casi sollozando.
Georgeus acarició el rostro de Krasa, y la miró con ternura.
- "Gracias por no aclarar las cosas con tu familia, tu permanencia en la escuela de lenguas, me dio la oportunidad para poder ganar tu corazón", expresó Georgeus tomando las manos de Krasa, "y se que solo han pasado algunos meses y que algunos podrían decir que ha sido muy poco tiempo, pero te aseguro que nunca había estado tan seguro de algo en mi vida y es que te amo profundamente, me gustaría saber si sientes lo mismo que yo", continuó diciendo.
Krasa se sonrojó, cuando su hermano la encontrara sería el momento de regresar a casa, la sola idea de separarse la asusta, el príncipe Georgeus era el tipo de hombre que solo podía creer que existía en sus sueños.
- "También te amo", dijo Krasa tímidamente.
- "Sé que debo hablar con mis padres, para ir a hablar con los tuyos, pero antes de hacer eso y de encargarme que el pedido oficial sea perfecto, necesito saber tu voluntad. ¿Lady Krasa D' Luxe te casarías conmigo?", preguntó Georgeus muy ansioso.
El corazón de Krasa parecía salir de su pecho, jamás pensó que ella podría elegir con quién casarse, Urtesi era muy estricto en determinar que los padres eran los únicos con derecho a concertar el matrimonio, y si alguna voluntad tendrían los esponsales, era exclusiva de los hombres, las mujeres no tenían opinión, por eso que ella rompiera el compromiso con Carpio le significó un castigo, que de alguna manera fue el más leve que se le ocurrió a su padre.
Georgeus esperaba con ánimo la respuesta, que ella se demorara en responderle le asustaba, se había enamorado de la jovencita de ojos grises y estaba seguro que no volvería amar nunca así en su vida.
- "Sí, si quiero casarme contigo", dijo emocionada Krasa, sonriendo, con la mirada brillante y las mejillas sonrojadas.
- "¿Puedo darte un beso?", preguntó Georgeus.
Krasa asintió y algo nerviosa cerró los ojos, el príncipe heredero de Fontana pensó que esa era la expresión más dulce que había visto en su vida, levantó ligeramente el mentón de la hermosa joven, se acercó lentamente posando tiernamente sus labios sobre los de ella, al principio es cálido y dulce, como un intento contenido de las emociones que lo albergaba; casi sin poderlo evitar él acarició el rostro de la joven, y ella se acercó aún más, prolongado un poco más, mientras un ligero aire les acariciaba el rostro como un único testigo de su primera muestra física de amor.
Krasa pudo sentir cuando se separaron que estaba roja hasta las orejas, pero a la vez muy emocionada con esa extraña sensación de que el amor podría brindarle muchas cosas más emocionantes y hermosas, por primera vez en su vida todo lo que le estaba ocurriendo era su decisión.
Se quedaron mirando por varios minutos, como si el mundo a su alrededor se hubiese detenido, como si no hubiese más personas que ellos dos; el ensueño fue interrumpido con la alegre voz de Karoly.
- "Siento interrumpir a los tortolitos, pero tu hermano te está esperando en la sala de familia, Krasa", dijo Karoly con una sonrisa cómplice.
- "Lo había olvidado, santo cielo, voy a estar en problemas", expresó Krasa preocupada.
- "No lo creo, sabes que sé sacar información de las personas, y creo que el error de traducción lo cometió tu hermano para darte un respiro", manifestó Karoly con una sonrisa; "anda, no viene para llevarte aún, apura antes de que se vaya a arrepentir", continuó diciendo Karoly.
Krasa le dio un beso en la mejilla a Georgeus, y toda sonrojada fue corriendo a ver a su hermano, mientras el príncipe embobado la veía partir.
- "Cierre la boca, Su Alteza Real, ¿qué estaban haciendo para que los dos estuvieran sonrojados?", preguntó Karoly con expresión curiosa.
El príncipe no respondió, solo sonrió y abrazo a su amiga, sorprendiéndola por completo, para luego emprender rápidamente su regreso al palacio, necesitaba hablar con sus padres, lo antes posible; necesitaba asegurar el compromiso con Lady Krasa, ahora estaba más que seguro que ella era el amor de su vida.